Por The New York Times | Melinda Wenner Moyer
(Science Times)
P: Tengo dolores de cabeza constantemente, pero parece que los hombres que conozco los padecen con menos frecuencia. ¿Los dolores de cabeza son más frecuentes en las mujeres? Y de ser así, ¿por qué?
R: Es cierto, las mujeres sufren más dolores de cabeza que los hombres. De hecho, cuando los investigadores les preguntaron a los participantes en una encuesta nacional reciente si les había molestado “un poco”, “mucho”, “en algún punto intermedio” o “nada” un dolor de cabeza o una migraña en los últimos tres meses, las mujeres eran casi tres veces más propensas que los hombres a decir que les había molestado “mucho”.
Aunque es probable que haya muchos factores que contribuyan a ello, la investigación sugiere que una razón clara de la discrepancia de género son las hormonas. Pero esto no explica todos los dolores de cabeza y por qué algunos tipos afectan más a los hombres que a las mujeres. A continuación, lo que sabemos.
Las mujeres y las migrañas
Uno de los principales tipos de cefalea es la migraña. Se caracteriza por pulsaciones de moderadas a intensas, generalmente en un lado de la cabeza, y es una de las causas más frecuentes de discapacidad entre las mujeres de 15 a 49 años. Estos dolores de cabeza pueden durar de cuatro a 72 horas.
Antes de la pubertad, los niños y las niñas tienen las mismas probabilidades de sufrir migrañas, señaló Anne MacGregor, especialista en cefaleas de la Escuela de Medicina y Odontología de Barts y Londres, Reino Unido. Pero una vez que llegan a la pubertad, las migrañas son mucho más frecuentes entre las mujeres y las niñas.
Las mujeres tienen entre dos y tres veces más probabilidades de sufrir migraña que los hombres, afirmó Jelena Pavlovic, neuróloga de la Facultad de Medicina Albert Einstein de Nueva York. Y este tipo de dolor de cabeza suele afectar más a las mujeres a partir de los 30 años, “una época de la vida especialmente exigente en la que las consecuencias de los días perdidos por un dolor debilitante pueden ser tremendas”, comentó.
Una posible razón de esta discrepancia es que en general las mujeres informan de que tienen más estrés, ya sea por obligaciones “laborales, sociales o familiares”, según Colleen M. LaHendro, enfermera especializada en neurología del Hospital Northwestern Medicine Lake Forest.
Las mujeres también suelen tener más problemas de sueño que los hombres y la fatiga en ocasiones provoca estos dolores de cabeza.
Cómo influye el estrógeno
En cambio, algunas migrañas son desencadenadas por las hormonas, en particular por cambios bruscos en los niveles de estrógeno, producido principalmente por los ovarios.
En estudios científicos, se ha demostrado que el estrógeno desempeña un papel importante en la aparición de las migrañas, que, en la época entre la pubertad y la menopausia, son mucho más frecuentes en las mujeres que en los hombres.
“Para más de la mitad de las mujeres con migrañas, la aparición y el momento del dolor están relacionados con el flujo hormonal de su ciclo menstrual”, explicó Pavlovic.
Muchas mujeres, por ejemplo, sufren migrañas antes y durante la menstruación, justo después de que desciendan sus niveles de estrógeno. Las investigaciones de Pavlovic han descubierto que las mujeres que sufren migrañas tienden a experimentar descensos de estrógeno más pronunciados que las que no las padecen.
No está claro por qué las fluctuaciones de estrógenos desencadenan migrañas, dijo MacGregor. El estrógeno hace cosas importantes dentro del cerebro, por lo que los cambios hormonales también deben desencadenar una serie de acontecimientos que culminan en la migraña.
Las mujeres también podrían presentar cambios en la frecuencia de las migrañas durante el embarazo, cuando los niveles de estrógeno tienden a subir y bajar, dijo LaHendro.
Las migrañas muchas veces también empeoran durante la perimenopausia, de nuevo porque los estrógenos fluctúan, explicó LaHendro. Pero una vez superada la menopausia, los niveles hormonales se estabilizan y muchas mujeres se dan cuenta de que sus migrañas son menos frecuentes.
Otras causas y dolores de cabeza
Además de las migrañas, las mujeres tienen aproximadamente 1,5 veces más probabilidades de sufrir cefaleas tensionales que los hombres, que son de leves a moderadas y afectan ambos lados de la cabeza, indicó LaHendro. Estas cefaleas son incómodas pero no debilitantes en sí y a veces se siente como si una banda ajustada apretara la cabeza.
No está claro por qué las cefaleas tensionales son más frecuentes en las mujeres, pero el estrés quizá tenga algo que ver. Algunos estudios sugieren que estos dolores de cabeza son más frecuentes en las mujeres en los días cercanos a la menstruación, lo que sugiere que el estrógeno también estaría implicado. Pero otros estudios no encuentran pruebas de que las hormonas sean las culpables.
Por otra parte, los hombres son más propensos que las mujeres a sufrir cefaleas en racimo, que son dolores de cabeza poco frecuentes pero extremadamente dolorosos que afectan a un solo lado de la cabeza y por lo general se producen a diario o casi a diario en el transcurso de varias semanas o meses, señaló MacGregor.
No está claro por qué los hombres son más propensos que las mujeres a sufrir cefaleas en racimo, dijo MacGregor, pero las investigaciones sugieren que estos dolores de cabeza son más comunes en personas que fuman o beben mucho, y los hombres tienden a beber y fumar más que las mujeres.
Si padeces dolores de cabeza frecuentes, “lleva un diario y fíjate en los patrones”, sugirió MacGregor. Además del estrés, el sueño y las hormonas, hay que tener en cuenta otros posibles desencadenantes, como la deshidratación, los cambios en el clima, los medicamentos y el alcohol.
La National Headache Foundation sugiere documentar cuándo empezó y terminó cada dolor de cabeza, su intensidad, los síntomas precedentes, sus posibles desencadenantes y cualquier medicación que se haya tomado para aliviarlo. Así, el médico dispondrá de la información necesaria para adaptar el tratamiento.
La buena noticia es que, en lo que se refiere al tratamiento de las cefaleas, LaHendro aseguró que “ahora hay más opciones terapéuticas que nunca”.