Ruben Sagrera y Blanca Obinchet residen en la ciudad de Tacuarembó. Son padres de dos hijos y vecinos conocidos de la capital departamental. Comerciante de toda la vida, Ruben regentea desde hace 24 años la disquería y casa de instrumentos Apolo Discos, tienda de referencia en el departamento.

Durante más de 15 años, Ruben sobrellevó dolores por cálculos renales, pero hace aproximadamente un año y medio su situación empeoró notoriamente.

“Estaba tan mal que hasta el mismo médico vino a buscarme al comercio para que me fuera a hacer los análisis”, cuenta el hombre desde su cama en el Hospital Italiano de Montevideo, en entrevista con un coterráneo: el periodista Marcos Pereira, de Radio Tacuarembó.

Por entonces, Ruben se sentía muy debilitado. “Me cansaba enseguida y casi no comía, recuerda”. En ese entonces, su esposa Blanca le salvó la vida por primera vez. “Fue el impulso de ella el que me hizo reaccionar y hacerme esos exámenes”, narra.

Como era de esperar, los resultados no fueron alentadores: la función renal de Ruben estaba muy disminuida, por lo que de inmediato se decidió que debía convertirse en un paciente dializado. Tras la instalación del catéter correspondiente, el comerciante pasó a someterse a ese procedimiento de depuración varias veces a la semana.

“Tiene un tubo de entrada y otro de salida, la sangre sale de tu cuerpo, entra a una máquina que tenés al lado y luego regresa”, cuenta el hombre. En un primer momento el resultado fue casi mágico, ya que Ruben recuperó buena parte de su vitalidad y energía. Sin embargo, la solución de fondo para el problema pasaba por la cirugía: Ruben necesitaba un trasplante renal.

“Estuve un año y seis meses en diálisis”, refiere, y agrega que en casos como el suyo, el ingreso a la lista de espera para el trasplante no es inmediato. “Primero te hacen un montón de estudios; a mí me incluyeron seis meses después de que empecé a dializarme” explica.

Por otra parte, formar parte de esa lista tampoco significa que el final del camino esté cerca. Pueden pasar “dos años y medio o tres” antes de que aparezca un donante, y el paciente no siempre cuenta con ese tiempo.

Fue entonces que Blanca, su esposa, tomó una decisión valiente y generosa: ella misma le donaría un riñón, trasplante que se llevó a cabo exitosamente a principios del corriente mes en el mencionado centro de salud: Blanca le había salvado la vida a su esposo por segunda vez.

Durante la entrevista radial, Ruben destaca “el gesto enorme” de su compañera, y cuenta que fue “algo que salió de ella”, ya que él estaba resignado a esperar.

“Ella lo toma como algo simple, pero en verdad es impresionante, porque no cualquiera te dona un riñón”, apunta el hombre, y explica que “en el hospital quedaron todos asombrados, porque casi todos los trasplantes son cadavéricos” y son raros los donantes vivos que ofrecen un órgano para salvar la vida de otra persona.

Además, la sorpresa del cuerpo médico fue doble: además de revelar una gran generosidad, Blanca mostró “casi un cien por ciento de compatibilidad” con su esposo. “Es algo asombroso, nunca visto”, remarca el paciente, quien asegura que tal grado de compatibilidad no es frecuente siquiera en familiares con lazos directos de sangre.

Tras la exitosa cirugía, Blanca ya recibió el alta y Ruben está a punto de seguir el mismo camino. Sin embargo, durante los próximos seis meses deberá viajar semanalmente a Montevideo para hacerse controles. Ahora, con un riñón sano, podrá gozar de una buena calidad de vida y dejar atrás el aparato de diálisis. También deberá adoptar un estilo de vida saludable y cuidarse mucho en las comidas, suerte que compartirá Blanca, ya que ahora ella carece de un riñón.

De momento, a ambos les espera un proceso de convalecencia y de muchas precauciones en cuanto al esfuerzo físico. Por ello, el entrevistador pidió a los tacuaremboenses que colaboren en lo que puedan con la pareja, y señaló que la mejor forma de hacerlo es comprar en Apolo Discos, cuyas puertas siguen abiertas.

“Me dio una segunda oportunidad de vida”, insiste Ruben con gratitud hacia su cónyuge.