Por The New York Times | Erica Sweeney
P: TENGO UN CAJÓN LLENO DE PRODUCTOS PARA EL CUIDADO DE LA PIEL DE DUDOSA ANTIGÜEDAD ¿YA CADUCARON? Y, SI ES ASÍ, ¿ES INOFENSIVO USARLOS?
A menos que el producto esté clasificado como medicamento, como ocurre con los tratamientos para el acné y los protectores solares, es probable que no tenga fecha de caducidad, explicó Bruce Brod, dermatólogo del Sistema de Salud de la Universidad de Pensilvania.
Es posible que el producto lleve un símbolo de “periodo después de abierto” (o PAO, por su sigla en inglés) o un icono pequeño de un tarro abierto con una cifra como 12M o 18M, que indica el número de meses que se puede utilizar el producto una vez abierto, pero ese etiquetado tampoco es obligatorio en los productos para el cuidado de la piel ni en los cosméticos, según Brod. Aun así, no te servirá de nada si no recuerdas cuándo lo abriste.
Si los productos para el cuidado de la piel son tan antiguos que ya olvidaste cuándo los compraste, debes evitar usarlos, aconsejó Brod. “Más vale prevenir que lamentar”, añadió, ya que la aplicación de productos caducados puede conllevar riesgos.
LOS PELIGROS DE UTILIZAR PRODUCTOS VIEJOS PARA EL CUIDADO DE LA PIEL
Una vez abiertos, los productos para el cuidado de la piel se degradan y se llenan de microorganismos, dependiendo de cómo se utilicen o almacenen, explicó Elisabeth Anderson, directora de comunicación científica del Centro de Investigación sobre Seguridad de Ingredientes de la Universidad Estatal de Míchigan.
Por ejemplo, cuando un producto viene en un tarro en el que hay que meter los dedos de manera constante, se contamina con gérmenes como bacterias u hongos, señaló Anderson, y cuando esos productos están expuestos a la humedad, como ocurre a menudo en los baños, esos microbios se multiplican con facilidad.
Si los aplicas sobre la piel, pueden provocar irritaciones, eccemas e infecciones cutáneas u oculares, comentó Anne Chapas, dermatóloga y miembro de la Academia Estadounidense de Dermatología.
“Si algo entra en la crema y te la pones directamente en la cara, que puede tener un arañazo o una abrasión, de repente, eso se convierte en un caldo de cultivo para una infección facial, que puede ser bastante grave”, dijo Chapas.
Los productos para el cuidado de la piel suelen contener conservadores para ayudar a prevenir infecciones, explicó Chapas, pero estos se descomponen y pierden eficacia con el tiempo, sobre todo si se almacenan en baños húmedos o expuestos a la luz solar directa, añadió Anderson. Y los productos sin estas sustancias, como los que agregan la leyenda “sin conservadores”, corren un riesgo mayor de desarrollar bacterias, según Brod.
Otro problema es que los ingredientes activos pueden descomponerse, sobre todo cuando se exponen al aire y a la luz, aseveró Chapas. Por ejemplo, la vitamina C se oxida con facilidad, lo que provoca su degradación. Los ácidos, como el ácido hialurónico, también se vuelven más concentrados cuando el agua del producto se evapora, lo que puede causar irritación, por lo que ella recomienda no utilizarlos durante más de un año.
Según Chapas, la oxidación o degradación de los ingredientes no siempre es perjudicial, pero puede restarles eficacia. “Aunque no sea perjudicial, es posible que tampoco sea beneficioso”, añadió.
Por esta misma razón, los productos que contienen protección solar o los tratamientos para el acné no deben usarse después de la fecha de caducidad indicada, dijo Brod.
También mencionó que, si los productos con aceite de árbol de té u otros aceites esenciales han estado expuestos a la luz y al aire durante demasiado tiempo, pueden ser perjudiciales, pues podrían ocasionar dermatitis alérgica por contacto, una erupción derivada de una reacción inmunitaria a algo que toca la piel).
CÓMO SABER SI ES SEGURO USAR UN PRODUCTO
De acuerdo con Chapas, la única manera de saber realmente si es seguro usar un producto viejo para el cuidado de la piel es someterlo a pruebas de laboratorio para detectar bacterias, pero, teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros no tenemos laboratorios científicos en nuestro baño, hay algunas pistas que indican una posible degradación.
Un indicio es si la emulsión, o mezcla de aceite y agua, está separada, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés). Los productos también pueden tener un aspecto descolorido o presentar un cambio de textura, como estar resecos o pegajosos. Si algo no parece estar bien, no lo utilices, recomendó Anderson.
Otra señal de que se han multiplicado las bacterias u otros organismos es que los productos tengan mal olor o un olor distinto al que deberían tener, añadió Brod. “Es una señal de alarma que indica que un producto no es seguro”, dijo.
Después de abrir un suero o un humectante nuevos, escribe la fecha con un marcador o en un trozo de cinta adhesiva, sugirió Anderson. Anota también si tiene una fecha de caducidad o un símbolo PAO en el envase. Así, “tendrás un cálculo excelente de cuánto tiempo se mantendrá el producto en estado óptimo”, afirmó.
Por lo general, la mayoría de los productos para el cuidado de la piel se pueden utilizar entre seis meses y un año, aunque quizá un poco menos en el caso de los productos para los ojos, explicó Chapas.
Si tienes dudas, mejor tíralo a la basura. Puede ser una decisión difícil, sobre todo si el producto es costoso, añadió Chapas, pero “no vale la pena contraer una infección ocular” con tal de no tirarlo.