¡Dejalo salir! Hombre se rompió la tráquea al intentar contener un estornudo

Un hombre de 30 años se convirtió en una “celebridad médica” en Reino Unido por presentar el primer caso conocido de rotura de tráquea por retención de estornudo.

El caso fue descrito en un informe publicado el 1º de diciembre en la revista BMJ Case Reports.

De acuerdo con dicha publicación, el paciente padecía una rinitis alérgica y se encontraba al volante al momento del incidente.

Mientras conducía sintió una imperiosa necesidad de estornudar y, en vez de hacerlo, retuvo la exhalación a toda costa. En concreto, el hombre dijo que cerró la boca con fuerza y se apretó la nariz con los dedos. Esto generó una suerte de efecto olla a presión que acabó por abrir un agujero de 2 por 2 milímetros en su tráquea.

El hombre arribó al servicio de urgencias de un hospital y manifestó sufrir fuertes dolores, además de presentar una ostensible inflamación en ambos lados del cuello y dificultad para moverlo. Además, cuando los médicos lo examinaban, pudieron escuchar un ligero crujido. Pese a ello, el paciente aún no tenía problemas para respirar, tragar o hablar.

Luego, una radiografía mostró que también tenía enfisema subcutáneo, una afección en la que el aire queda atrapado debajo de las capas más profundas de tejido debajo de la piel. Una tomografía computarizada también mostró la ubicación de la ruptura, entre la tercera y cuarta vértebra del cuello, y también había aire acumulado en el espacio torácico, entre los pulmones.

Los médicos determinaron que la rotura se produjo tras un “rápido aumento de la presión en la tráquea al estornudar con la nariz taponada y la boca cerrada”. El paciente no necesitó ser operado, aunque permaneció en el hospital para ser monitoreado durante otros dos días para asegurar que sus niveles de oxígeno y otros signos vitales se mantuvieran estables.

Pasado ese tiempo, el hombre fue dado de alta, con prescripción de le proporcionaron analgésicos y antialérgicos. Los médicos le dijeron que evitara la actividad física intensa durante 15 días. Cinco semanas después, una tomografía computarizada reveló que la lesión había sanado por completo.

“Se debe advertir a todo el mundo que no reprima los estornudos tapándose la nariz y manteniendo la boca cerrada, ya que esto puede provocar la perforación de la tráquea”, escribieron los autores de la publicación.

Según la revista especializada Live Science, la presión en las vías respiratorias superiores, al contener un estornudo, puede ser hasta veces mayor que cuando se estornuda con normalidad.