La vida de Otto, un sexagenario viudo y gruñón interpretado por Tom Hanks, cambia radicalmente cuando un matrimonio latino se muda a su vecindario y le hace recobrar poco a poco las ganas de vivir.
La historia de este varón tan malhumorado como sensible llegó a la cartelera internacional este viernes en una comedia titulada A Man Called Otto.
Dirigida por Marc Foster (World War Z, 2013), es la segunda adaptación cinematográfica de la novela Un hombre llamado Ove, del autor sueco Fredrik Backman.
El estudio Sony Pictures produce y distribuye esta película cuya trama retrata la soledad de los ancianos pero incide también en la riqueza de la diversidad étnica en la sociedad estadounidense.
“No creo que Otto y yo tengamos mucho que ver. Él es un hombre con una vida rutinaria y yo no paro, tengo cuatro hijos y tres nietos”, bromeó Hanks, quien además ejerce como productor de la película, en una entrevista con EFE previa al estreno.
Además del célebre actor, el elenco principal lo completan los mexicanos Manuel García-Rulfo y Mariana Treviño, quienes encarnan a la estrambótica pareja que se instala junto a sus dos hijas pequeñas en el barrio de Otto.
Coprotagonistas latinos, vecinos afroamericanos, un personaje transexual y otro con sobrepeso configuran el reparto de una película repleta de estereotipos, aunque el objetivo de sus creadores es precisamente desmontarlos.
La intención de la obra, según contó Hanks, fue la de reflejar el “estilo de vida estadounidense” y el “sentido de pertenencia y comunidad” en un país con una gran variedad étnica.
“El mundo es un lugar en el que coincidimos gente muy diferente con nuestras historias pero, al final, todos somos seres humanos con algo de alma y corazón”, explicó la actriz Mariana Treviño, también presente en la entrevista con EFE.
Problemas de la sociedad actual como la soledad de los mayores, los procesos de gentrificación en las grandes ciudades o la homofobia también aparecen en esta película.
La conexión en escena de Hanks con Treviño y García-Rulfo es destacable en esta producción rodada en Canadá y que mantuvo a los intérpretes conviviendo juntos durante semanas.
“Además de talentosísimo, Tom es alguien que transmite una energía muy positiva y lleva siempre la batuta del rodaje. Es muy fácil trabajar así”, afirmó García-Rulfo sobre el ganador de dos premios Óscar consecutivos por Philadelphia (1993) y Forrest Gump (1994).
Como actor, Hanks ha participado este año que acaba en una de las películas más destacadas del año, Elvis, y encarnó a Geppetto en la versión de Pinocchio dirigida por el cineasta Robert Zemeckis, con quien volverá a trabajar el año que viene en el drama Here, que está en fase de producción.
Saltos al pasado, cómicas discusiones acaloradas y momentos enternecedores convierten a A Man Called Otto en una producción con clara vocación de ser consumida en familia.
La película es la última apuesta de Sony Pictures para cerrar un año en el que sus estrenos con mayor éxito comercial fueron la película de aventuras Uncharted, la película de acción Bullet Train y el thriller Where the Crawdads Sing.
Guillermo Azábal para EFE