Todo
dispuesto para que empiecen a desfilar las estrellas por la alfombra roja —ahora de color champán— de la 95 edición de los Óscar, que
se celebra este nublado domingo en el Teatro Dolby de Los Ángeles con la misión
de pasar página tras la polémica bofetada de Will Smith el año pasado.
Decenas de cámaras y equipos de televisión aguardan ya en pleno corazón del
Paseo de la Fama antes de que dé comienzo una gala prevista para las 17.00 hora
local con Jimmy Kimmel como maestro de ceremonias.
El cómico, que asume este rol por tercera vez tras las galas de 2017 y 2018,
tratará de que la audiencia reste importancia a la controvertida cachetada de
Smith a Chris Rock por bromear sobre la alopecia de su mujer, Jada
Pinkett-Smith, durante la ceremonia de 2022.
De hecho, durante el despliegue de la “alfombra champán” días atrás, ya expresó
en tono de broma que el cambio de color se debía a que estaban “seguros” de que
no se derramaría sangre, en una clara referencia al viral incidente.
Dentro del auditorio, esperarán más de 3.000 personas para conocer el veredicto
de los casi 8.000 miembros de la Academia de Hollywood con derecho a voto.
La película Everything Everywhere All at Once llega como máximo favorito
en la categoría de mejor película para una edición en la que los galardones a
mejor actor y actriz también parecen encarrilados para el intérprete
estadounidense Austin Butler (Elvis) y para la australiana Cate
Blanchett (Tár).
Más abierto se encuentra el apartado de mejor director, que medirá el desempeño
de Steven Spielberg con su obra semi-autobiográfica, The Fabelmans, y el
trabajo de cineastas como Daniel Kwan y Daniel Scheinert, por Everything
Everywhere All at Once, entre otros.
EFE