A casi cuatro mes de su cirugía por un quiste premaligno en el páncreas, Lucía Galán contó en una nota para Socios del espectáculo cómo se encuentra de salud. “El diagnóstico fue milagroso. Yo fui al médico por una infección de los bronquios, en Madrid, y el técnico que me hizo la tomografía del tórax tomó también parte del abdomen. Por eso se detectó el quiste”, comenzó.
“Cuando llegué a Buenos Aires me hice los estudios pertinentes y dio que era un quiste premaligno. Si pasaba tiempo, si no veían esa imagen, podría haber sido un cáncer de pánceras que todos sabemos que es fulminante”, agregó.
“Por eso decidí operarme. Fue complejo, porque la operación duró cinco horas. Me sacaron el bazo y la cola del páncreas. Tuve un posoperatorio intenso. Traté de poner pensamientos en un lugar positivo”, sostuvo.
“No, no le tengo miedo a la muerte. Pero una cosa es entrar al quirófano cuando tenés un dolor o molestia y otro cuando estás relativamente sana, porque yo no tenía ni un dolor ni nada. No se me cruzó eso por la cabeza. El miedo pasa por los que se quedan, no tenía miedo por mí”, cerró.