Candidato declarado a la Casa Blanca, Kanye West hizo divagaciones y comentarios aparentemente incoherentes el domingo durante lo que se anunció como su primer acto de campaña en Charleston, Carolina del Sur.
El día después, lunes, publicó una serie de mensajes extraños en su cuenta de Twitter, afirmando, entre otras cosas, que su esposa quería internarlo en una clínica psiquiátrica. Al cabo de un rato los mensajes fueron eliminados.
El martes hizo una nueva publicación, que también después fue borrada, alegando que quería divorciarse y acusando a Kim Kardashian de tener una aventura con otro rapero, Meek Mill, lo cual fue desmentido por este.
"Los que entienden de enfermedades mentales o trastornos compulsivos saben que la familia no tiene poder (sobre el enfermo) a menos que este sea menor de edad", escribió ella este miércoles en sus redes sociales.
"Los que no están al tanto de ello o lo ven de lejos pueden emitir juicios y no entender que depende de la persona pedir ayuda, independientemente de lo que intenten la familia y los seres queridos", agregó.
Una disposición de la ley californiana conocida como sección 5150 permite que un familiar solicite que un paciente sea internado sin su consentimiento, para ser objeto de una evaluación psiquiátrica, lo que puede durar hasta 72 horas.
El procedimiento requiere el aval y la intervención de un profesional de la salud, quien puede decidir, al final de la evaluación, extender el internamiento.
En uno de sus mensajes, ya eliminado, Kanye West acusó a su esposa de haber querido el 5150.
"Los que conocen a Kanye saben que sus palabras no siempre están alineadas con sus intenciones", dijo.
La empresaria señaló que la sociedad "pide tolerancia para todo el asunto de la salud mental, pero también deberíamos tenerla hacia aquellos que viven con (trastornos psicológicos) cuando más lo necesitan".
"Pido amablemente que el público y los medios de comunicación nos den la compasión y la empatía que necesitamos para superar todo esto", dijo finalmente la estrella del reality televisivo "Keeping Up With the Kardashians".
No es la primera vez que Kim Kardashian West habla del trastorno bipolar de su esposo.
En una entrevista con la revista Vogue en 2019, explicó que su esposo no estaba haciendo ningún tratamiento porque sentía que ello mermaría su energía creativa.
AFP