Polémico como pocos, verborrágico, incisivo, pero siempre bien informado, al periodista Julio Ríos se lo suele ver en la mañana y en la tarde en su clásica caminata por la rambla de Punta del Este.
Además de estar en forma, aprovecha el sol matinal y el del atardecer para conservar su característico bronceado, que es envidia de comunicadores y periodistas, ya que lo hacen ver con un rostro rejuvenecido.
De muy buen humor y sonriente, siempre dispuesto a una selfie con sus fans, y a compartir información deportiva con sus seguidores.
Por Gustavo Descalzi