La Habana de Fito, documental realizado por el director cubano Juan Pin Vilar, fue objeto de censura, suspensión de funciones y “manipulación” en Cuba, contó el propio Fito Páez.
El músico argentino dijo que con la película hubo “un poco de ruido, pero sin ninguna explicación aparente, que es como funcionan las cosas en Cuba lamentablemente”, según consignó Infobae.
Esto se debe a que en el documental, el rosarino elabora críticas al régimen cubano. La suspensión de sus funciones despertó un aluvión de quejas, como las de más de un centenar de cineastas cubanos que manifestaron su desacuerdo con las medidas del gobierno.
El régimen respondió que “existen bases legales para tomar ese tipo de acciones en situaciones excepcionales”.
“Yo soy amigo del pueblo cubano, no soy amigo de ellos”, dijo Páez, a raíz de lo afirmado por el gobierno cubano, que describió al músico como “un amigo de Cuba”.
“Ellos no representan al pueblo cubano y voy a estar allí hasta las últimas consecuencias. Intentar acusarme o considerarme una persona manipulable habla de lo poco que me conocen y es una falta de respeto. Aquí Juan Pin no ejerció ninguna manipulación porque yo no soy manipulable y tengo mis ideas clarísimas y puedo tener los cuestionamientos que quiera respecto de lo que sea”, afirmó.
Y le espetó al gobierno de Miguel Díaz-Canel: “Ya pasaron 64 años, caballeros. Ya está, ya se terminó. Basta de echarle la culpa al bloque norteamericano. Hay que buscar otras formas, una manera más inteligente para que no siga muriendo gente de hambre ni en el mar”.
“A veces los sistemas fracasan y uno queda atrapado en una enredadera. No vale la pena una sola vida humana para que nadie sostenga una idea en favor de su propia vanidad. Ellos piensan que son Cuba pero la burocracia cubana no es Cuba. En qué momento las banderas ideológicas representan la vida de los pueblos? Eso no ha sido más que vanidad y sangre derramada en la historia, nada más”, sostuvo el artista detrás de El amor después del amor.