Desde que la jugadora uruguaya Selva Pérez ingresó a Gran Hermano, dio mucho de qué hablar. La personalidad histriónica y su carácter efusivo la convirtieron en uno de los personajes más aclamados del reality argentino.
La humorista, quien se define como “adicta” a una bebida gaseosa dietética, se enfureció con sus compañeros (Sandra y Claudio) luego de que estos le hicieran una broma y rebajaran el refresco con agua.
“Me tomaron el refresco, no quiero decir la marca, y le pusieron agua en la botella. Aunque no tuviera efervescencia, yo la tomaba y la disfrutaba. Hoy me fui a servir y resulta que no era gaseosa, era un agua sucia”, expresó.
“Desataron a la diablilla que hay dentro de mí. Me tomaron la cola y le pusieron agua. Agua. O sea, ahora estoy habilitada a robar. Se vienen los robos. Se vienen los robos en Gran Hermano. Medias, calzoncillos, bombachas, comida. Arrancan las maldades. Ni pregunten. Fui yo. Sépanlo”, dijo, a los gritos, frente a la cámara.
En la gala de eliminación del pasado 30 de marzo, Santiago del Moro retomó este escándalo y sostuvo lo siguiente: “Es como si a uno que fuma le roban los puchos y le ponen yerba adentro.”
Al escuchar las palabras del conductor, Selva se dirigió al público para vengarse de las personas que se metieron con su refresco. “Ustedes, que todo lo ven, vayan contra quién me sacó la gaseosa”, lanzó.
La competidora uruguaya celebró con mucha emoción cuando se enteró que fue la tercera salvada de la semana. Todavía quedan en placa: Chiara, Bati, Lourdes y Luz.
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