Por The New York Times | Julia Jacobs, Matt Stevens and Nicole Sperling
La bofetada de Will Smith a Chris Rock en los Oscar ha suscitado distintos puntos de vista y ha dividido a Hollywood.
La mañana después de los Oscar suele estar dominada por alegres celebraciones de los ganadores de la noche y charlas llenas de fascinación sobre la moda en la alfombra roja, pero el lunes se generó un debate más sombrío sobre el inquietante espectáculo que dominó la noche: Will Smith golpeando a Chris Rock en el escenario tras discrepar con uno de sus chistes.
En el programa Good Morning America de la cadena ABC, George Stephanopoulos lo describió como “algo que nunca habíamos visto antes, algo que es muy difícil de procesar: Will Smith, subiendo a ese escenario después de que Chris Rock contara un chiste sobre su esposa, simplemente agrediendo a Chris Rock”.
La Academia emitió un comunicado diciendo que no aprueba la violencia, pero Stephanopoulos señaló que “no han tomado ninguna otra medida todavía”.
“Cambió toda la noche”, dijo la presentadora Robin Roberts.
El programa dio paso a un corresponsal en Los Ángeles, T. J. Holmes, quien dijo que “fue feo, fue vergonzoso, fue confuso”. Y a pesar de todos los premios históricos entregados el domingo, lamentó, “aquí estamos, abriendo el programa y la historia de la mañana sobre un hombre agrediendo a otro en el escenario de los Oscar”.
Los responsables de los Oscar se propusieron no repetir los bajos índices de audiencia del año pasado, al introducir una serie de cambios con los que esperaban atraer a más espectadores: nombrar a un trío de cómicas como presentadoras, pregrabar algunos premios para intentar acelerar el ritmo, presentar un premio al favorito de los fans por el que los espectadores pudieran votar. Pero la emisión de este año se convirtió en un programa de televisión imperdible por una razón que no habían previsto.
“Vaya… Dije que no sería aburrido #Oscars”, tuiteó Will Packer, uno de los productores del programa, tras la gala.
El incidente se desencadenó después de que Rock hiciera una broma sobre el pelo muy corto de la esposa de Smith, Jada Pinkett Smith, que padece alopecia, una enfermedad que provoca la caída del cabello. Al principio, algunos espectadores sorprendidos se preguntaron si el golpe podría haber sido parte del espectáculo.
Pero cuando ABC cortó el sonido, lo que obligó al público a leer los labios de Smith mientras le gritaba Rock que no dijera el nombre de su esposa, la realidad de la situación se impuso.
Tras bambalinas en los Oscar, hubo discusiones serias sobre sacar a Smith del teatro, según un funcionario de la industria con conocimiento de la situación y a quien se le otorgó el anonimato para describir las deliberaciones internas. Pero había una ventana de tiempo breve para esas discusiones: el momento del premio al mejor actor, categoría en la que Smith era el gran favorito, se aproximaba con rapidez, señaló la persona, y había muchas partes interesadas, con diferentes opiniones sobre cómo proceder. Los funcionarios también estaban tratando de asegurarse de que Rock no hubiera resultado herido de gravedad, dijo la persona.
Tras asestar el golpe, Smith volvió a su asiento, permaneció en el teatro y luego fue celebrado cuando recibió la estatuilla al mejor actor. En su discurso, Smith se disculpó con la Academia y los actores nominados, pero no con Rock, e intentó de manera desafiante establecer paralelos con el personaje que interpretó en Rey Richard: una familia ganadora, el padre ferozmente protector de Venus y Serena Williams. Recibió una ovación de pie.
“Richard Williams era un feroz defensor de su familia”, dijo.
Los comediantes, que se ganan la vida contando chistes incómodos y a veces ofensivos, expresaron su preocupación por el precedente que había sentado Smith.
“Déjenme decirles algo, es una práctica muy nociva subir al escenario y agredir físicamente a un comediante”, tuiteó Kathy Griffin. “Ahora todos tenemos que preocuparnos por quién quiere ser el próximo Will Smith en los clubes de comedia y teatros”.
Jimmy Kimmel, un comediante y presentador de programas de entrevistas que había sido el presentador más reciente de los Oscar, dijo en The Bill Simmons Podcast que se sentía mal por las presentadoras, Questlove —quien ganó el premio que entregaba Rock— y Rock, quien dijo que “ciertamente no se lo merecía”.
“En cierto modo, también me siento mal por Will Smith, porque creo que dejó que sus emociones lo dominaran, y esta debería haber sido una de las grandes noches de su vida”, dijo Kimmel. “Y ahora no lo es. ¿Había alguien a quien no le gustara Will Smith hace una hora en el mundo? Creo que nadie, ¿cierto? Ahora no tiene un solo amigo comediante, eso es seguro”.
En la fiesta posterior, David Rubin, el presidente de la Academia, no quiso adoptar una postura sobre lo que había ocurrido y dijo, con un gesto de las manos: “Todavía lo estoy procesando”.
Whoopi Goldberg, quien forma parte de la junta directiva de la Academia y ha sido la presentadora del espectáculo varias veces, dijo el lunes en su programa de entrevistas The View que no creía que se le revocaría el premio a Smith, citando la decisión de Rock de no presentar cargos.
“No le vamos a quitar ese Oscar”, dijo. “Habrá consecuencias, estoy segura”.
Los representantes de la Academia no respondieron inmediatamente el lunes por la mañana cuando se les preguntó si Smith enfrentaría repercusiones por golpear a un presentador. Al menos un miembro de la Academia, Marshall Herskovitz, antiguo presidente del Gremio de Productores de América, pidió que Smith enfrentara medidas disciplinarias.
No quedó claro de inmediato si la broma de Rock había sido revisada antes de que la hiciera.
El Departamento de Policía de Los Ángeles dijo que tenía conocimiento de lo que describió como un incidente en el que “un individuo abofeteó a otro” en los Oscar. La policía dijo que la persona implicada había “declinado presentar una denuncia policial”.
“Si la parte implicada desea un informe policial en una fecha posterior”, dijo la policía, seguirían adelante y “completarían un informe de investigación”.
Rock ya se ha burlado de la pareja desde el escenario de los Oscar. En 2016, cuando los Smith boicotearon la entrega de premios porque los nominados en las cuatro categorías de actuación eran todos blancos, Rock, el presentador de esa edición, bromeó al respecto. “Jada dice que no viene, que protesta”, dijo Rock ese año. “Yo dije, ¿ella no está en un programa de televisión? Jada va a boicotear los Oscars… que Jada boicotee los Oscars es como que yo boicotee la ropa interior de Rihanna. No me han invitado”.
Smith no dejó de celebrar su victoria el domingo por la noche, al bailar en una abarrotada fiesta posterior mientras sostenía su trofeo, donde evitó las preguntas sobre el incidente, que no ha abordado de manera pública desde su discurso de aceptación. Un publicista de Rock no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Jaden Smith, uno de los hijos de Will y Jada, tuiteó simplemente: “Y así es como lo hacemos”.
Pero la reacción dentro y fuera de Hollywood fue muy variada. En las entrevistas realizadas después del espectáculo, en las fiestas posteriores y en las redes sociales, los colegas de Smith expresaron de forma diversa su tristeza, confusión, incredulidad, enfado y, en algunos casos, empatía. Muchos desviaron o ignoraron por completo las preguntas sobre el episodio.
El actor Mark Hamill lo calificó como el momento más feo de los Oscar. “Los comediantes son muy hábiles en el manejo de los abucheos”, escribió en Twitter. “La agresión física violenta… no tanto. #UgliestOscarMoment_Ever”.
Otros parecían defender a Smith. “Muchas opiniones aquí sobre Will Smith y Chris Rock, especialmente de personas cuyas parejas no son mujeres negras (principalmente gente blanca)”, tuiteó el autor Frederick Joseph. “No me importa si es una broma o no, la cantidad de cosas que las mujeres negras tienen que soportar… la gente está cansada de ello. No tenemos ni idea de lo que ha pasado Jada”.
La comediante Tiffany Haddish, quien protagonizó la película Viaje de chicas con Pinkett Smith, dijo en una entrevista con la revista People en la fiesta posterior que valoró ver a Smith proteger a su esposa.
“Y puede que al mundo no le guste cómo ocurrió”, dijo Haddish, “pero para mí fue lo más bonito que he visto nunca porque me hizo creer que todavía hay hombres que aman y se preocupan por sus mujeres, por sus esposas”.
Un alto ejecutivo de un estudio, que no quiso dar una declaración oficial, se mostró decepcionado con Smith, y con el hecho de que el público del teatro lo ovacionara de pie.
Pero a la mañana siguiente, gran parte de la reacción seguía siendo de incredulidad.
“No estamos seguros de dónde acabarán las consecuencias”, dijo Ryan Seacrest el lunes en su programa matutino Live With Kelly and Ryan. “Fue uno de esos momentos que no podíamos creer al verlo”.
Dave Itzkoff colaboró con reporteo.
Matt Stevens es un reportero de arte y cultura de The New York Times radicado en Nueva York. Anteriormente cubrió la política nacional y las noticias de última hora para el Times. @ByMattStevens
Nicole Sperling es reportera de medios y entretenimiento, que cubre Hollywood y el floreciente negocio de la emisión en continuo. Se unió al Times en 2019. Anteriormente trabajó para Vanity Fair, Entertainment Weekly y Los Angeles Times. @nicsperling
Dave Itzkoff colaboró con reporteo. Academy Awards (Oscars) Television Smith, Will Smith, Jada Pinkett Rock, Chris Comedy and Humor Alopecia Areata Assaults