Humberto De Vargas dio una entrevista este viernes a Hacemos lo que podemos de radio Universal 970, donde se refirió a su situación personal tras la detención policial por conducir ebrio y el despido de Canal 10. “Obviamente no estoy nada bien, pero tratando de superar una situación muy negativa desde todo punto de vista, tratando —como se dice habitualmente— de ver el medio vaso lleno y no el medio vaso vacío, pero me sonrío porque es un momento bastante difícil; creo que ni el vaso se ve, pero no importa”, contó el actor y conductor de televisión.
El conductor del programa consultó a De Vargas si estas han sido las cinco peores semanas que ha vivido, ante lo que el comunicador respondió que sí: “Creo que sí, porque si bien hay pérdidas que son absolutamente irreparables, como son la muerte de tu madre o de tu padre, hay cuestiones que tienen que ver con la vida y con las que, de alguna manera, te vas preparando cuando llega determinado momento en que tus viejos tienen sus achaques; como que existiera algo que te prepara para que en algún momento esa pérdida vos la puedas llegar a tener. Quitando esos dolores que pueden a ser mayúsculos en la vida, yo creo que sí, que estas últimas semanas, desde el incidente de la conducción alcoholizado, han sido tremendas, muy duras, y sin tipo de dudas las peores de mi vida”.
La detención de De Vargas se concretó el 12 de julio. “Fue a raíz de una torpeza total de mezclar alcohol con las pastillas que tomo diariamente, y fue en un hecho accidental, el día posterior al Día del Padre. Yo estaba muy sensibilizado por esa situación. También es notorio y la gente lo sabe: con dos de mis tres hijos yo no mantengo ningún tipo de relación porque ellos han decidido no tener ese contacto conmigo. Y un grupo de amigos, sabiendo que yo el domingo por el Día del Padre no lo iba a pasar del todo bien, más allá de que mi hija la mayor me acompañó y estuvo conmigo, tomaron la decisión de que el lunes nos juntáramos en una parrillada a comer y tomar algo”, contó.
“Recuerdo que no comí, porque no tenía ganas de comer. Viste cuando en esos grupos se piden brasero y picamos todos; no comí y hubo un momento de brindis, brindo con una primera copa de vino, y siguió una segunda y una tercera copa de vino, yo no había comido nada, y eso provocó lo que finalmente generó todo lo que generó”, agregó.
Sin recuerdos
De Vargas reveló que no tiene “el más mínimo recuerdo” de lo que pasó: “Estaba a 10 minutos de casa y no recuerdo absolutamente nada. Mi psiquiatra me dijo: ‘Humberto, no te tortures más con el tema porque la situación te provocó estado de amnesia, porque vos hiciste una mezcla que no se puede hacer’”.
“Yo tomo cuatro medicamentos diariamente e inclusive para salir de casa hay muchas veces que tengo que tomar un medicamento en particular. Hay uno que debo tenerlo permanentemente en la billetera, que el médico lo llama medicamento de rescate. Mucha gente que ha tenido este tipo de situaciones, de ataques de pánico, de depresión, de agorafobia sabe de lo que estoy hablando. Son situaciones en la que vos sentís que la cosa más tonta como ir al almacén de la esquina se transforma en algo pesadísimo, o llegás al almacén y hacés la compra y en el momento en que vas a salir te falta el aire y te parece que te va a pasar algo cuando en realidad no te pasa nada”, expresó.
De Vargas, que enfrenta dos procesos, uno ante el juzgado de Faltas y otro ante la Justicia Penal, dijo que lo hizo fue un “gravísimo error”: “La imprudencia del manejo alcoholizado por los demás, por lo que podría haber causado a cualquier otra persona, e inclusive por lo que me podría haber pasado a mí”.
“Los arrepentimientos tienen un valor personal para tu entorno, pero lo hecho, hecho está”, asumió. “Los policías hicieron muy bien todo lo que hicieron porque es muy probable que me hayan salvado la vida. Así debe actuar la Policía. Cuando ven a una persona, según dicen ellos mismos, que no se mantenía en pie y decía incoherencias”.
“Está claro que, por el bien de esa persona, lo tenés que detener”, concluyó.