La casa que la Policía de Las Vegas registró esta semana en relación a la investigación abierta del asesinato del rapero Tupac Shakur en 1996 pertenece al tío de uno de los hombres que por años ha figurado como sospechoso del caso.
La Policía Metropolitana de Las Vegas ejecutó una orden de registro en un lugar en Henderson (Nevada, EE.UU.) retomando el caso de homicidio del rapero, sin resolver desde hace casi tres décadas, y no quiso dar detalles sobre el asunto.
Según información de medios nacionales, la propiedad investigada pertenece a Paula Clemons, una mujer casada con Keefe Davis, quien en múltiples ocasiones ha asegurado que su sobrino Orlando Anderson, estuvo implicado en el asesinato de Kapur.
El autor de “Hit 'Em Up” fue asesinado el 7 de setiembre de 1996 a los 25 años después de salir de una pelea de boxeo en el hotel MGM Grand en Las Vegas tras recibir varios impactos de bala.
Los disparos provenían del asiento trasero de un Cadillac blanco que se detuvo junto al automóvil del rapero provocando un tiroteo.
En 2018, Netflix lanzó el documental Unsolved: The Tupac and Biggie Murders, en el que aparece Davis afirmando que había estado en el automóvil junto al hombre que había disparado a Shakur, pero no quiso dar el nombre del responsable.
Anderson negó su responsabilidad en el asesinato de Tupac en numerosas ocasiones y dos años después de la muerte de Shakur murió en un tiroteo entre pandillas.
La Policía de Las Vegas aseguró en el pasado que pese a la gran cantidad de testigos que presenciaron la escena, la investigación se había estancado por falta de cooperación de los mismos.
A partir de su asesinato, la leyenda de Tupac creció de manera exponencial convirtiéndolo en un emblema del hip-hop estadounidense y su muerte ha dado pie a la creación de teorías conspirativas.
Shakur nació el 16 de junio de 1971 en Nueva York, se crió entre la pobreza y la violencia de las calles y siendo adolescente ingresó en una escuela de arte en Baltimore (EE.UU.).
El álbum 2Pacalypse Now (1991) fue el primer paso de una carrera en la que se caracterizó por el estilo “gangsta”, una corriente del rap que aspiraba a retratar la miseria, la violencia y el racismo de los guetos pero que, según sus críticos, glorificaba la vida de los criminales.
EFE