La semana pasada se supo que luego de estar 30 años en Canal 10, Claudia Varela, periodista y cronista de Subrayado, dejaba su lugar en el noticiero para estar al frente de la comunicación del Instituto del Niño y Adolescente (Inau).
A pocos días de que trascendiera esta noticia, la comunicadora no solo reveló los motivos por los que se iba del informativo, sino que también contó en las redes el quebranto de salud que había tenido. En un posteo de Instagram, Varela dijo que la habían internado de urgencia por una lesión en la cadera.
“'Me tapó un poco el agua, pero igual puedo respirar', le dije a una amiga que en poco tiempo se convertirá en mi jefa. Es que así lo aprendí a lo largo de los desafíos de los años. Aunque les confieso que no recuerdo tantos desafíos al mismo tiempo. Junto con una propuesta laboral que me llegó en un momento de mi vida en que sentía la necesidad de salir del estancamiento profesional, la cadera me paralizó el movimiento”, expresó sobre su proceso de recuperación y dio los motivos por los que cambió de trabajo.
Luego, se refirió a los comentarios negativos que recibió por asumir este nuevo puesto en el Inau. “¡Qué aprendizaje, los mensajes que te da la vida! Las felicitaciones por el cambio, y también algunos insultos en redes sociales de gente que ni siquiera me conoce ni conoce mis méritos profesionales, los recibí en una cama de un hospital. Pero, como tengo un guerrero interno que siempre me salva, empecé a caminar. Con dificultad y con mucho dolor, pero me empecé a mover”, agregó.
Acto seguido, la comunicadora compartió otro problema que le ocurrió al salir de su internación. “Aún faltaba algún golpecito más. El día en que me daban el alta para seguir el tratamiento en mi casa, internaron a mi padre. Una enfermedad de hace bastante tiempo y sus 86 años hicieron sonar alarmas que aún no sabemos cuándo ni cómo se van a apagar”, aseguró.
“En estos días he llorado bastante. Por impotencia, por el dolor físico y hasta un poco por rabia, una emoción que me cuesta asumir. Pero también lloré lindo. Yo le digo así a las lágrimas que salen con amor. Porque en medio de todo esto, confirmé que tengo una red de contención de familia y amigos que me ayuda a caminar, aun con una cadera emparchada. Sí. A veces te puede tapar el agua y aun así seguir respirando”, cerró.