El pasado sábado, la comunicadora Ana Inés Martínez relató en X un desagradable y violento episodio que le tocó vivir.

“Indignante la seguridad en este país. En pleno Pocitos se subió un hombre en moto sin matrícula a la vereda donde iba caminando (Benito Blanco y Scosería) y me robó de manera muy campante. Hice la denuncia y en esa cuadra no había cámaras del Ministerio para rastrearlo”, escribió.

“Los chorros saben más que cualquiera dónde hay cámaras del Ministerio y dónde no para robar con impunidad. Es indignante que cada día que pasa esto está peor y nadie hace nada. Hoy me pasó a mí, pero pasa a diario. Mañana hay elecciones, todos prometen más seguridad”, prosiguió.

“Espero que de una vez por todas cumplan. Un sábado 14:30 de la tarde en pleno Benito Blanco y Scosería, que un ladrón se suba en moto a la vereda para robarte es indignante y patético, y pasó en nuestro Uruguay”, cerró.

Anoche, la periodista deportiva volvió a la red social e hizo una puesta a punto de su caso. En la publicación manifestó desencanto por la actuación de la policía, ya que —asegura— ella misma obtuvo datos precisos sobre el paradero de los objetos robados y, aun así, las autoridades no actuaron.

“El día sábado de tarde pasé dirección a la policía de dónde estaban mis cosas robadas. Calle y número de puerta. También facilité nombre y apellido de quien vive ahí y que se dedica a ese tipo de actos. Sumado a que también (según allegados) reconoció haber tenido mis cosas en mano y haberlas vendido. Hice todo el trabajo de investigaciones yo. Aún no tengo novedades de nada. Siga siga...”, escribió.

Varios internautas se solidarizaron con Martínez, y algunos aprovecharon la ocasión para relatar experiencias similares, casos de robos en los que la información de localización obtenida de los propios dispositivos robados no bastó para accionar una rápida acción policial.

En contrapartida, otros internautas la acusaron de pretender un trato de privilegio por ser una persona mediática.

Martínez no respondió ni a unos ni a otros, y simplemente abogó por la aparición de los bienes que le fueron sustraídos.

“Ojalá me tapen la boca y aparezcan. Desde hace casi cinco días les sobran datos para haber actuado”, expresó.