El cantante británico Liam Payne falleció el pasado 16 de octubre al caer del tercer piso del CasaSur Palermo Hotel, en la ciudad de Buenos Aires.
El inesperado y trágico deceso del famoso artista conmovió al mundo. Ese mismo día, las imágenes tomadas en la suite que ocupaba mostraron al mundo indicios claros de que el joven cantante había consumido drogas.
Actualmente hay tres hombres señalados como presuntos proveedores de estupefacientes al fallecido músico. Se trata de Rogelio Nores, Ezequiel Pereyra y Braian Nahuel Paiz. Este último brindó en las últimas horas inquietantes declaraciones en las que sugirió que, en las últimas horas de su vida, Payne tenía miedo de alguien.
“La realidad es que no le suministré drogas”, dijo Paiz en entrevista con Telefe Noticias. “Me contactó en lo que es mi trabajo. Nos pasamos el contacto y nos vimos esa noche. Normal. Me fue a buscar abajo porque me había perdido, no sabía cómo llegar al hotel y él me fue a buscar”, agregó Paiz, y aclaró que eso sucedió cuando Payne se encontraba alojado en el Hotel Park Hyatt que está en Palermo. “Ahí nos juntamos. Me mostró un poco de su música, de la que iba a sacar adelante”, narró.
En un momento de la entrevista, el joven dijo que había escuchado que el exintegrante de One Direction estaba en tratamiento por adicciones, aunque destacó: “La realidad es que cuando llegó al local donde yo trabajo él ya estaba drogado. De hecho, ni comió”, contó.
LOS DE ONE DIRECTION LE SACABAN PUNTA
— VeníQueTeMuestroMiMúsicacesco (@Bracesco2023) November 10, 2024
*EL TURRO QUE SE COGIÓ LIAM PAYNE ANTES DE SALTAR*
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“Me pidió mi contacto y yo le pasé mi Instagram. Me envió mensajes porque quería drogarse. Ya estaba drogado y se iba a un concierto o algo así”. De acuerdo con su versión, ese 2 de octubre fue la última vez que habló. “Subí al hotel, charlamos, me mostró la música como te dije anteriormente y nos tomamos unos shots de whisky”, contó.
Paiz dijo que él y el músico tuvieron “algo íntimo”, y que artista no se mostró nunca violento. Por el contrario, siempre fue dulce.
Durante su encuentro, Paiz asegura que él fumó marihuana y su acompañante consumió cocaína.
En el reportaje, aseguró que Payne “nunca se habría podido tirar” y que “la baranda era alta”. También aseguró que antes de morir el artista compartió con él vía celular una ubicación diferente, y que al teléfono de este le habían sacado el chip.
Además, contó que el supuesto temor del cantante se traducía en algunas curiosas acciones. Por ejemplo, dijo que Payne obstruyó con papeles la ranura para introducir tarjeta de acceso a la suite, con el fin de impedir que alguien, en posesión de la tarjeta o una copia, ingresara.
“Yo estaba drogado y mucho no entendía, pero algo raro estaba pasando”, manifestó.