La modelo y psicóloga Pamela Sosa fue entre los años 2006 y 2014 pareja del médico Aníbal Lotocki, profesional actualmente condenado por mala praxis. Sosa fue una de las víctimas de los procedimientos del profesional, que le causaron diabetes y granulomas.
Tras separarse de Lotocki, Sosa se convirtió en una de las celebridades que denunciaron al cirujano, querella que presentaron Gabriela Trenchi, Stefanía Xipolitakis y Silvina Luna, esta última fallecida ayer.
Tal como informáramos, Luna falleció ayer luego de pasar casi tres meses hospitalizada. Padecía una insuficiencia renal provocada por los procedimientos estéticos a los que se había sometido hace más de una década, con el fin de aumentar el tamaño de los glúteos.
Anoche, y luego de que se conociera la triste noticia del deceso de Luna, Sosa se plantó en la puerta de la casa de su excompañero y actual demandado. Apenada y enfurecida a la vez, la mujer protagonizó una escena conmovedora.
“¿Qué más quieren esperar? La gente se muere”, gritó Sosa. “¡Da la cara, Lotocki! Vení acá, vení a hablar conmigo, Lotocki asesino. ¿Cuántas víctimas tienen que pasar? Ya vas a estar preso, hijo de puta”, gritó.
Luego, y entre lágrimas, hizo declaraciones a medios de prensa que habían acudido al lugar.
“Justicia de mierda. Este tipo tiene que estar preso. ¿Cuánta gente más tiene que matar? Lo quiero matar”, agregó.
Según recuerda el periódico La Nación, Pamela Sosa y Silvina Luna llevaban años trabajando junto al abogado Fernando Burlando para que Lotocki, ya condenado, ingresara a prisión. Sin embargo, hasta el momento no lograron su cometido.
“Con Silvina veníamos trabajando hace cinco años, era mi compañera en la justicia junto con Burlando”, dijo entre lágrimas, y admitió que teme correr la misma suerte que su amiga. “Una obviamente tiene miedo por lo que pueda pasar, pero se murió una persona joven, una víctima”, dijo, para estallar nuevamente contra el demandado. “¡Hijo de puta, salí!”, reclamó.
“Una mina que tenía futuro, una persona que quería tener una familia. No me puedo imaginar el hermano cómo puede estar, por Dios. Una persona querida, una buena persona, ¡¿por qué?! La justicia que no hace nada. Ganamos un juicio y nadie hace nada. ¿Quién te ampara? ¿Quién es? ¿El kirchnerismo? Estoy muy enojada”, continuó.
En febrero del 2022, Aníbal Lotocki fue condenado a cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo y a cinco de inhabilitación para ejercer la profesión, luego de ser denunciado por mala praxis por un grupo de mujeres que fueron afectadas por sus intervenciones quirúrgicas, entre las que se encontraban Pamela Sosa y Silvina Luna. Sin embargo, la sentencia no estaba firme, por lo que el cirujano continuó en libertad y practicando su profesión.
“Tengo mucho enojo que la Justicia no haga nada. Ya ganamos. Necesitamos la sentencia firme, no puede seguir un asesino suelto. Ya mató a un montón de personas, por favor, necesitamos que alguien nos ampare. ¿Los jueces y la justicia para qué están? Para cuidarnos. Y acá nadie nos cuida. Venimos peleando con Silvina hace cinco años sometiéndonos a un montón de estudios y cosas que son horribles. Pinchazo por acá y por allá”, expresó.
“Tengo una diabetes que gracias a Dios la llevo bien, igual no significa nada, porque no tendría que ni tenerlo. No tendría que tener ese veneno que nos puso este hijo de puta. Que salga y nos diga por qué tenemos esto adentro”, exigió. Sin embargo, las puertas de la casa de Lotocki no se abrieron.
Otra muerte y una lista
El pasado 17 de agosto murió el asesor de imagen Mariano Caprarola, conocido por la coconducción de La jaula de la moda. Al igual que Luna y Sosa, Caprarola también había pasado por el consultorio de Lotocki, y enfermó a causa de los procedimientos a los que se sometió.
“Estaba internado haciéndose los controles de rutina por la calcificación renal, que hacía periódicamente, por las complicaciones derivadas de las cirugías. Otra víctima más. Hace muchos años que se internaba por este problema, más la sustancia que intentaba sacarse del cuerpo”, escribió entonces en redes sociales el comunicador argentino Ángel de Brito.
Gabriela Trenchi, otra de las denunciantes de la causa, dijo posteriormente que Caprarola tenía una lista de “personas poderosas” que protegían al cirujano.
“Ojalá abran la caja fuerte y ahí se puedan dar a conocer los nombres. Todos tenemos miedo. Son vinculados a la política y al poder”, sostuvo.