El actor, cantante y comunicador Humberto de Vargas pasó por los estudios de Canal 4 como invitado del programa Algo contigo. Allí mantuvo un extenso diálogo con el anfitrión, Luis Alberto Carballo, diálogo que por momentos transitó por aspectos de la intimidad del entrevistado.

En la charla se preguntó por las circunstancias de su separación de Rosy Alhadeff, con quien estuvo en pareja desde 1999 hasta 2020. En concreto, Carballo quiso saber si la ocupada vida de De Vargas, “la noche y las largas horas de trabajo” habían roto la pareja, algo a lo que el interrogado no supo responder.

“La respuesta que debería darte... tendrías que preguntárselo a ella”, dijo tras una vacilación. “Yo todavía no sé qué pasó. Pero lo que sí sé, porque lo supe siempre y lo confirmé, es que cuando una mujer te dice ‘me voy’, se quiere ir, y ya está”, expresó.

“Sinceramente digo que habría que preguntárselo a ella”, insistió. “Yo lo pregunté en mil y una conversaciones que tuvimos antes de que se tomara la decisión final”, sostuvo, para luego narrar cómo fue el proceso que condujo a ese desenlace.

“El 24 de enero [de 2020] fue el día en que estrenamos La mentira en el Teatro del Notariado. Están las fotografías en las que se ve que, como siempre, quien me acompañaba era Rosy. Tarde en la noche, después de estar con el elenco, fuimos a la barbacoa de casa y allí hubo una decisión de hacer como una suerte de separación transitoria, que se extendió hasta el 20 de setiembre”, dijo.

Entre enero y setiembre, De Vargas vivió en esa barbacoa en el fondo de la casa, hasta que “dos días antes me comunicaron: ‘en dos días llegan los fletes y nos vamos', y así fue”, contó sobre la marcha de Rosy junto a Facundo y Sofía, hijos de la pareja.

“Retorné a la cucha grande [el inmueble principal], me quedé solo con los dos perros, y ahí empezó en parte lo que yo llamo la debacle”, que fue “emocional, personal y profesional”.

Esa debacle tendría un punto de inflexión en julio de 2022, cuando Humberto de Vargas fue detenido por conducir bajo efectos del alcohol. El episodio quizá no habría tenido mayor trascendencia de no ser porque el comunicador se desacató ante los funcionarios y los insultó con insistencia tanto dentro del patrullero que lo trasladaba como en la comisaría. Luego circularon en las redes sociales audios de esos momentos, algo que ameritó una investigación interna del Ministerio del Interior.

Días después, y a raíz del escándalo suscitado, De Vargas fue desvinculado de Canal 10, televisora en la que era figura destacada y acumulaba décadas de carrera.

“No tengo ningún prurito en decirlo: fue por eso, no lo pude superar”, admitió, haciendo extensivo el duelo del divorcio también a sus dos hijos.

“Yo ya había conseguido todo lo que uno puede conseguir en la vida, y cuando eso desapareció me vino la locura”, resumió.