En las semanas previas al balotaje del pasado domingo, el comunicador Ignacio Álvarez cobró notoriedad pública debido al pulso particular que mantuvo con el candidato frenteamplista Yamandú Orsi, a la postre ganador en las urnas.
La reticencia de Orsi a concederle entrevistas a Ignacio Álvarez hizo que este desplegara una estrategia que llegó a incluir la aparición —debidamente aclarada— de un sosias del candidato, generado con inteligencia artificial.
El culmen de tensión entre el periodista y el político se produjo el pasado miércoles, cuando Orsi visitó la sede del Grupo Magnolio para participar del ciclo Desayunos Búsqueda, organizado por el semanario Búsqueda. Álvarez —que tiene su programa en Azul FM, emisora sita en el mismo edificio— emboscó a Orsi en procura de explicaciones por la cancelación de una entrevista que Orsi finalmente había accedido a concederle. En ese momento se produjo un áspero intercambio, en el que Orsi acusó a Álvarez de insultarlo en reiteradas ocasiones y desairó definitivamente sus expectativas de hacerle un reportaje. “No sos tan importante”, le dijo.
Posteriormente, Orsi publicó en redes sociales un compendio de los agraviosos conceptos que el periodista había expresado sobre él, dicterios que el comunicador reconoció.
Ahora, en un nuevo capítulo de esa historia de desencuentros, Álvarez publicó esta mañana en X un breve y personal análisis acerca del triunfo de Orsi en el balotaje y expuso la razón que, a su entender, propició esa victoria electoral.
“El Frente Amplio ganó escondiendo a un candidato con buena imagen, pero vacío de ideas, haciendo propuestas contradictorias para quedar bien con Dios y con el diablo, mintiéndole groseramente al pueblo, y a pesar de la excelente aprobación a la gestión de Lacalle Pou”, comenzó.
“¿Entonces?”, se preguntó, para luego responderse.
“Simple: por algo hace 35 años que el Frente Amplio gana irremediablemente la Intendencia de Montevideo. Hay muchos cerebros tomados por la ideología, y personas que empatizan con un discurso tan popular como demagógico”, expresó.
Según Álvarez, las elecciones de 2019, en las que se impuso el Partido Nacional —con el apoyo del resto de los partidos de derecha del país— “fueron más una excepción, por lo mal que estaba el país y por la estatura política de Lacalle Pou”.
Pese a ese diagnóstico y a pesar de que el resultado electoral fue opuesto a los deseos que manifestara públicamente, Álvarez entiende que se está a las puertas de un cambio positivo.
“Por suerte las cosas empezaron a cambiar, pero es necesario que la gente siga abriendo los ojos y deje de votar con el corazón, como durante décadas lo había hecho por blancos y colorados”, escribió.
“Para eso estamos. Para fomentar el pensamiento crítico. Para cuestionar y cuestionarnos. Para ser más libres. Porque el fanatismo enceguece y es suicida”, concluyó.