“Alelí”, de Leticia Jorge, seleccionada para representar a Uruguay en los Óscar

El pasado 17 de noviembre los miembros del tribunal integrado por Emiliano Mazza representante de la asociación de Productores y realizadores ASOPROD, Susana Acosta en representación de la Sociedad Uruguaya de Actores, SUA, Mariana Pereira por Técnicos de Cine de Gremiocine y por Guilherme de Alentar, representante de la Asociación de Críticos Cinematográficos del Uruguay ACCU, seleccionaron a Alelí, de Leticia Jorge, para ser la película uruguaya que integre la preselección a Mejor Largometraje Internacional para la próxima edición de los premios Óscar de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.

La convocatoria, que permaneció abierta desde el 16 al 31 de octubre del presente año, recibió las siguientes postulaciones:

- Alelí, de Leticia Jorge, presentada por Mutante Cine
- Carmen Vidal, mujer detective, de Eva Danis, presentada por Anfibia Cine
- Porno para principiantes, de Carlos Ameglio, presentada por Salado
- Chico ventana también quisiera tener un submarino, de Alex Piperno, presentada por La pobladora Cine

Esta edición ha sufrido cambios en su calendario y condiciones para la preselección, determinadas por la Academia en enmienda del 15 de junio, que se adjunta junto al acta de selección. La conformación del tribunal de Selección fue aprobada por la Academia.

Alelí es un largometraje protagonizado por Cristina Morán, junto a Néstor Guzzini, Mirella Pascual y Romina Peluffo.

Esta comedia, segundo largo de la directora Leticia Jorge (Tanta agua, 2013), tuvo su estreno internacional en el Festival de Biarritz y pasó por el Chicago International Film Festival, Torino Film Festival, Festival Internacional CineramaBC, el MONFIC y el Río de Janeiro International Film Festival.

Cristina Morán interpreta a Alba, la madre de la familia Mazzotti. ALELÍ es una comedia sobre la familia en clave de sátira que se ríe de lo trágico, del miedo a crecer, del miedo a cambiar, de los familiares con mal gusto, de las peleas mezquinas. Después de todo, uno no puede elegir a su familia, pero ellos tampoco pueden elegirlo a uno.