El pasado jueves 7 de diciembre, tras la Cumbre del Mercosur celebrada en Río de Janeiro, el presidente brasileño Lula da Silva recibió al expresidente uruguayo José Mujica, con quien lo une una afinidad ideológica y también una amistad personal.
Según consigna el semanario Búsqueda, el encuentro fue presenciado por varios testigos uruguayos y brasileños, quienes escucharon el particular pedido que Lula hizo a Mujica. “Necesito que seas mi intermediario”, dijo el brasileño, en referencia a la difícil relación que le espera con el nuevo mandatario argentino, Javier Milei.
El mandatario del país norteño busca que Mujica medie en la relación con su par argentino, que no comenzó precisamente con el pie derecho. Durante la campaña electoral argentina, Milei calificó a Lula de corrupto, y anunció que rompería relaces diplomáticas con Brasil. Luego el libertario recogió velas e invitó a su par brasileño a su asunción de mando, invitación que fue rechazada por Lula.
Consultado por el citado medio, Mujica admitió haber recibido el pedido de Lula, y aseguró que “la relación de Argentina con Brasil no se puede deteriorar”. “Para Uruguay es fundamental que eso no ocurra. Está bien buscar mercados nuevos, pero también hay que cuidar los que tenemos, y Brasil y Argentina son fundamentales para nosotros”, sostuvo.
En ese sentido, aseguró que hará todo lo posible para mejorar las relaciones entre los vecinos de nuestro país, algo en lo que espera que el gobierno colabore o al menos “eche aceite para mejorar la situación”.
Además, consideró que el presidente tampoco incurriría en el error de sabotear el vínculo con su mayor socio regional. “Milei puede ser loco, pero no bobo”, consideró Mujica, quien entiende que el nuevo ocupante de la Casa Rosada sabe que necesitará a Brasil “lo más cerca posible”.