Volodímir Oleksándrovich Zelenski nació un 25 de enero de 1978, en la ciudad de Krivói Rog, Ucrania, cuando la actual república tenía el epíteto “socialista soviética” en su nombre oficial y aún era parte de la URSS que lideraba Leonid Brézhnev, uno de tantos “hombres fuertes” que gobernaron la vecina “Madre Rusia” a lo largo de su historia.

Hijo de Oleksandr (de quien viene su patronímico, según la tradición eslava) y Rimma, Zelenski vivió cuatro años de su vida —antes de que empezara la escuela primaria —, en Erdenet, Mongolia, debido al trabajo de su padre, ingeniero eléctrico especializado en cibernética y la automatización de equipos mineros.

Ambos padres, al igual que él, profesan la religión judía. Su abuelo Seymon Ivanovich Zelenski, sirvió en el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial, la misma en la que su padre (bisabuelo del actual mandatario) y hermanos fueran asesinados por los nazis, en el Holocausto.

En su juventud, Volodímir Oleksándrovich estudió Derecho y llegó a licenciarse, en el Instituto de Economía de su ciudad natal, aunque nunca llegara a ejercer la práctica legal.

A los 17 años compitió en KVN (Club de lo Gracioso e Inventivo, por sus siglas en ruso), uno de los programas cómicos históricos de Rusia y luego fue invitado a integrar un equipo de comediantes que ganó la “Liga Mayor” de ese show. Ese mismo año funda Kvartal 95, su propio grupo, con el que no sólo compitió en la Liga, sino que hizo giras por Rusia, Ucrania y otras repúblicas exsoviéticas.

Desde 2003, Kvartal 95 comenzó a producir sus propios programas para la televisión ucraniana. En 2008, Zelenski protagonizó su primera película, Amor en la Gran Manzana, una comedia ruso-ucraniana sobre un grupo de amigos que viven en Nueva York. Actuaría, hasta 2018, en siete cintas más.

En 2014, el hoy presidente se mostró crítico de la iniciativa del entonces ministro de Cultura de prohibir artistas y productos culturales rusos en su país, luego de la anexión de Crimea por parte de Moscú. En 2018, la secuela de su primera película fue prohibida en Ucrania, al ser una producción rusa. En 2017 habían prohibido sus producciones en Rusia, luego de que Kvartal 95 donara un millón de grivnas (divisa ucraniana) al ejército de su país durante la Guerra del Donbáss (región del este de Ucrania).

Se convirtió en una de las estrellas de la televisión ucraniana en la época en la que comenzó con Servidor del Pueblo (2015-2019), el programa satírico en el que él hacía el papel que ocupa hoy, el de presidente de Ucrania.

Foto: Kvartal 95

Foto: Kvartal 95

Del set de TV al Palacio Mariyinski

El 31 de diciembre de 2018, el cómico anunció su candidatura a las elecciones presidenciales del siguiente año, el mismo día que Petró Poroshenko, presidente de Ucrania en ese entonces, daba su tradicional discurso de fin de año. Seis meses antes de que Zelenski oficializara su carrera, ya era uno de los favoritos en las encuestas de opinión.

Durante los primeros tiempos de la campaña, fue criticado por “evitar a los periodistas”, a lo que el político contestó que no lo estaba haciendo, sino que no quería ir a talk shows donde “la gente del viejo poder” estaban “simplemente haciendo relaciones públicas”.

En aquellos tiempos Poroshenko llegó a afirmar que de ganar Zelenski se iba a beneficiar Rusia. Posteriormente, Zelenski admitió, en el debate previo a las elecciones en las que compitió con el mandatario, que había votado por él en el 2014. “Estaba equivocado, estábamos equivocados. Votamos por un Poroshenko, pero recibimos otro. El primero aparece cuando hay cámaras, el otro Petró envía a Medvedchuk (diputado y oligarca ucraniano pro-Rusia) a saludar a Moscú”, dijo en el evento, según consigna el medio local, Ukrayinska Pravda.

El 21 de abril de 2019, el comediante fue electo para el papel que representaba para entretener a millones de ucranianos en la pantalla chica. En mayo de ese año, asumió como presidente.

La presidencia del outsider

Entrevistado por Pravda, en 2018, Zelenski dijo que, como presidente, buscaría finalizar la guerra del Donbáss al negociar con Rusia. En otra entrevista, antes de las elecciones, declaró que estaba en contra de darle “estatus especial” a la región dominada por milicias prorrusas.

Desde un principio, quien fuera en algún momento una estrella a ambos lados de la frontera se mostró en contra de atacar el uso del idioma ruso en su país y de perseguir a aquellos voceros de lo considerado por muchos “antiucraniano”.

Sobre quien el pasado jueves ordenó la “operación militar” en Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, Zelenski dijo antes de ganar las elecciones que lo veía como “un enemigo”, según consignó en su momento el periódico británico The Times.

Al llegar a Palacio Mariyinski, residencia presidencial de Ucrania, una de sus primeras iniciativas fue enviar a la Rada Suprema (Parlamento) una propuesta para cambiar el sistema electoral en su país, que finalmente fue rechazado. Como candidato, Zelenski fue un fuerte impulsor del voto electrónico.

El 8 de julio de 2019, con el argumento del ahorro, Zelenski canceló el desfile anual por el Día de la Independencia de Kiev, que se iba a realizar en la Plaza Maidan —independencia, en ucraniano—, esa misma a la que hoy apuntan las cámaras de los canales de todo el mundo, para mostrar que la capital en donde nació el Imperio Ruso aún no cayó ante las fuerzas de quienes reclaman ser sus herederos.

Ese año, en diciembre durante su visita oficial a Azerbaiyán, donde se reunió con su homólogo Ilham Aliyev, el ucraniano dijo: ‘’Nosotros estamos haciendo todo para reestablecer la paz y la integridad territorial de nuestro estado. Desgraciadamente, la misma amenaza enfrenta Azerbaiyán, el cual busca reestablecer su integridad territorial. Pero estoy convencido de que nuestros países van a poder pasar exitosamente esas pruebas”.

En 2020, Servidor del Pueblo, convertido en el primer partido político en obtener la mayoría parlamentaria en la historia de la joven república, propuso una serie de reformas en las leyes de medios del país con el objetivo de aumentar la competencia y debilitar el dominio de los oligarcas ucranianos, hermanos no tan menores de los multimillonarios que dominan tanto en Rusia como en casi todas las regiones exsoviéticas.

Sin embargo, una de las claves para definir a la administración Zelenski es la misma que integra la lista de causas que los futuros historiadores elaborarán sobre esta guerra: el acercamiento de Kiev a Occidente.

Previo a la invasión, el mandatario ucraniano tenía dos objetivos fundamentales, que su país dé el paso definitivo para alejarse del polo magnético del Kremlin y pasar a integrar dos alianzas claves de Occidente, la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En ambos casos, el político sostuvo que quienes finalmente decidirían el ingreso a los bloques serían los ciudadanos ucranianos en referéndum.

El pasado mes de abril, temiendo una escalada militar rusa en la frontera, Zelenski le pidió a Joe Biden y a los líderes de los países miembros de la OTAN que aceleraran el proceso de pedido de membresía de su país. En el caso de la Unión Europea, el plan llevado a cabo por su gobierno apuntaba a solicitar su entrada al bloque en 2024.

Foto: EFE/EPA/UKRAINIAN PRESIDENTIAL PRESS SERVICE

Foto: EFE/EPA/UKRAINIAN PRESIDENTIAL PRESS SERVICE

“Necesito municiones, no un aventón”

El pasado jueves 24 de febrero Ucrania amaneció con la noticia de que una vez más en su historia, el ejército de un país vecino estaba incursionando en su territorio. Putin había anunciado una “operación militar especial” en la siempre protagónica región del Donbáss.

El viernes, en uno de varios discursos que ha dado en estos días vistiendo un uniforme militar verde, Zelenski expresó que su servicio de inteligencia confirmó que él era el objetivo número uno de las fuerzas rusas y que su familia era el segundo. “Ellos quieren destruir Ucrania políticamente al destruir al jefe de Estado”, sostuvo. Sin embargo, manifestó que él y su familia permanecerían en el país.

Al amanecer del sábado 26, tras pasar la noche en la que los medios internacionales suponían que Kiev caería en manos rusas, el gobierno estadounidense habló con Zelenski y le ofreció evacuarlo y mantenerlo en un lugar seguro.

El mandatario rechazó la propuesta y eligió quedarse en Kiev, en el frente, junto a las fuerzas de defensa. “La lucha es aquí. Necesito municiones, no un aventón”.