Por Gonzalo Charquero y Valentina Temesio

Aunque fue intendente, presidente y director de entes, senador, diputado y ministro, a sus casi 70 años Tabaré Viera recién para estas elecciones internas se presentó por primera vez para ser precandidato a presidente de la República.

De cara a una interna colorada con siete precandidatos, y con varios movimientos de dirigentes entre uno y otro sector, Viera afirmó en entrevista con Montevideo Portal que el partido atraviesa un “barajar y dar de vuelta” en cuanto a equilibrios internos y también respondió sobre qué le genera el apoyo de Julio Luis Sanguinetti a Andrés Ojeda.

En tanto, mientras señaló que desde su sector buscan “imprimir lo máximo posible de batllismo” en un futuro gobierno, en este camino el colorado oriundo de Rivera y seguidor de Julio María Sanguinetti definió a la reducción de la jornada laboral como su principal propuesta de campaña.

Ante reiteradas preguntas sobre la implementación, Viera reafirmó que es posible lograrlo, y sostuvo que lo primero sería establecer parámetros de productividad en las diferentes ramas, para luego apuntar a nuevos convenios sin rebajas salariales. “Cualquier propuesta de jornada laboral tiene que estar ligada a un compromiso con la productividad”, dijo.

Además, en cuanto a la marcha de la coalición, Viera consideró que debe avanzar la coordinación entre partidos en un eventual nuevo gobierno del oficialismo y establecer una institucionalidad para garantizar su funcionamiento.

A continuación, la entrevista de Viera con Montevideo Portal.

Foto: Javier Noceti

Foto: Javier Noceti

En las últimas internas coloradas fue a buscar al presidente Sanguinetti para que compitiera con Ernesto Talvi. Ahora, con casi 70 años, se lanza por primera vez como precandidato. ¿Qué cambió de 2019 a este 2024?

Son circunstancias. No hay dos elecciones iguales. Tiene que ver con la situación del partido, tiene que ver con los sectores y sus acuerdos internos. Todo es distinto. La elección pasada fuimos a buscar a Sanguinetti porque creíamos que él lograba, aún a su edad, aglutinar a una serie de dirigentes, y de hecho tuvimos un éxito interesante para la realidad partidaria: alcanzar dos senadores. En esta elección mi sector Batllistas me ha propuesto esta precandidatura, con el apoyo de Julio María Sanguinetti, que es el líder histórico del sector. Para mí es un altísimo honor. Yo nunca rehuí a las responsabilidades partidarias y había una opinión mayoritaria de dirigentes de todo el país que entendían que debíamos ir con un candidato propio.

¿Por qué no se había presentado antes como precandidato?

Porque no se habían dado las circunstancias. O yo mismo promovía otros candidatos, o en algún momento que se había hablado terminamos haciendo acuerdos con otros sectores. Las circunstancias a veces determinan las posibilidades. Los grandes objetivos en política no son las personas, no son los personalismos, son las ideas.

Sin embargo, en el Partido Colorado se han abierto distintas candidaturas. ¿Por qué siente que eso pasa? ¿Hay personalismos?

Siempre hay varias candidaturas. La elección interna pasada hubo siete candidatos. Lo primero es que hay varios sectores. Está claro que al no estar como candidatos el doctor Sanguinetti o Ernesto Talvi, que fueron candidatos la vez pasada, hubo una especie de barajar y dar de vuelta. Entonces, están los sectores que decidieron sacar sus propios candidatos, como Ciudadanos, la Lista 15, nosotros en Batllistas, y aparecen allí algunas figuras que entendieron que era su momento. Eso está dentro de un partido libre y que, si se sienten con ganas, me parece que le hace bien al partido tener un abanico de opciones. Luego de junio tendremos un candidato único.

¿Qué siente que lo diferencia de los otros precandidatos?

Yo me defino a mí y a Batllistas. ¿Qué nos diferencia? Somos un sector que nos autodefinidos firmemente Batllistas, y tenemos por lo tanto una historia con figuras y con una ideología fundada por José Batlle y Ordóñez. Por lo tanto, somos profundamente liberales, pero creemos también en un estado presente que dé servicios de calidad y eficientes en aquellos casos que tenga que hacerlo. Y, por otro lado, en un estado desarrollista que trabaje en políticas públicas para atender las necesidades y potenciar las distintas regiones del país.

Tabaré Viera y Julio María Sanguinetti en 2023. Foto: Foto: Gastón Britos / FocoUy

Tabaré Viera y Julio María Sanguinetti en 2023. Foto: Foto: Gastón Britos / FocoUy

Una de sus principales propuestas es disminuir la jornada laboral. Ha hecho hincapié en “trabajar para vivir y no vivir para trabajar”. ¿Cómo implementaría la productividad?

Esto parte de la base de que nuestro primer compromiso es con los trabajadores. Y, en ese sentido, somos conscientes de que la primera necesidad que tienen los trabajadores es de empleo y salario. Pero luego, en la medida que podamos seguir generando más empleo y crezca el país con políticas que favorezcan a la inversión, los trabajadores necesitan además calidad de vida. No es solamente el empleo y el salario. Hay problemas de seguridad, de vivienda, de salud, y también de tener más tiempo para disfrutar la vida. Eso es un tema que hoy está en el mundo entero y hay buenos ejemplos. Entonces, nosotros decimos que llegó la hora de bajarlo a la mesa de discusión.

Pero bajarlo a la realidad también implica las negociaciones salariales y los empresarios hace muchos años reclaman por la rigidez de las condiciones. ¿Cómo se implementaría?

Creo que tenemos que mejorar el tema de la negociación. Por eso digo que deberían ser negociaciones no salariales, sino de todo lo vinculado al trabajo. La productividad es esencial; cualquier propuesta de jornada laboral tiene que estar ligada a un compromiso con la productividad. Y siempre se ha dicho que el Pit-Cnt no estaba dispuesto a hablar de productividad. Yo tuve una reunión con ellos, como voy a tener con la Confederación Empresarial, y me han dicho que sí, que están dispuestos a conversar y a definir.

Entonces, por rama de actividad, o incluso dentro de las mismas ramas, en las que hay distintos tipos de subsectores, hay que sentarse primero a definir la productividad y los indicadores que nos permitan medirla. Y de allí, y en ese ámbito, deberían emerger los convenios por ramas y sectores en los que liguemos el tiempo de trabajo sin pérdida salarial, y manteniendo como mínimo esa productividad. Va a ayudar mucho el cambio tecnológico, entonces creo que también es justo pensar que esa productividad se pueda repartir. Está bien que implique más ganancias para las empresas, pero creo que también se puede aplicar entendiendo que esa revolución tecnológica trae aparejada la pérdida de fuentes laborales. Que, probablemente, vayan a ser sustituidas por nuevos tipos de trabajo. Pienso que esto es una buena medida además para que, si tenemos que hacer más turnos, podamos mantener esas fuentes laborales y no haya pérdida para los trabajadores y tampoco para las empresas.

En su acto de lanzamiento en Montevideo, a inicios de abril, se mencionó el compromiso con causas feministas. ¿Qué abarcaría esto?

Pertenezco a un partido que ha sido siempre feminista. Tenemos en nuestra historia varios avances legislativos en la materia. Nos importa y nos interesa mucho trabajar por la condición de la mujer y darle mejores posibilidades de desarrollarse. No son regalías. Creo mucho en la capacidad de las mujeres y lo he comprobado. Recuerdo que siendo intendente tenía un programa de trabajos vecinales que ayudaban a sostener fuentes laborales en determinados momentos muy duros de los años 2000, y uno de ellos era un trabajo duro, de empedrados. Hacíamos llamados y sorteos, y un día se me presentó un grupo de mujeres a reclamar por qué no entraban a hacer ese trabajo. Y dije, bueno, parecía ser un trabajo duro. Pero me lo reclamaron con vehemencia al punto que se hicieron cuadrillas de mujeres que no solo hicieron el trabajo, sino que lo hicieron más prolijo. Quizás un poco más lento, pero muy prolijo.

¿Pero este compromiso a qué causa estaría ligado?

Con la causa de darle más posibilidades a las mujeres, fundamentalmente a ser más libres. A tener más posibilidades para su formación y para su desarrollo profesional. Por ejemplo, está en nuestra propuesta darle un impulso grande al sistema de cuidados. La realidad de nuestros niños y de los adultos mayores en nuestras familias es que generalmente es una carga mayor para las mujeres. Lo que tenemos que buscar es que la sociedad sea más justa en el reparto de las tareas para que las mujeres sean más libres y más independientes, porque nadie es independiente si no tiene la independencia económica. Creo que tenemos que ir por políticas públicas que le den mejores posibilidades a las mujeres para demostrar y competir como saben y pueden hacerlo.

Volviendo a las internas, se habla mucho del apoyo de Julio Luis Sanguinetti a Andrés Ojeda. ¿Usted cree que el sanguinettismo le está sacando votos?

No. A ver, creo que tenemos perfiles diferentes dentro de los candidatos del partido y yo me siento muy a gusto de que nuestro líder, el doctor Julio María Sanguinetti, explícitamente me da su apoyo. Porque bueno, él es el líder de Batllistas y yo soy el candidato de Batllistas. Después, en el caso de Julio Luis, él decidió su propio camino, que es diferente al del padre y me parece muy bien. Cada uno hace lo que quiere. Yo me siento muy contento de que sea Julio María Sanguinetti el que me apoye.

Hubo un desmembramiento de Batllistas desde la elección anterior. Eso puede ser natural, como cualquier proceso político, ¿pero por qué ocurrió según su análisis?

Porque ocurrió en todos los sectores.

¿Pero en el caso de Batllistas en particular por qué ocurrió?

Hoy el partido es diferente en su conformación. Ninguno de los sectores que estuvieron presentes en las internas pasadas es igual a cómo lo fue. Hubo un barajar y dar de vuelta. Hay muchos que estuvieron en Batllistas, que hoy están apoyando a otros sectores. Y al revés. Hay dirigentes de otros sectores que están hoy en Batllistas, incluso somos Batllistas unidos. Uno de los principales apoyos políticos que tengo en el país es el senador Germán Coutinho, que pertenecía a la Lista 15. Y algunos que estaban en Batllistas decidieron apoyar a otros candidatos. Eso es claro. Hay rotación y hay reacomodos por distintas circunstancias que son lógicas. En una interna nada de eso puede incidir en nuestro buen relacionamiento al que siempre apelamos. Y el 1° de julio tendremos que estar definiendo el programa único del partido.

¿No siente que su acuerdo con Coutinho generó que otros dirigentes se vayan de Batllistas?

Nunca fue planteado de esa manera. Sí, de pronto, de que había afinidades, o también es lógico y natural que alguien sienta que tiene mejores posibilidades políticas en otro sitio, o apoyando a otro candidato, o que hace determinado acuerdo. Eso ocurre en todos los partidos políticos tanto de la coalición como del Frente Amplio. Esto es natural en los procesos de elecciones internas. Y va a haber una segunda etapa después de julio en la que seguramente habrá acuerdos y reacomodos en todos los partidos. Creo que es totalmente normal y en ninguno de los casos significó para mí un distanciamiento personal.

Si bien las encuestadoras con el Partido Colorado han tomado una posición particular, por el tamaño de las muestras y otras cuestiones técnicas, se marcan algunas tendencias con un grupo de candidatos bastante parejos. ¿Tu estarías dispuesto a unirte con algún candidato antes de junio?

Lo que está definido es que yo soy precandidato a la presidencia hasta el 30 de junio. Hasta la elección. No hay posibilidades de que yo me baje de la precandidatura.

¿Y está en negociaciones para sumar algún otro apoyo?

En este momento no, pero si alguien quiere apoyarnos, con mucho gusto. Lo que no hay posibilidades es de que yo me baje de la candidatura.

El Partido Colorado ha insistido mucho con la denominada “mesa de la coalición” y el diálogo entre los socios. ¿Esto ya está hablado con los precandidatos de otros partidos sobre cómo se implementaría o es algo bastante frío?

Lo hemos hablado con dirigentes de todos los partidos de la coalición. Yo diría que a esta altura hay una idea favorable a concretarlo. No ha habido una reunión para ver el funcionamiento porque no estamos en esa etapa. Hoy estamos en la etapa de las internas, por eso yo le hablo a los colorados, porque lo que se juega es el liderazgo del partido. Y creo que el Partido Colorado necesita un liderazgo con experiencia, con un estilo de trabajo de tender puentes, de formar equipos, pero sobre todo definir un liderazgo con experiencia para incluso, en la formación de la nueva coalición, discutir su funcionamiento. Y es imprescindible que avancemos en la institucionalidad de la coalición. En la formación de algunos ámbitos de trabajo y de diálogo para su mejor funcionamiento. Finalmente funcionó, y funcionó bien la coalición, con matices, porque no somos iguales. Junto con la definición de su institucionalidad, de su funcionamiento, tendremos que avanzar en ese programa común y allí es donde le queremos imprimir lo máximo posible de batllismo. Eso nosotros lo entendemos fundamental porque el rol del Estado es muy importante en un país como Uruguay. Siempre ha sido y lo es.