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Judiciales

Repugnante

Video, masturbación y delito: el pedido de Fiscalía para el taxista que abusó de una joven

La fiscal María Sigona detalló cómo el chofer, de 27 años, forzó a la adolescente y abusó de ella cuando estaba inconsciente.

18.10.2024 14:14

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2024-10-18T14:14:00-03:00
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Por Joaquín Symonds

Desde comienzos de año, la Fiscalía está investigando un presunto abuso sexual que un taxista de Las Piedras (Canelones) habría cometido en contra de una joven de 18 años. 

En ese momento, la Policía recibió una denuncia porque el hombre —de 27 años— obligó a Jimena (nombre ficticio) a masturbarlo luego de que ella abordara el vehículo para volver a su casa tras salir a bailar junto a un grupo de amigas. 

El Ministerio Público, tras el trabajo de María Sigona, presentó los elementos en contra del hombre que podría enfrentar hasta 10 años de cárcel en caso de comprobarse todos los aspectos que surgen de las indagatorias. 

El hecho en cuestión se dio el pasado 24 de marzo en horas de la mañana, cuando Jimena “fue a un local bailable situado en la ciudad de Las Piedras”. Sobre las 6:00 horas, la joven decidió pedir un taxi para volver a su casa y le solicitó al chofer que la llevara a un domicilio del Prado, en Montevideo. 

“Al arribo a dicho domicilio, el hombre estaciona el taxi y comienza a tomar a la víctima por el cuello, saca su miembro y comienza a masturbarse con la mano de la víctima hasta que eyacula. Se limpia con un trapo del taxi. Todo ello quedó registrado en las cámaras de videovigilancia de la finca”, aseguró Sigona en el texto al que accedió Montevideo Portal

Tras terminar el acto delictivo, el joven de 27 años intentó desbloquear el celular de Jimena, para lo cual utilizó su cara. Luego de esto, se bajó del vehículo y golpeó en la casa, desde donde salió un hombre. 

Tal y como informó Montevideo Portal, en esa vivienda la joven y su familia ya no vivían dado que hacía unos meses que la habían vendido. Sin embargo, el actual propietario reconoció a la joven e intentó entablar comunicación con ella, aunque Jimena se limitó a entrar a la casa y dirigirse a un cuarto. “Al ingresar a la finca ve a la víctima tumbada en la cama junto a su esposa, en el que era el antiguo cuarto de la joven”, cuenta el texto de Fiscalía. 

Según la pericia realizada por las autoridades, Jimena había consumido alcohol y no se detectaron drogas psicoactivas, según el detalle que añadió la Fiscalía. Dado su estado de ebriedad, el joven chofer se aprovechó de la situación, pero no se percató de las cámaras de videovigilancia que había en la casa. 

De hecho, para Sigona el caso se centra en el video en donde se puede ver claramente cómo el conductor toma la cabeza y la mano de la joven para que lo masturbara a la fuerza. En determinado momento se puede ver cómo intenta obligarla a practicarle sexo oral, pero ella se resiste. 

La última imagen que se puede ver de la secuencia es la de la víctima con su cabeza tendida sobre la puerta del taxi. El Ministerio Público agrega que el proceder delictivo del chofer queda de manifiesto, también, cuando le cobra $ 2.000 al dueño de la vivienda por el viaje desde Las Piedras hasta Montevideo. 

A consciencia

Durante los meses de investigación, el chofer ha insistido en la postura de que no es responsable de los actos delictivos que se le acusan, pese a que en el video se ve claramente la secuencia narrada por la Fiscalía.

En sus diversos testimonios ante las autoridades, Jimena resumió: “A mí me costó contar lo que pasó; me dolió que cada vez que fuera a denunciar tuviera que relatar todo de nuevo, ver el video una y otra vez. Lo único que busco es Justicia, para cerrar una etapa a pesar de que siempre viviré con el recuerdo y la sensación asquerosa de lo que pasó aquel día”.  

Sigona aclara que todos los actos llevados adelante por el joven fueron a “consciencia y voluntad” y en “grado de desarrollo consumado”, porque la finalidad era obtener una eyaculación, cosa que sucedió. 

El delito que se espera probar durante el juicio es de abuso sexual a título de dolo directo. Asimismo, se agrega un agravante previsto en la ley 9.155 que responde a que la víctima no estaba en un estado de “discernimiento o voluntad” que le permitiera defenderse. 

En el pedido de Sigona se reclama, además, el resarcimiento económico para la víctima y la pérdida de la patria potestad del taxista. 

Por Joaquín Symonds