La fundadora de la empresa de monitoreo de ganado Chipsafer, Victoria Alonsoperez, acudió a Twitter este martes para contar su experiencia en nuestro país como persona con Autismo de Alto Funcionamiento (AAF) y trastorno de ansiedad. Su objetivo, dijo, es narrarlo por si “a alguien que sufre lo mismo” le sirve.

“Cuando tenía 11 yo era una de las mejores alumnas de la clase pero era extremadamente mala en escritura. En ese momento mis maestras de español, portugués e inglés conversaron y le pudieron a mi mamá q me lleve a psicopedagoga. Fui a una clínica dónde me hicieron varios estudios y solo concluyeron que tenía un IQ más alto de lo normal, pero nada más. No entendían porque tenía problemas de comunicación, sobre todo escrita, pero no hicieron ninguna recomendación al respecto”, escribió la emprendedora en la red social.

Más adelante, con 30 años, un amigo suyo con AAF le dijo que ella “seguro también tenía”. Alonsoperez se dirigió a un psiquiatra en Estados Unidos (EE. UU.) y le pidió que le realizara un análisis general y, tras varias sesiones, el profesional le respondió que “estaba 99,9 % seguro de que tenía” ese espectro de autismo y la envió a una clínica.

Allí, “una de las mejores del mundo en AAF en adultos, después de hacerme muchísimos tests y entrevistar a colegas míos, me diagnosticaron con AAF y trastorno de ansiedad”. También le dieron recomendaciones sobre “cómo lidiar con eso”, indicó la ingeniera.

Durante la pandemia y encima estando afuera de Uruguay tuvo un ataque de ansiedad “por varias razones” y admitió nunca haberse sentido de esa manera. “Llamé a mi seguro en Uruguay y pedí con un psiquiatra para consulta por teléfono”; sin embargo, la psiquiatra nunca la llamó, por lo que ella se contactó nuevamente y ahí sí tuvo respuesta.

“La psiquiatra me llamo a los minutos y se molestó cuando le dije que no estaba en Uruguay. Me dijo que me tenía que prescribir medicación y estando yo afuera no podía hacerlo. Igual me dijo que si seguía sintiéndome, mal que pidiera otra consulta con ella para el jueves (era lunes). Me sentía super mal y tuve la idea de llamar a otros emprendedores que me habían dicho sufrían de ansiedad. Todos me dijeron lo mismo: salí a caminar. Un amigo que estaba cerca me dijo que me acompañaba. Después caminé todos los días 10km y mi ansiedad se fue”, comentó.

Este año, ya en Montevideo, solicitó una consulta nuevamente con un psiquiatra para que le prescribiera pastillas para dormir al viajar en avión, “dado que a veces me da mucha ansiedad”. El doctor “tuvo que cancelar la consulta y, como precisaba la receta, pedí con el primer psiquiatra libre. Esa doctora era la misma que me había atendido mientras estaba de viaje. Estaba súper molesta que le dijera q me habían diagnosticado con AAF en EE. UU. y me dijo que era imposible que me diagnosticaran con AAF siendo adulta. Esa doctora claramente ya debería retirarse dado que no está actualizada”, sostuvo Alonsoperez y confesó que esa profesional de la salud la hizo sentirse “súper mal”, además de sentir “la ansiedad en todo (su) cuerpo”.

Con esa sensación, se dirigió a la atención al socio de su mutualista e “inmediatamente” le dieron hora con otra experta, una “joven súper bien, que me escuchó y me ayudó”, dijo la fundadora de Chipsafer.

“Mi punto escribiendo todo esto es: si sufren de ansiedad, depresión u otro trastorno, y sienten que su psiquiatra no es bueno o que no están bien diagnosticados cambien de dr. Hay muchas técnicas que no involucran medicación y que son super efectivas. Para mí fue la caminata”, finalizó Alonsoperez.