Víctima de violación grupal: “Estaban él, su primo y su hermano, dos de ellos sobre mí”

La mujer que denunció haber sido violada por tres hombres en una fiesta privada en Pinares (Maldonado) contó este viernes a Subrayado lo que le sucedió el pasado fin de semana.

La víctima contó que llegó a Maldonado el viernes 13 de enero, desde Montevideo, para festejar el cumpleaños de un amigo y que esa noche asistió a una fiesta, que se realizó en la casa de uno de los tres hombres denunciados, un conocido de su amigo.

“Mis recuerdos llegan hasta las 10 de la noche”, dijo, y narró que perdió la conciencia luego de tomar un trago de un vaso que le convidó el dueño de casa. “Ahí me empiezo a sentir mal y mis amigas deciden pedir permiso para que pueda ir a un dormitorio a recostarme, luego de ahí no me acuerdo más nada. Me sentía floja de cuerpo, no podía mantenerme en pie. Mis amigas dicen que los ojos se me iban para atrás. No era un dolor de estómago, ni nauseas ni ganas de vomitar”, agregó.

Explicó que el dueño de casa, tras el pedido de su amiga, sugiere que suba a su habitación y que, tras meterse con ellas al cuarto, empieza a tocarla y a su amiga, según lo que ella misma le contó al otro día. “Le dijo [su amiga] que yo ni siquiera estaba en condiciones de poder tomar una decisión y baja a buscar a nuestro amigo, el cumpleañero”, apuntó.

“Cuando suben ya había trancado con llave la puerta de su habitación, yo estaba del lado de adentro. Las chiquilinas me llamaban y yo no respondía, y él era el que respondía por mí, que yo estaba bien, que se fueran. Como no podían abrir, vienen más personas a abrir y, en ese interín que bajan y suben, ya cuando logran abrir la puerta, ya no estaba solo él sino que estaban su primo y su hermano, y dos de ellos estaban sobre mi cuerpo”, señaló la víctima.

“Tengo rastros de semen en mi musculosa, en mi ropa interior, tengo marcas y moretones en los brazos, como de sostenerme. También en los muslos”, añadió.

Dijo que recién tomó conciencia de sí misma el día siguiente a las 12 del mediodía, al despertarse en la casa de su amigo, sin entender por qué no seguía en la vivienda del denunciado. Indicó que luego de eso, él y sus amigas le contaron lo que le había sucedido. “Obviamente que quedo totalmente en shock, con un estado de angustia horrible, empiezo a entender por qué me dolía toda la zona de la pelvis. Por qué me dolían los brazos”, dijo a Subrayado.

Luego de enterarse lo sucedido, concurrió a la seccional policial sexta de Maldonado. “Me trataron bastante mal. Yo ya en un estado de angustia que no podía relatar lo que me había sucedido. Por el otro lado, porque cuando me lo cuentan quedo en shock”, puntualizó.

“Recibo la primera asistencia, recibo las medicaciones para las enfermedades de transmisión sexual y ciertas cosas no recibo, por eso tengo que pelear a capa y espada para poder recibir el tratamiento preventivo para el HIV, que recién el día de ayer lo obtuve gracias a las psicólogas de Fiscalía de acá de Maldonado”, denunció la víctima.

Señaló que a pesar de que fue a Maldonado por el fin de semana, debido al proceso judicial hace una semana que se está quedando en el departamento.

“Fuimos a una instancia de juzgado de Familia con mi abogada de oficio, dijimos que no estábamos de acuerdo con las medidas tomadas, porque una persona que cometió violación con su familia, en manada… que es algo siniestro de pensar, de película de terror”, aseveró. Fuentes de la Fiscalía confirmaron a Montevideo Portal que, a pesar de que la jueza del caso no dispuso el uso de tobillera, la magistrada “entendió que alcanzaba con la medida de no acercamiento”.

“Yo pedí que se le colocara por lo menos una tobillera. Que fue la persona que me dio ese vaso, que me invitó al cuarto, que invitó a su primo y hermano a un cumpleaños a los que nadie conocía, que terminaron siendo los tres unos abusadores, no sé cómo llamarlos”, dijo la víctima.

“Siento mucho miedo, porque me siento totalmente despersonalizada de mi cuerpo; no tengo palabras para describirte lo mal que me siento, lo mucho que me siento mal con la medicación que tengo que tomar porque me trae consecuencias a nivel gástrico, a nivel psicológico ni que hablar, me siento avergonzada por algo que no tengo la culpa, pero también la Policía te hace sentir así, porque he recibido de la Unidad de Violencia Doméstica frases como ‘no pareces vulnerabilizada’”, expresó.

“Estoy siendo contenida por la psicóloga de Fiscalía y tomando medicación que me compro por receta libre yo misma, porque no he tenido la atención que merezco siendo una víctima”, concluyó la mujer.