Lucas Lencina, joven de 20 años que denunció que fue víctima de una golpiza en un boliche de Ciudad Vieja, declaró este lunes en Fiscalía.
El joven compareció ante la fiscal de Flagrancia y Turno de 11º turno Cecilia Bonsignore, acompañado por sus abogados, Joaquín Guadalupe y Javier Arocena. El hecho fue denunciado por Lencina en su cuenta de Facebook el pasado lunes 14 de marzo.
El abogado Guadalupe dijo a Montevideo Portal que Lencina “declaró de forma detallada cómo sucedieron los hechos y respondió a las preguntas de la fiscal” y otras que él junto al abogado Arocena le hicieron al joven.
“La declaración duró cerca de una hora y luego declararon tres testigos de los cinco que había. Los otros dos que no declararon (porque no les llegó la citación) lo harán en dos o tres semanas”, señaló. “Los que declararon relataron lo que vieron. Uno de los testigos no conocía a Lucas y se ofreció mediante redes sociales a dar su testimonio, los otros dos son personas que fueron con él al local bailable”, agregó.
Guadalupe comentó que aún no se citó “a la empresa de seguridad ni a los dueños del boliche” porque “se espera por recabar toda la información de los testigos propuestos por nosotros”. “Luego sí serán citados los dueños del local y la empresa de seguridad”, añadió.
El hecho ocurrió en un boliche ubicado en las inmediaciones de Rincón y Ciudadela. Los dueños del boliche no fueron citados a declarar. Se presume que luego del testimonio de la víctima y testigos podrían ser citados la empresa de seguridad y los guardias de seguridad que el joven denunció lo agredieron.
Al otro día del hecho Lucas hizo pública la situación en Facebook y amplió la denuncia en la Seccional 1ra. de Montevideo.
El caso
El joven contó: “todo comenzó por un intercambio de palabras entre una chica que estaba en el baile y una compañera que había ido con nuestro grupo. En ningún momento del intercambio de palabras hubo golpes. Cabe destacar que yo no formaba parte de la discusión”.
Agrega: “los guardias de seguridad se acercaron a donde nos encontrábamos nosotros, uno de ellos sin mediar palabras me hizo una llave y me bajó apretándome el cuello por toda la escalera del centro bailable. No podía respirar. La única resistencia que generé fue al momento de ahogarme por la falta de aire. En ningún momento le pegué ni hice el intento”.
“No quedaron contentos con asfixiarme a tal punto de no respirar y retirándome del lugar, sino que una vez fuera, me dieron un golpe de puño que hizo perdiera el conocimiento hasta el momento que ingrese al hospital. Fue tal el golpe que caí seco hacia atrás y fue en ese momento que me partí la cabeza y me hice dos tajos”, aseguró.
“Difundo esto para que no siga ocurriendo, porque las probabilidades de haber muerto o incluso haber quedado con alguna secuela fueron muchas”, señaló el joven de 20 años.