Veterinarios equinos piden que se prohiban competencias hípicas como la del polémico raid

El presidente de la Asociación Uruguaya de Veterinarios Equinos, Elbio Pereyra, criticó en una carta dirigida a la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay la competición hípica realizada en el Hipódromo de Maroñas el 17 de diciembre, que culminara con dos caballos muertos.

Ese sábado, el Centro Social y Democrático de Cerro Chato, con el auspicio de Hípica Rioplatense, organizó un raid en el Hipódromo de Maroñas para caballos debutantes, una carrera de 8.500 metros.

De los 13 caballos que corrieron 11 abandonaron y dos murieron. "Algunos salieron tambaleándose en la pista. Hicieron este espectáculo donde forzaron a los animales a correr algo para lo que no estaban preparados", contó entonces a Montevideo portal Juan Echavarría, de Animales sin Hogar.

Elbio Pereyra explicó que uno de los caballos sufrió una fractura expuesta y debió ser sacrificado, y que el que llegó segundo sufrió una descompensación metabólica y falleció en la noche.

"Hechos como este no deben pasar desapercibidos y la profesión veterinaria debe hacer oír su opinión. Por esta razón solicita que ese Consejo se expida al respecto y coordine con la Academia Nacional de Veterinaria, la Facultad de Veterinaria, la Sociedad Protectora de Animales y otras instituciones a efectos de emitir una opinión única de la profesión en contra de este tipo de competencias, que lleva al caballo al límite de su resistencia poniendo en riesgo su vida", indica la misiva.

Pereyra explicó que el caballo evolucionó durante millones de años desde el primer animal del género equus, el eohipus, hasta adquirir la conformación estructural actual. Es una presa y su principal medio de defensa es la huida, por lo que ha desarrollado la carrera como principal forma de escapar de los predadores. "Pero su organismo está adaptado para mantener la carrera durante distancias relativamente cortas, de dos mil o tres mil metros. Puede galopar o trotar distancias mucho más largas", agrega, explicando que sobre estos factores inciden la raza del animal, el entrenamiento y el piso sobre el que se desplaza.

De estos datos y los antecedentes recabados en competencias como la del caso, AUVE dice que es claro que la autoridad "no debería permitir ninguna competencia hípica entre 3.500 metros y 59 kilómetros, en condiciones donde no exista o no se haga cumplir la reglamentación que regula la prueba, dado que se pone en riesgo la vida y bienestar de los equinos".

Las carreras de caballos hasta los 3.500 metros están regidas por el reglamento de carreras del Jockey Club y las carreras con tiro mayor a los 60 kilómetros las regula la Federación Ecuestre Uruguaya, pero "existe un vacío reglamentario" para las competencias intermedias. Pereyra solicita al Consejo Directivo de la Sociedad que tome medidas para elaborar una reglamentación para este tipo de pruebas.