Luego de semanas de especulación, Donald Trump anunció este lunes al hombre que lo acompañará como compañero de fórmula de cara a las elecciones estadounidenses de noviembre. En la convención del Partido Republicano, el expresidente nombró a James David J.D. Vance, senador por el estado de Ohio, que obtuvo el apoyo unánime de los delegados de la colectividad política en la reunión celebrada en Milwaukee.
Ante la nominación, el periodista argentino Ignacio Montes de Oca publicó en su cuenta de X un perfil sobre el “número dos” republicano, enfocado no en su biografía, sino en su “conexión con Rusia” de la que dijo que “no es monetaria, sino religiosa” e ideológica, además de buscar explicar por qué considera que su designación es un “mensaje político al electorado y al exterior”.
El periodista señala que “por su experiencia en Irak”, donde fue enviado como agente de prensa de los Marines, y por su novela bestseller Hillbilly Elegy, fue contratado como colaborador de la CNN. Ahí conoció al escritor Rod Dreher por cuya “influencia” definió bautizarse por la Iglesia Católica.
“Aunque Vance atribuye su acercamiento al catolicismo por influencia del fundador de PayPal, Peter Thiel, en la ceremonia de bautismo se hizo acompañar por Rob Dreher y aún hoy su mentor religioso lo sigue incluyendo en sus entrevistas y actividades políticas. Dreher, siguió el camino de la conversión años antes, del metodismo al catolicismo. En 2006, luego de trabajar en un caso de abusos dentro de la iglesia católica, decidió pasarse a las filas de la ortodoxia rusa. Sucedió antes que le aconsejara a Vance entrar al catolicismo”, indica el hilo publicado por Montes de Oca. Afirmó además que ya en aquel entonces Dreher “incomodaba al catolicismo norteamericano”, al proponer en un libro un “cisma” en la Iglesia, al denunciar que el Vaticano estaba en manos de “una mafia homosexual” a la que denominó “la secta lavanda”.
Se apunta además a los posteriores contactos entre Dreher y la iglesia ortodoxa rusa —cuya cúpula es una de los apoyos más importantes de Vladimir Putin— por medio de Grigori Alfeyev, obispo ruso para Austria y Hungría. En este último país está radicado Dreher, donde trabaja en el Danube Institute, ONG de ideología conservadora vinculada al gobierno de Viktor Orbán y a su vez, con la Heritage Foundation, think tank del trumpismo y una “promotora” de la figura de Trump.
A raíz de la nominación de Vance, Dreher escribió una columna en The European Conservative, en la que alabó la figura del candidato a vice como “la encarnación del mito estadounidense de la pobreza a la riqueza”, además de considerarlo “un verdadero buen hombre”.
Montes de Oca señala a su vez que Dreher, como escritor en The American Conservative, donde también escribió Vance delineó una arquitectura ideológica donde “Putin no es enemigo de EE.UU., sino un aliado en la lucha contra el progresismo, la izquierda y el globalismo”, por lo que los conservadores deben concentrar su política “en los enemigos internos y no hacia el exterior”.
“Ese discurso ya fue probado con éxito en Rusia y por el húngaro Orban. Mientras tanto, Dreher logró que el Danube Institute se sumara al proceso de construcción del candidato a vice de Trump. Vance respondió en adelante con alabanzas públicas hacia el líder húngaro. Por ejemplo, en junio elogió la intervención del estado húngaro en las universidades y propuso hacer lo mismo en EE.UU. para eliminar la influencia de la izquierda. Para Vance es tolerable una dosis de autoritarismo y dijo que “se debería aprender” del hombre de Budapest”, escribió el periodista argentino.
Por su parte, el medio estadounidense Politico publicó un artículo titulado “¿Qué piensa realmente J.D. Vance sobre Europa?” en el que se recuerda que el candidato a vice ha propuesto que Estados Unidos se inspire en las políticas sociales de Orbán.
“En Hungría, bajo el gobierno de Orbán, ofrecen préstamos a parejas de recién casados ??que se condonan en algún momento posterior si esas parejas realmente permanecieron juntas y tuvieron hijos. ¿Por qué no podemos hacer eso aquí? ¿Por qué no podemos realmente promover la formación de familias?”, le dijo Vance a un grupo de expertos conservador en 2021, según cita Politico, que remarca que el republicano llamó contrarrestar la ideología woke y citó a Orbán como una inspiración.
“¿Qué haces en el Departamento de Educación? Bueno, haces lo que Viktor Orbán ha hecho en Hungría, que es básicamente decir: 'Ya no se te permite enseñar teoría crítica de la raza, ya no se te permite enseñar teoría crítica de género... No se te permite hacer esas cosas'. cosas y obtener un dólar de dinero federal o un dólar de dinero estatal'”, agregó en aquel entonces Vance.
Para Montes de Oca, “Vance representa ahora el discurso más ácido del conservadurismo extremo” ya que “llegó a puntos tales como pedir la prohibición del aborto, incluso si era producto del incesto o la violación”. El periodista consignó los dichos del republicano a Spectrum News, donde dijo que, en esos casos, la violación o el incesto pueden ser “circunstancias inconvenientes”.
Se citan además las posturas de “reprobación a la homosexualidad”, en las que “se mantuvo firme” a pesar de tener que moderar su discurso de cara a la posible alianza con Trump. “Vance le sirve además a Trump para disputarle el electorado católico a Biden, que por su pertenencia a esa corriente cristiana lograba hasta ahora representarlo de una manera efectiva. Lo que agrega el senador de Ohio es una dosis de radicalización adecuada a los tiempos que corren”, escribe Montes de Oca.
El perfil apunta a que el ascenso de Vance pueda molestar al Vaticano por reforzar posturas “cismáticas” en el electorado católico estadounidense. A su vez, se remarca la “defensa del tradicionalismo” del republicano, “como un antídoto a la cultura woke”.
Al cerrar su hilo de X, el periodista cita un comunicado del equipo electoral de Vance, en el que si bien señala que “Putin es un hombre malo que ha hecho un número de cosas malas en su tiempo como gobernante”, matiza y critica el cariño por Ucrania, a la que definió como “una nación corrupta dirigida por oligarcas”, al decir además que es “tan cercana a una democracia funcional” como lo era “Afganistán cuando Joe Biden se la regaló al Talibán en 2021”.
“Por supuesto, rezamos por la paz de los inocentes ucranianos que se ven metidos en esto, pero la política exterior estadounidense ha estado rota por demasiado tiempo. Los medios y las elites políticas me critican por señalar en voz alta lo que en el fondo todo sabemos que es cierto: la disputa fronteriza entre Rusia y Ucrania no tiene nada que ver con nuestra seguridad nacional, no hay intereses americanos que se sirvan de nuestra intervención y la obsesión con Ucrania de nuestros líderes idiotas no sirve otra función que distraernos de nuestros problemas actuales”, proclamó el ahora candidato a vicepresidente de Estados Unidos.