Esteban Valenti, identificado anteriormente con el Frente Amplio pero adherido en 2018 a la coalición La Alternativa con su sector Navegantes, emitió una carta abierta dirigida al presidente Tabaré Vázquez luego del discurso que brindara este viernes en el Antel Arena para presentar su "Rendición de Cuentas" de 2018.
Valenti aseguró que "fue un acto político" lo que ocurrió en el nuevo estadio pero que además fue "un acto electoral".
Además, el dirigente de la coalición que también integran Pablo Mieres y Fernando Amado, entre otros, dijo que los datos presentados por Vázquez no tienen "ninguna cercanía con lo que siente y piensa la mayoría de los uruguayos".
A continuación, la carta completa de Valenti:
Señor presidente de todos los uruguayos.
Ayer 1 de marzo, usted hizo un balance de los gobiernos del Frente Amplio, a su conveniencia, utilizó los últimos 4 años, los 14 años completos o periodos de diez años.
Obviamente fue un acto político, pero el de ayer fue además un acto electoral y para que no quedara ninguna duda, no solo en la campaña electoral sino incluso en la campaña de las elecciones internas del Frente Amplio. La sede que ni siquiera logró llenar, habla por si sola.
Usted eligió una cita bastante discutible, voy a recordarle una de un gran escritor uruguayo, Juan Carlos Onetti "Se dice que hay varias maneras de mentir; pero la más repugnante es decir la verdad, toda la verdad, ocultando el alma de los hechos. Porque los hechos son siempre vacíos, son recipientes que tomarán la forma del sentimiento que los llene"
Usted habló más de una hora y nos llenó de cifras y datos sin alma, y sin ninguna cercanía con lo que siente y piensa la mayoría de los uruguayos en este momento.
Si cualquier partido hace el balance de sus acciones durante nada menos que 14 años, con mayoría absoluta en el parlamento y, no tiene una larga lista de resultados y de acciones, sería totalmente inexplicable e imperdonable. Es obvio que tuvo posibilidades de hacer su balance, incluso con gran generosidad para su gobierno. Tuvo todas las condiciones políticas para romper la decadencia nacional. Lo hizo al principio y ahora estamos estancados o retrocediendo.
Quiero repetirle algo que he dicho en muchas oportunidades, su primer gobierno fue un buen gobierno, con buenas intenciones, con cambios bien orientados, que luego se desviaron totalmente y que no continuaron su rumbo original, de progreso, de confianza y de avance y ahora tenemos un país flotando a la deriva, con un solo proyecto importante: UPM2 y el Ferrocarril Central. Demás está decir que esa es la demostración más clara de que este es un gobierno que apenas hace la plancha, usted lo confirmó anoche cuando hizo sus dos propuestas fumosas para los doce meses que le quedan por gobernar. Es en los momentos de dificultades que se ve el temple de un buen gobierno y vaya si tenemos dificultades.
Para pasar el examen no alcanza con compararse con la crisis de los países vecinos y los pésimos gobiernos colorados, blanco y misto de la post dictadura y la pobreza de la actual oposición bicolor.
En todo su discurso, con su sentido de infalibilidad, no hubo ni el mínimo de autocrítica, de análisis serio y profundo de los principales problemas del país y sobre todo, ningún compromiso de lo que usted hará en los 12 largos meses que le quedan por gobernar. Porque resulta paradójico la cantidad de promesas de los candidatos del FA en campaña, cuando todavía están en el gobierno y tienen un año para hacer cosas, para cambiar, para atacar los problemas importantes que afrontamos los uruguayos. Esas son las cosas que desprestigian a la política y sobre todo al poder.
El Uruguay creció durante 14 años ininterrumpidamente, gran verdad, el periodo más prolongado de toda nuestra historia, por eso mismo los problemas que afrontamos no son justificables y son una pesada acusación de errores, de horrores y de otras cosas peores. Y si me preguntan hoy cual es el principal motivo de mi abandono de este Frente Amplio, es precisamente su abandono de un Proyecto Nacional y su justificación de actos imperdonables.
La economía, la base para que un país progrese y conquiste nuevos avances sociales, luego de estos 14 años, tiene graves problemas con el endeudamiento nacional, el déficit fiscal que no retrocede a pesar del aumento de los impuestos y que desmiente los objetivos originales de la reforma fiscal y sus promesas en la campaña del 2014. ¿Estamos mejor que en el 2004? Faltaría más, pero tenemos sesenta mil desempleados nuevos, miles de puestos laborales en peligro y la perspectiva de que esa plaga social crezca. Y está creciendo y preocupa mucho a la mayoría de los uruguayos, que no flotan en esa interminable sopa de cifras y estadísticas, sino en la vida real y cotidiana.
En 2017 y 2018 fueron a concurso es decir tuvieron serios problemas más de 200 empresas y usted no puede burlarse de todos nosotros, con esas explicaciones banales y superficiales, suyas y de su ministro, cuando todos sabemos que ni de cerca abrieron 200 nuevas empresas de alguna importancia. Y cerraron o están en crisis empresas grandes, medias y muchas chicas, que ni siquiera van a concurso, simplemente cierran.
Es cierto saliendo de la peor crisis del país en un siglo, la del 2002, aumentaron las empresas, fundamentalmente unipersonales, pero eso no cambia la realidad de fondo.
Es cierto, tenemos menos pobres e indigentes que hace 14 años, pero la profundidad de la fractura social es mucho mayor, se duplicó el número de asentamientos, llegando a 656, con más de 60 mil viviendas precarias, donde la gente no tiene resueltas sus necesidades básicas. ¿Eso es justicia social, eso es progreso, es sensibilidad social? Para que haya esa enormidad de familias que viven en los asentamientos, además de problemas de vivienda, tiene que haber una profunda fractura cultural.
Esa es la base por la que vivimos en la inseguridad, tenemos once mil presos, la inmensa mayoría jóvenes y sin educación. Gastamos más que nunca, casi mil millones de dólares en seguridad, el tope de nuestra historia y las cifras de rapiñas, de hurtos y asesinatos nunca fueron tan altas. Y usted no se dignó en realizar una sola y mínima autocrítica. La responsabilidad principal no es del Ministro del Interior, es suya, porque es el fracaso del conjunto de las políticas, en particular de las políticas sociales, de la capacidad operativa de las fuerzas de seguridad, de la falta de liderazgo, de los instrumentos institucionales y legales para vencer la delincuencia. Estamos peor que antes y las principales víctimas son los más débiles.
Y el colmo, usted también le echó la culpa al nuevo Código del Proceso Penal. ¿La más mínima autocrítica no figura en su visión política e ideológica? ¿Usted es infalible?
Es absolutamente cierto que el Uruguay nunca invirtió tanta plata en la educación pública y que se hicieron obras importantes y se mejoraron condiciones de trabajo y sueldo de manera significativa, pero también es cierto que nunca tuvimos tan malos resultados en la deserción al final del primer ciclo de la educación media, en el aprendizaje, en los resultados concretos tanto para las nuevas exigencias laborales, como para la cultura ciudadana y de convivencia. No solo no cambió el ADN de la enseñanza, sino que empeoró. Es lo que piensan la casi totalidad de los especialistas y de los padres de alumnos de este país.
Los cambios climáticos globales y regionales influyeron en forma notoria este año en Uruguay. Y comprobamos con alarma que no hay una autoridad nacional con jerarquía y autoridad que se haga cargo, con sus opiniones y que defina un rumbo. El caso de las cianobacterias es el más evidente. Es grave, es peligroso para la salud y para muchas actividades, tiene muchos responsables en los sectores privados ¿Y el gobierno oficialmente no tiene nada que decir?
Durante estos 14 años que usted revindica, y por los cuales asume plena responsabilidad, se fundió la mayor empresa del estado, ANCAP, con pérdidas por cientos de millones de dólares y se comprobaron por la justicia y diversos órganos actos de inmoralidad, de ilegalidad y de corrupción. ¿Usted solo tiene que decir que le hicimos bullyng a Raúl Sendic? Fue usted que lo colocó en esos cargos totalmente inconvenientes, no solo como presidente de ANCAP, Ministro de Industrias, sino incluso como vicepresidente y que mantuvo durante todo un año la misma dirección de ANCAP que nos llevó al desastre. ¿Ayer se le olvidó ese detalle?
¿El desorden, los proyectos fallidos de todo tipo, como la regasificadora, el puerto de aguas profundas, la explotación minera, la búsqueda de hidrocarburos en tierra y mar, no le merecen una sola palabra? Porque lo pagamos contantes y sonantes, con plata y con expectativas todos los uruguayos y usted debería ser el presidente de todos los orientales. Y sus efectos y sus fracasos prosiguieron en este gobierno.
Dejo para lo último una de las circunstancias más dolorosas y vergonzosas de sus gobiernos, el saqueo que se le hizo al pueblo de Venezuela, por ejemplo a sus niños, vendiéndoles útiles escolares que costaron 5 dólares en 496 dólares! O casas por decenas de millones de dólares que nunca se construyeron y decenas de estafas más ¿Sus gobiernos no tienen nada que ver con ese comercio de bucaneros? Y lo digo aunque la justicia se lave las manos y afirme que vender caro no es ilegal. Pero es profundamente inmoral.
Usted y su gobierno, que tienen corta memoria de cuando los uruguayos reclamábamos solidaridad en la lucha contra nuestra dictadura, se escuda en la necesidad de promover la negociación y el diálogo (que ya fracasó 4 veces) no se han pronunciado claramente contra los crímenes, la represión, el empobrecimiento sin límites del pueblo venezolano por parte de la dictadura de Maduro que además ha robado a cuatro manos, con complicidades uruguayas.
Correctamente les enviamos medicamentos a 7 uruguayos residentes en Venezuela, ¿no correspondería reclamar que se le envíe ayuda humanitaria a más de 30 millones de venezolanos que carecen de lo básico: alimentos y medicinas?
Yo no le reclamo que reconozca a ningún autoprocalamado presidente, pero que demuestre que un gobierno que se dice progresista sea firme y categórico en la defensa de los derechos humanos y en exigir elecciones libres y con control internacional.
No sigan repitiendo que es la política tradicional de no intervención, porque esta es la política de la complicidad y el entrevero que solo favorece a la dictadura y al peligro de una guerra civil o a los planes de los que sin duda quieren una intervención extranjera. La inmensa mayoría de los uruguayos no queremos abrazarnos a Maduro su ferocidad y sus ridiculeces. Y usted es el presidente de todos los uruguayos.
Usted hizo un acto electoral el pasado 1 de marzo. Hace 14 años usted llegó al gobierno con un enorme capital político, ciudadano y de esperanzas, lo cuidó y cultivó durante 5 años, ahora hace una década que usted y este Frente Amplio lo están haciendo hilachas atornillados al poder. El drama es que además le hacen daño a todo el país y a la mayoría de los uruguayos haciendo la plancha.
Le saluda
Esteban Valenti, un navegante