Lissidini dijo a Montevideo COMM que durante su administración se terminó el recreo para los contrabandistas; actualmente la gente palpa en las ferias y ve claramente si los delincuentes volvieron al recreo... . Asimismo aseguró que en la reunión con el presidente Jorge Batlle, se quedó con ganas de decirle muchas cosas .
El ex titular de Aduanas justificó su exposición en los medios por el efecto disuasivo que provocaba en los delincuentes. Lissidini consideró que en ningún país serio puede funcionar si las reglas no son absolutamente claras, y en este país no son claras .
Si bien la Corte Electoral negó la habilitación del Partido Intransigente, una apelación tiene en suspenso la decisión final. No obstante, Lissidini pretende seguir adelante con su partido y lograr representación parlamentaria en las elecciones.
Lo que sigue es un resumen de la entrevista que mantuvo el ex director de Aduanas con Montevideo COMM.
¿Qué propósito tiene el Partido Intransigente
que fundó hace algunos meses?
Como lo dice el nombre que es muy fuerte, intransigente,
significa que somos intransigentes con la corrupción, la
mediocridad y la hipocresía del sistema político uruguayo.
Apuntamos a empezar a cambiar esas cosas como otras tantas cosas,
en este país.
¿Y a qué aspira?
Más que una aspiración es un sueño: llegar
a una representación parlamentaria. Nada más que eso.
Porque sería soñar demasiado estar en un balotaje
o algo parecido. Por lo tanto la idea nuestra es sólo ver
si podemos llegar a tener representación parlamentaria.
¿Quiénes lo apoyan?
Una cantidad de gente que le gustó la propuesta.
Usted recibió un apoyo importante por parte de la ciudadanía cuando estuvo en prisión, ¿ese apoyo lo tiene el partido que usted preside?
No hay que ser iluso. Las 50 mil firmas que recabó mi señora en menos de 50 días no es una expresión de una afinidad política, sino de otra cosa totalmente distinta: La gente percibió que mi procesamiento fue una injusticia. Y eso se vio el 24 de diciembre de 2003 cuando esa sensación fue corroborada por el Tribunal de Apelaciones que revocó más del 90% de los delitos por los que fui procesado. Por lo que la gente sabiamente tenía razón.
¿Por qué decidió crear un partido propio y no integrar uno ya existente?
Muchas ganas de meterme en la política no tenía. Obviamente que podía haber actuado bajo la sombrilla de algún partido tradicional pero tomamos la decisión de que lo mejor era tirarse por cuenta propia y cuando hubiera que levantar la mano por algún proyecto no fuéramos a votar por disciplina partidaria sino por convicción.
Pero, ¿recibió propuestas concretas para incorporarse a algún sector?
Si hubo reuniones pero lo que hice fue devolver las visitas que tuve en la cárcel.
¿Actualmente a qué se dedica?
Soy abogado y ejerzo.
A seis meses de ser procesado, ¿qué evaluación
realiza del episodio?
Primero que nada decir que haría exactamente lo mismo que
hice en la Dirección Nacional de Aduana aunque se me criticó
mucho la exposición en los medios. Pero considero que era
absolutamente imprescindible dado el nivel de corrupción
que veía en cada uno de los procedimientos.
¿A qué se refiere?
Le voy a contar una anécdota -en la Aduana hay tres canales: verde, amarillo y rojo- para controlar la mercadería de exportación. Cuando propongo a varios exportadores la inspección en las importaciones por supuesto que la gente puso el grito en el cielo por una razón muy sencilla: implica costos, hay que trasladar al despachante de Aduanas y genera costos administrativos. A raíz de eso, empiezo a hacer investigaciones porque sabíamos que había mercadería que se les pagaba de reintegro -con plata de todos los uruguayos- que no era controlada. Tenemos el caso de que Uruguay pagó 3.800.000 de dólares por reintegro a las exportaciones a una empresa que físicamente nunca existió, con plata de todos los uruguayos.
Entonces, ¿por qué era necesaria esa exposición?
Porque no teníamos las posibilidades o las herramientas
necesarias para hacerlo de otra forma. Estábamos limitados
por el secreto bancario o el secreto tributario que nos impedía
llegar a los verdaderos artífices de determinadas maniobras
muy importantes. Hicimos 10 mil procedimientos en 14 meses, de los
cuales 5 mil fueron exitosos. La represión con la exposición
en los medios implicaba disuadir y educar a la población
de que no debía comprar mercadería de contrabando
sin la factura correspondiente porque en definitiva nos hacemos
daños a nosotros mismos, liquidamos la fuente de trabajo.
Además, hice un estudio muy
¿Qué cree que se puede hacer?
Ningún país serio puede funcionar si las reglas no son absolutamente claras y en este país no son claras. Es obligación del gobierno controlar que sean iguales para todos iguales.
Cuando usted fue designado para este puesto clave para
el funcionamiento de un Estado, usted tuvo el apoyo del presidente
Jorge Batlle, ¿hasta cuándo sintió que contaba
con ese apoyo?
Sentí el respaldo del presidente hasta el 1º
de enero del 2003.
¿Qué pasó en esa fecha?
Se me quitaron 10 autos, de 43 pasó a tener 33, y no se
firmaban los contratos del PNUD, contratos que remito el 30 de diciembre,
el 7 de enero lo aprueba el que paga el programa de Naciones Unidas
y recién los firman en mayo. Procesan a una cantidad de gente
que estaba trabajando con contratos que se les prometían
que se les iba a renovar.
Para los gastos confidenciales se nos recortó la mitad, pasó
de 140 mil pesos trimestrales a 70 mil. Fueron determinados hechos
que determinan necesariamente de que se limiten las herramientas
que uno tiene para luchar, que realmente son muy pocas
¿En qué incidió esas limitaciones?
Por ejemplo cuando descubrimos hechos como el de la empresa que
nunca existió como tal y que exportó pintura con una
sola persona registrada en el BPS, eso mostró que no son
reglas serias de un país. También encontramos otras
cosas como una empresa que exportaba a México mercadería
supuestamente que se había agregado más del 60% de
mano de obra uruguaya. Era una situación bastante irregular
porque en realidad era que un empresario que traía la mercadería
de china, le ponía made in Uruguay y la mandaba a México.
Con esto ganó unas cuantas decenas de dólares, ocupando
el cupo Uruguay. Así es muy difícil competir. En la
Aduana veía una cantidad de maniobras delictivas algunas
muy delicadas y técnicamente bien hechas.
En el tema de las armas -que fue un tema muy discutido- yo como
ciudadano no concibo que gente tenga armas de guerra en su casa.
No concibo una sociedad civilizada en la que haya particulares que
tengan más armas de fuego que los profesionales de la Policía
y el Ejército porque no es una sociedad civilizada. La ventaja
que le damos a la delincuencia es demasiado grande.
¿Por qué si usted evalúa su gestión como exitosa, se llega a esa limitación?
No sé, no me tiene que preguntar a mí.
¿Nunca hubo una explicación?
La explicación que hubo era que había que reducir el gasto del Estado por la grave situación.
Más allá de la explicación, ¿qué lectura hace usted?
No, no hago más lecturas, más que las pruebas que tengo y las que tengo es que estaban reduciendo el gasto en todos los organismos del Estado. Tal vez lo que no pudieron ver es que hay dos organismos de recaudación absolutamente fundamentales como la Aduana y la Dirección General Impositiva y hay que darle las herramientas para que los que están dirigiendo las oficinas tengan los elementos suficientes para investigar. Evidentemente que hay que cambiar la legislación pero me basé en la legislación que tenía. Actué en la forma que creía que se debía actuar.
Usted decía que no quedaba otra que salir a los
medios, ¿por qué?
Por el efecto disuasivo, absolutamente prioritario. El efecto disuasivo
es el que tiene por ejemplo cuando uno ve en la esquina un policía.
Bueno en esa esquina seguramente no se ven delitos, ni personas
drogándose, ni otras tomar alcohol. El efecto era tratar
de disuadir a los delincuentes.
Sin embargo esa estrategia que usted denomina como una
herramienta no se utiliza en la administración actual...
Son metodologías o personalidades distintas. Es una metodología
de acuerdo a una situación diferente. En el 2000 había
una diferencia con Argentina y Brasil de hasta 200% por lo que estimulaba
el contrabando. Hoy tenemos una paridad cambiaria que desestimula
el gran contrabando. Aparte de que en este país el gran problema
son los controles.
¿Cree que quedarse sin el respaldo del presidente
llevó a que usted quedara solo frene a las acusaciones y
los procesamientos?
Nunca pedí respaldo político lo tenía cuando
asumí y luego lo perdí pero seguí trabajando.
En el acierto o en el error porque uno puede cometer errores pero
no delitos, acá no se cometió ningún delito
ni por mi parte ni por los 14 personas que fueron remitidas con
prisión.
Entonces, ¿qué visión tiene de lo
ocurrido?
Trato de no dar lectura hasta no tener las pruebas de que esto fue
una especie de
Dice que no quiere hablar de conspiración porque
no tiene pruebas. ¿Está investigando?
No, no investigo más. En la vida hay que cerrar los capítulos.
Fue un camino demasiado doloroso como para seguir escarbando en
este tema. No tengo la facultad legal de hacer la investigación
porque soy un ciudadano común y corriente pero hay determinados
hechos que seguramente van a salir muy pronto a la luz pública.
Yo soy de la tolerancia cero, siempre lo he dicho. Teníamos
un dicho en la Aduana que decíamos que se había terminado
el recreo. Le hacíamos saber a los delincuentes que se había
terminado el recreo y que en este país teníamos que
comenzar a trabajar en serio.
¿Creo que se volvió al recreo?
Eso lo ve la gente porque lo palpa inmediatamente en las ferias,
se ve, es muy claro de ver. Se necesita educar a la gente que no
ha entendido que por más que se ahorre diez pesos en una
casilla de cigarros está fumando los paraguayos que están
hechos en una condición de salubridad repugnante. Hemos visto
y analizado determinados cigarros que tienen excremento de rata.
Es decir no es sólo por un tema de contrabando o evasión
fiscal, es un tema de salud. En la Ciudad de la Costa fuimos requisando
cigarros de contrabando por los comercios. Un día llega una
persona a la Aduana a decir que perdió la tercera vía
que se le da para decir que la mercadería le fue incautada.
El hombre decía que le diéramos la hoja porque los
contrabandistas le devuelven la mercadería y le dan más.
Es muy difícil competir contra eso. Hicimos lo que pudimos.
¿Por qué en la reunión que mantuvo
con Batlle optó por el silencio?
Yo estaba muy mal físicamente porque hacía pocos días
que había salido de la cárcel. Me llamó el
presidente y fui con mi señora quien fue la encargada de
hablar.
¿Se quedó con ganas de decir algo?
Me quedé con ganas de hablar, no hablé. Mi señora
le dijo muchas cosas. Creo en la absoluta independencia del Poder
Judicial. Por lo tanto si había entendido que había
cometido un delito estaba bien que yo fuera preso. Y si uno comete
un error tiene que pagar y de eso estoy absolutamente de acuerdo.
Pero dice que fue un error y no un delito...
No, no fue ni siquiera un error fue un horror político.
Dice que se quedó con ganas de hablar con el presidente,
¿no tuvo otra oportunidad de hablar con él?
No. Soy de las personas que no piden entrevistas para hablar.
¿Qué sintió cuando le dijeron que
iba a la cárcel?
El ministro del Interior, Guillermo Stirling, me dijo en aquel momento
que tenía la oportunidad de ir a la Cárcel Central,
me negué rotundamente. Si había cometido un delito
tenía que pagar como los delincuentes comunes y no con privilegios.
Por tanto no acepté.
¿Como fueron los días en prisión?
La pérdida de libertad es una cosa muy difícil. Los
primeros días fue muy duro. Entro a la cárcel en una
situación irregular porque generalmente aceptan presos de
8 de la mañana a 8 de la noche, luego está cerrada
y los procesados quedan en la Jefatura Departamental hasta la mañana.
A mí me llevan a las 3 y 30 esperé 40 minutos que
abrieran. Obviamente yo no estaba preparado porque no había
llevado el bolso con la ropa ni colchón, ni sábana
ni frazada. Y entro primero al módulo cinco me avisan que
es el módulo de los violadores y asesinos que por supuesto
estaba todo oscuro porque no podían prender la luz. Un módulo
con 36 presos y sólo una cucheta arriba libre, trato de llegar
hasta la cama entre la penumbra cuando siento una voz que dice:
Hoy de noche tenemos carne fresca por lo que el recibimiento
no fue muy agradable que digamos. Esa fue mi entrada a la cárcel
y tuve algunos problemas con algunos presos.
¿Problemas de qué tipo?
Medios violentos. Son las reglas de juego... es una sociedad terminantemente
distinta, uno tiene que tratar de vivir en una sociedad que es totalmente
diferente y para eso tengo el cuero bastante duro.
¿Se adaptó o fue respetado?
Después de unos cuantos días... de convivir con ellos...
me gané el respeto.
¿Qué pasó esa primera noche?
Nada, por suerte absolutamente nada pero no tenía frazada
y el viento y el frío era realmente calaba los huesos hacia
más de 96 horas que no dormía y no ingería
alimentos. Tampoco pude dormir esa noche. Cuando empezó a
aclarar pude ver donde estaba metido. Cuando amanece uno ve todo
eso... una verdadera fauna humana... gente que lo mira bien y obviamente
gente que lo mira mal. Después soy traslado a la chacra porque
había una cantidad de personas que habían sido procesada
por contrabando y que estaban ahí por lo tanto por un tema
de sobrevivencia, no era posible que estuviera con la misma gente.
Entonces me trasladan a la chacra donde dormía con tres homicidas.
Luego trabajé pintando, luego quinta y luego al tambo.
¿Quiénes lo visitaron?
Senadores... diputados... mucha gente...
¿Quiénes no estuvieron?
Gente que uno consideraba amigo a nivel personal.
¿Y político?
No porque lamentablemente en política hice pocos amigos.
Cuando estaba en prisión dijo que iba a dar nombres,
¿cuáles son?
Hay muchos expedientes que están en trámite y 105
procesados por procedimientos. Hasta que no tomemos conciencia de
que el contrabando es un verdadero flagelo vamos a seguir siendo
un país a los saltos y sobreviviendo. Quise hacer una gran
campaña contra el contrabando porque no. Es la gente que
debe educarse y pedir la factura cuando hace una compra ahí
vamos a empezar a salir adelante .
¿Es posible revertir esa realidad?
A nivel nacional sí
¿De qué depende?
De voluntad política y que la gente entienda de que esto
puede cambiar.