En el marco de las políticas de contralor elaboradas para la comercialización de carnes al exterior, el Gobierno realizó una conferencia de prensa virtual este jueves.
Participaron de la conferencia el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte; el de Salud Pública, Daniel Salinas; el de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo; el subsecretario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti; y el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Fernando Mattos.
Al comienzo de la conferencia, el ministro Uriarte recordó que el principal mercado para la carne vacuna es China, que se lleva casi el 60% del producto. "De ahí la importancia de informar a los clientes de lo que se hace cuando se presentan problemas", dijo.
"Vamos bien, pero la lucha está lejos de estar terminada. Después de casi diez meses en que el país podía esgrimir con orgullo que sus cadenas agroalimenticias estaban libres de Covid-19, a fines de noviembre el COVID vulneró los protocolos de seguridad de nuestras industrias y eso nos hizo organizarnos para tratar de fortalecer dichos protocolos vulnerados, desarrollar estrategias y reforzar garantías a los clientes sobre la inocuidad de los alimentos exportados", comentó.
Si bien China "es el único mercado con exigencias muy duras respecto a Covid-19, con su postura de cero virus", estas exigencias hicieron que el Gobierno se pusiera "la vara alta y esa vara alta" se traslada a "lo que se ofrece a la población".
Uriarte explicó que desde diciembre se conformó un ámbito de discusión para ver dónde estaban las áreas con mayores problemas. "Las áreas de trabajo de un frigorífico es lo más parecido a un quirófano. Si bien ha habido algún caso, la mayoría se dio en áreas con contacto social más común, como comedores o vestuarios", dijo el ministro.
Como el origen de los contagios fue en áreas sociales, se creó un protocolo con hincapié en esos aspectos y se recordó que "esto nace y termina en la responsabilidad individual".
Uriarte narró que dos frigoríficos vieron sus exportaciones suspendidas a China por brotes. Como desde entonces no han presentado nuevos casos se solicitó a China que se levantaran las suspensiones. Ya hubo una primera auditoría virtual y se está realizando una segunda para ver qué resuelve China respecto al pedido. "Somos optimistas sobre los resultados de la primera", dijo.
El ministro Salinas explicó que los casos se produjeron por brotes intrafamiliares, y que por lo tanto ante esta situación no solo hay que hacer hincapié en los procedimientos sino en el comportamiento individual. "El tema es la modificación de los hábitos sociales y tener el uso de los elementos propios (no compartir utensilios) y tratar de mantener el distanciamiento físico", dijo.
Nuevas exigencias
Uriarte señaló que a raíz de la situación en estos dos frigoríficos y de las propias recomendaciones de China, se están poniendo en práctica seis estrategias en la industria cárnica para evitar futuros problemas.
Ello implica, entre otras cosas, el "vacío sanitario del establecimiento", lo que significa que si hay problemas se procede a un vacío para su desinfección y se vuelve a trabajar con gente sin contacto con los que estuvieron antes.
También hay un estricto seguimiento del personal para su reintegro. Además del aislamiento y la realización de test tanto para quienes tuvieron positivo o estuvieron en contacto, el reintegro deberá indefectiblemente contar con la valoración de un médico de salud ocupacional.
También se implementarán muestreos aleatorios de todos los trabajadores, porque "se han detectado presencia de casos asintomáticos en las cadenas que mantienen la infección y es fundamental poder identificarlos cuanto antes". Hay mayores controles en las áreas sociales en las que se produjeron los contagios.
Las seis estrategias en las que se basa la postura de Uruguay en el combate a Covid-19 en la industria cárnica se estarán presentando también a la industria láctea y pesquera. "Es probable que adaptemos el documento porque entendemos que debe ser aplicado en todas las cadenas agroalimenticias", dijo el ministro.
Salinas apuntó que hacerlo es "generar valor agregado", como por ejemplo fue el uso de trazabilidad. "Se trata de incrementar el valor agregado de los productos mediante las condiciones sanitarias que aseguren la inocuidad de los alimentos y proteger la salud y seguridad de las personas que trabajan en las industrias", dijo.