El pasado sábado, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, confirmó en rueda de prensa -en el marco de la recepción de la dosis de refuerzo contra la covid-19- que el gobierno uruguayo recibió un pedido formal para recibir a familias afganas tras la huida de miles de ciudadanos luego de que los talibanes tomen el control del país.
En referencia a este tema, Lacalle opinó que Uruguay históricamente "tiene los brazos abiertos para aquella gente que tiene que huir de su patria". "Haremos las evaluaciones correspondientes, a priori Uruguay tiene los brazos abiertos", sostuvo, y aclaró que no reconocerá el gobierno impuesto por parte de los talibanes.
A su vez, comunicó que el pedido se hizo a través del subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla. El jerarca de Ambiente dialogó con Telemundo e informó que la solicitud llegó a través de una "persona conocida" que tiene vínculos con una organización humanitaria internacional.
Según Amarilla, la propuesta indica que se necesita acoger unas 150 familias, que son parte de una etnia en Afganistán. "Son gente que ya saben que van a tener problemas con el gobierno talibán porque iban a ser perseguidos por las diferencias culturales o de creencias, sino que por un tema vinculado a su forma de vivir", aseguró.
"En ese sentido, están saliendo varios familias de Afganistán, están en un país de tránsito y le han ofrecido a varios países de América Latina, la posibilidad de reinsertarlos en nuestras sociedades", agregó el subsecretario.
Además, consideró que Uruguay "es un país de brazos abiertos", que se ha bendecido a lo largo de la historia con la recepción de emigrantes españoles, italianos, libaneses, judíos, y de armenios, entre otras colectividades. Asimismo, consideró que es una "oportunidad de ser solidarios" con estas personas perseguidas y de beneficiarse con el afincamiento.
"Estamos pensando la capacidad que tenemos de recibirlas. No es solamente decir que vengan a Uruguay y después vemos cómo hacemos. Hay algunas experiencias que no han sido del todo positivas en el pasado. Hay que coordinar bien quién se va a hacer responsable, creo que podemos recibir algunas decenas de familias", aseguró.
"Hay que ver dónde se van a afincar, cómo va a ser el período de transición y fundamentalmente dónde se van a reinsertar, teniendo en cuenta que vienen de un ámbito rural y lo ideal sería que estén en un ámbito similar, seguramente en el interior del país", finalizó.