Por The New York Times | Doug Mills and Carol Rosenberg

United States Politics and Government

Guantanamo Bay Naval Base (Cuba)

Illegal Immigration

Immigration and Emigration

Homeland Security Department

Noem, Kristi

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Estas son las primeras imágenes independientes de la operación para migrantes que el gobierno de Trump ha iniciado en la base naval.

El gobierno de Trump ha trasladado a más de 30 personas descritas como miembros de bandas venezolanas a la base naval estadounidense de la bahía de Guantánamo. Al mismo tiempo, las fuerzas estadounidenses y el personal de Seguridad Nacional preparan una ciudad de tiendas de campaña para los que podrían ser miles de migrantes.

El viernes, alrededor de una decena de hombres fueron trasladados desde El Paso, Texas, mientras Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, llegaba a Guantánamo. Es la primera funcionaria de alto rango del gobierno de Trump que visita la misión de migrantes en la base del sureste de Cuba.

Noem fue llevada a la azotea del hangar de aviones de la base y observó cómo las fuerzas de seguridad estadounidenses conducían a las personas deportadas por la rampa de un avión militar de carga C-130 hasta un minibús que las esperaba. El general de división Philip J. Ryan, comandante del ejército que supervisa la misión de los migrantes, estaba de pie a su lado con uniforme de combate, y a lo lejos se veía un helicóptero de transporte Chinook.

“Los despiadados miembros de las bandas ya no tendrán un refugio seguro en nuestro país”, dijo Noem en las redes sociales, calificando a los hombres de “extranjeros criminales”.

La Casa Blanca ha caracterizado a las personas llegadas esta semana como miembros del Tren de Aragua, una banda venezolana que Estados Unidos ha designado “organización criminal transnacional” por tráfico de seres humanos y otros delitos. Un cuarto grupo procedente de un centro de inmigración en El Paso llegó el sábado por la noche a lo que se ha convertido en un puente aéreo militar incipiente de Estados Unidos.

Pero el gobierno de Trump no ha revelado la identidad de ninguno de ellos, aunque se cree que todos son hombres, ni ha dicho cuánto tiempo podrían permanecer retenidos en el puesto de avanzada de la isla.

Para la llegada del viernes, algunas fuerzas de seguridad tenían puestos uniformes de combate y pañuelos en la cara, aparentemente para ocultar su identidad. Todos los migrantes iban vestidos con pantalones deportivos y sudaderas grises, de manera similar a los 13 hombres que habían traído el jueves en un avión de carga C-17 mucho más grande. Al menos dos de los hombres llevaban zapatos deportivos sin cordones, un par amarillo y verde, el otro negro y blanco, y ambos con el distintivo logotipo de Nike.

Una imagen mostraba a dos guardias conduciendo a un hombre a un minibús. Llevaba grilletes en los tobillos y en las muñecas, y sostenía una botella de agua de plástico.

Aquel hombre no tenía los ojos vendados ni llevaba un dispositivo inhibidor de ruido en la cabeza, a diferencia del modo en que el ejército procesó a quien denominó “lo peor de lo peor” de los detenidos que fueron trasladados a Guantánamo desde Afganistán en enero de 2002, en medio de la guerra contra el terrorismo.

Las ventanas del autobús fueron oscurecidas durante el trayecto desde el aeródromo hasta la prisión militar donde, según dijo el Pentágono, se alojaba a los detenidos que llegaron esta semana. En lugar de llevarlos al espacio disponible en la cercana ciudad de tiendas de campaña, sus autobuses fueron conducidos a un transbordador para cruzar la bahía hasta el lado opuesto de la base, que cuenta con 4200 residentes.

El Pentágono ha descrito el arreglo como “una medida temporal”.

El ejército ha dicho que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, o ICE, han estado reteniendo a los primeros detenidos.

Al parecer, una mezcla de fuerzas se ocupaba de los recién llegados. Algunos parecían ser policías militares del ejército. Uno llevaba atuendo de civil, incluida una chaqueta azul con la inscripción “Police ICE”, y no llevaba máscara. Algunas de las fuerzas civiles y militares llevaban gorras de béisbol, algo que suele estar prohibido en la pista de aterrizaje de Guantánamo por temor a que salgan volando hacia el motor de un avión.

Noem visitó el incipiente campamento de tiendas de campaña, donde la administración ha sugerido que se podría alojar a miles, quizá decenas de miles, de migrantes que representan amenazas menores. Observó a los marines mientras ensayaban cómo trasladar a los migrantes a la futura ciudad de tiendas de campaña, y le enseñaron una tienda con catres y un muestrario de los artículos básicos que se proporcionarán a cada recién llegado —camiseta, pantalones cortos, ropa interior y una toalla— y luego pudo observar una vista aérea de la misión desde un helicóptero Chinook.

A continuación, el helicóptero transportó a Noem y a su séquito, formado por funcionarios del ejército y de seguridad nacional, a través de la bahía de Guantánamo hasta el complejo de dos décadas de antigüedad que alberga a prisioneros de la guerra contra el terrorismo, donde estaban recluidos los primeros migrantes que habían llegado. No se informó si había visto a los recién llegados en sus celdas.

El Comando Sur del ejército estadounidense ha enviado marines desde Carolina del Norte y soldados desde Texas para apoyar el esfuerzo de un número no revelado de miembros del personal de seguridad nacional.

El viernes, la tripulación del barco patrullero Resolute de los guardacostas de San Petersburgo, Florida, también se había unido a las fuerzas que construían la ciudad de tiendas de campaña.

Un contingente de ingenieros de la Armada, llamados Seabees, y algunos miembros del personal del cuerpo médico también llegaron el viernes en el chárter semanal de la Armada desde Jacksonville, Florida, junto con una delegación de animadoras profesionales de fútbol americano para entretener a los residentes el fin de semana del Super Bowl, una tradición anual.

La visita de Noem ocurrió 20 años después de que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, sirviera en la base como joven oficial de la Guardia Nacional de Nueva Jersey, su primer despliegue.

En un boletín para el personal de operaciones de detención, Hegseth, entonces subteniente, predijo que los Patriotas de Nueva Inglaterra triunfarían en el Super Bowl. “Tom Brady sabe cómo ganar”, se le citaba en un artículo. “Es el próximo Joe Montana”.

Nueva Inglaterra derrotó a Filadelfia 24 a 21.

Doug Mills

ha sido fotógrafo en la corresponsalía de Washington para el Times desde 2002. Ha cubierto a todos los presidentes de Estados Unidos desde Ronald Reagan. Más de Doug Mills

Carol Rosenberg

informa sobre la prisión y el tribunal de guerra de la bahía de Guantánamo. Ha estado cubriendo el tema desde que los primeros prisioneros fueron llevados a la base estadounidense en 2002. Más de Carol Rosenberg