La Justicia condenó a un ciudadano ruso por el caso de los pasaportes que investiga la fiscal Gabriela Fossati. Esta persona es la primera en recibir una sentencia en el marco de las investigaciones, que también involucran al ex jefe de la custodia presidencial Alejandro Astesiano.
Según su declaración ante Fiscalía, el ciudadano ruso era propietario de una empresa constructora, y una persona —a quien no identificó— le debía una suma de dinero, tras algunos negocios en el rubro de la construcción.
Como el deudor no podía saldar el monto, le ofreció conseguirle un pasaporte uruguayo, argumentando “los beneficios de tener” este documento “dado que le facilitaría la obtención de visas para ingresar a países europeos y a Estados Unidos”, de acuerdo a la acusación del Poder Judicial.
Una persona lo contactó, a quien el ahora condenado describió como un “jurista” que residía en San Petersburgo. En esta ciudad, el individuo le mostró una computadora con cientos de personas que habían obtenido el documento uruguayo.
El supuesto jurista aseguró que tenía contactos en la embajada uruguaya en Rusia, y por eso podía agilizar los trámites. Esta persona le indicó al ciudadano ruso que el documento tenía un valor de hasta 100.000 euros; sin embargo, en la declaración a la Justicia, el condenado dijo que no pagó esa suma.
A fines de 2019, el jurista lo llamó para decirle que su contacto en la embajada uruguaya en Rusia ya había trasladado el pasaporte y debía trasladarse hasta Uruguay para darle fin al trámite. Una vez en tierras locales, el ruso le pagó US$ 100 a una traductora y ambos fueron a Identificación Civil, donde se presentó la documentación necesaria para obtener una cédula de identidad.
Un funcionario de la oficina pública analizó la documentación presentada y se dio cuenta que estaba reimpresa, además de que había diferencias en el documento con respecto a la tinta.
El ciudadano ruso argumentó que una persona uruguaya era su abuelo, por lo que Identificación Civil se comunicó con los familiares para saber si había tal parentesco. Además de que el individuo incluido en el documento había muerto en 1991, su familia aseguró que no tenía conocimiento de hermanos en Rusia.