La Policía Federal Argentina detuvo este jueves en Bariloche a un hombre de 35 años acusado de tener vínculos con el terrorismo yihadista, informaron fuentes oficiales.

Según un comunicado de prensa del Ministerio de Seguridad del país vecino, el detenido, un argentino llamado Manuel Antu Carrera, fue capturado en el marco de la lucha contra delitos transnacionales que están llevando a cabo los agentes de Seguridad del país.

“La captura del individuo (...) se dio luego de tareas multidisciplinarias (...) las cuales incluyeron el análisis de las líneas telefónicas y el chequeo de redes sociales personales del investigado, como así también de su círculo íntimo y familiares”, relata el comunicado del Ministerio.

Los agentes le incautaron al sospechoso un pasaporte y tres cédulas de identificación de Brasil.

Carrera contaba con un requerimiento de la Justicia Federal de Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires) por una causa en 2017.

Según la Policía Federal, el detenido también contaba con la nacionalidad brasileña, país al que había sido deportado desde Turquía en 2017, tras su detención cuando intentaba cruzar ilegalmente a Siria “para unirse a grupos radicales relacionados con el terrorismo”.

En el momento de su deportación, el detenido reconoció ser musulmán, pero aseguró a la policía brasileña que su viaje a Turquía tuvo motivos turísticos.

De acuerdo con la policía argentina, el detenido tiene varios domicilios registrados a su nombre en Londrina y Foz de Iguazú (sur de Brasil).

El área de la “triple frontera” entre Paraguay, Brasil y Argentina se ha convertido en una zona de preocupación para el Gobierno de Argentina.

En una entrevista emitida esta semana, la ministra de Seguridad del país suramericano, Patricia Bullrich, afirmó que se ha registrado “en el último tiempo” la presencia del grupo chií libanés Hezbolá en la “triple frontera”.

En plena escalada conflictiva en Oriente Medio, el Gobierno de Argentina, presidido por Javier Milei, ha remarcado su apoyo a Israel en el plano geopolítico.

Argentina fue víctima de dos graves atentados terroristas en 1992, un coche bomba frente a la embajada de Israel, y en 1994, frente a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

Recientemente, en un fallo de la Justicia argentina en una causa diferente al expediente principal del caso AMIA se definieron los hechos ocurridos en 1994 como “crímenes de lesa humanidad” y el magistrado Carlos Mahiques de la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal responsabilizó del ataque al Gobierno iraní de entonces y a Hezbolá.

EFE