La Fiscalía analiza si el sospechoso, que tenía una consulta perfectamente equipada en Kitzeck im Sausal, una pequeña localidad del sur de Austria, cometió un delito de "curanderismo", aplicado por el código penal austríaco a quien ejerce la medicina sin haber completado la educación correspondiente.
Ese delito está penado con hasta 18 meses de cárcel o sanción económica.
También se le investiga por fraude profesional y falsificación de documentos, ya que la Policía cree que los certificados de doctorado, e incluso de educación secundaria, que presentó no son auténticos, informa la radiotelevisión austríaca ORF.
Ese medio señala que el supuesto curandero había realizado desde 2014 visitas domiciliarias a pacientes, puesto inyecciones y vacunas, emitido certificados médicos e incluso realizado pequeñas intervenciones quirúrgicas.
Aún no se ha establecido si alguna de las personas a las que atendió sufrieron perjuicios a su salud.
Con información de EFE