Un cura estadounidense participó en un trío, contrató prostitutas, practicó sadomasoquismo e incendió el altar de la Iglesia. Ocurrió en una pequeña localidad de Luisiana, en Estados Unidos, donde los habitantes de Pearl River aún siguen impactados con el hecho que su párroco haya sido condenado. Travis Clark, quien perdió su cargo en la Iglesia, fue declarado culpable por haber cometido actos obscenos, luego de participar en un trío sadomasoquista con dos prostitutas en el altar de la parroquia de San Pedro y San Pablo.
Esto sucedió en 2020, cuando una persona que caminaba cerca de la Iglesia a altas horas de la noche notó que las luces del edificio estaban encendidas. Al ajustar mejor la vista, se percató que eran el cura y dos mujeres, que vestían corsés y botas altas, practicando sexo sadomasoquista sobre el altar y grabándose. De este modo, el transeúnte llamó a la Policía para alertar la situación del lugar santo.
Los funcionarios policiales detuvieron al sacerdote y a las dos mujeres. Si bien todas las partes declararon que las relaciones sexuales fueron consentidas, la detención se produjo por ser autores de delitos de vandalismo y obscenidad al realizar actos sexuales en un lugar público.
El juicio tuvo lugar esta semana y Clark fue condenado a tres años de prisión, una pena conmutada al mismo tiempo de libertad “vigilada”, consignó el portal español El Día. Por otro lado, las mujeres, Mindy Dixon y Melissa Cheng, fueron condeadas a dos años de libertad vigilada por ser culpables del delito de vandalismo.
Una de las mujeres anunció, mediante sus redes sociales, que iba a “profanar a la casa de Dios”, comentario que enojó aún más a los religiosos de la localidad. Asimismo, el obispo de Nueva Orleans, la capital del estado, ordenó quedar el altar tras esta conducta “demoníaca”.
El excura fue quien pagó el nuevo altar, que ya está instalado en la parroquia.