El pasado 26 de diciembre, el presidente Luis Lacalle Pou declaró como testigo ante la fiscal Gabriela Fossati por el caso que involucra al exjefe de seguridad presidencial Alejandro Astesiano, según informó Así nos va (Radio Carve).
Fuentes fiscales indicaron a Montevideo Portal que Fossati dejó la declaración de Lacalle como “uno de los últimos pasos” antes de comenzar la feria judicial. La fiscal entra de turno los primeros días de enero y, dependiendo del trabajo que le toque, evaluará si sigue o no investigando las cinco carpetas que tienen como centro a Astesiano.
Fossati se comunicó con Presidencia y manifestó la intención de tomar declaración al presidente en calidad de testigo. Allí también dijo que podía responder por escrito o que ella se movería hasta la residencia presidencial, dado que Lacalle tiene esta potestad por ser primer mandatario.
Finalmente, el mandatario optó por la segunda opción, y así se le comunicó a la fiscal que la fecha estipulada era el lunes 26 de diciembre. Desde Torre Ejecutiva explicaron que Lacalle prefirió hacer la declaración cara a cara, para que exista un ida y vuelta, porque “desde siempre se dijo que desde el presidente para abajo existe la intención de colaborar con la Justicia”.
Ante esto, Fossati debió solicitarle al fiscal de Corte, Juan Gómez, un permiso especial para trabajar esos días junto a su equipo. En diálogo con Montevideo Portal, Gómez sostuvo que no sabía a qué se debía la solicitud de Fossati, pero sí le adelantó que usaría esa semana extra para avanzar con el caso Astesiano.
Al término de la declaración, Gómez tampoco recibió noticias de Fossati; entiende que esto “es respetable” dado que él “siempre” da lugar “a que los fiscales se manejen con total independencia técnica”. “Si me avisan, bien, y si no, también”, agregó el fiscal de Corte.
La declaración del presidente duró cuatro horas y estuvo marcada tanto por preguntas generales sobre la relación de Lacalle con Astesiano como también por aspectos más puntuales.
Fossati, grosso modo, buscaba dos cosas: establecer el grado de relación que tenía Lacalle con Astesiano y saber si el mandatario estaba al tanto del accionar del excustodio. Si bien esta instancia se puede enmarcar en la causa de los pasaportes que tramitaba Astesiano junto a otros delincuentes, al ser el custodio del presidente, Fossati también preguntó por temas relacionados con las otras carpetas investigativas que lleva adelante.
Según lo estipulado, Astesiano debe estar en prisión preventiva hasta marzo. Fiscalía debería presentar antes de esta fecha su acusación —con las pruebas de los delitos— en audiencia, si pretende que el excustodio siga preso, y, tras los alegatos de la defensa, el juez dictará la sentencia. Todo esto en caso de que Fossati no solicite a un juez la extensión de la prisión preventiva; por ley se puede solicitar hasta dos años. La otra alternativa es que la defensa acuerde con Fiscalía antes de marzo una reducción de pena a cambio del reconocimiento de delitos o de información.