Cuando las tropas rusas se acercaron a la capital ucraniana, Anastasia Yalanskaya insistió en quedarse, incluso luego de que sus familiares y amigos se marcharon a sitios más seguros

La joven ucraniana de 26 años fue asesinada el pasado viernes luego de llevar alimentos a un refugio para animales en Bucha, a unos 30 kilómetros de Kiev.

Según informara el periódico Diario de Noticias,  el automóvil en el que viajaba la joven junto a otras personas fue baleado deliberadamente y a corta distancia por las tropas rusas. Allegados y vecinos no se explican por qué razón las tropas invasoras habrían atacado un coche civil, pero especulan con la posibilidad de que se trataría de una acción de amedrentamiento.

“Le pedí que tuviera cuidado. Que hoy en día, un error cuesta mucho”, dijo el esposo de Anastasia, Yevhen Yalanskyi. "Quería ayuda. Le pedí que pensara en una evacuación, pero no me escuchó", dijo.

Su última historia de Instagram, publicada unas horas antes de su muerte, mostraba a la joven sentada en la parte trasera de un vehículo, sonriendo a la cámara, junto a bolsas de comida para perros.

Su automóvil fue encontrado, lleno de balas, no lejos de la casa de uno de los otros voluntarios que viajaban con ella, y que también murieron en el ataque. Habían entregado la comida y estaban casi de regreso en casa cuando les dispararon.

El cuerpo de Yalanskaya permanece en una morgue en Bucha, porque los conflictos entre las tropas rusas y ucranianas han sido tan intensos que nadie puede reclamarlo, según contó una amiga de Anastasia.

“Era uno de los mejores seres humanos que conocí. Estaba comprometida con ayudar, ayudar a sus amigos y familiares y a cualquiera que necesitara ayuda”, recuerda su esposo. "Amaba a los animales. Teníamos un perro y una gata. Era la mejor compañera".