En Uruguay el aborto causa una de cada tres muertes y crea problemas vinculados a la maternidad.
En lo que va del año, en el Pereyra Rossell se registró el fallecimiento de siete madres, cinco de las cuales fueron consecuencia de intentos de maniobras abortivas. Los datos fueron aportados por el Sindicato Médico del Uruguay a la Comisión de Salud del Senado, en el marco de la discusión del proyecto sobre salud reproductiva de la mujer.
El directivo del Sindicato Médico, Leonel Briozzo indicó a El Espectador que Uruguay está por encima del promedio de América Latina, con un 27,7% de mujeres que mueren por un aborto provocado.
Si bien los legisladores querían conocer el número real de mujeres que se practican abortos en Uruguay, la cifra es muy difícil de precisar, en función de la clandestinidad de los procedimientos.
De todos modos, Briozzo indicó que haciendo proyecciones se puede llegar a una estimación. " Se calcula que por cada muerte materna se produce entre 50 y 100 complicaciones graves de aborto y puede haber hasta 1000 abortos provocados?
Si bien en el actual contexto legal de Uruguay, todos los abortos conllevan riesgos, la peor parte la llevan las mujeres que no tienen dinero para pagar una buena clínica, y optan por procedimientos y técnicas verdaderamente criminales.
"Si alguien dispone de 500 dólares para arriba puede acceder a un aborto en una de las clínicas que hay por allí en condiciones de menor riesgo. Si no se dispone de dinero, se expone la vida con maniobras que pueden ser graves como la introducción, dentro del útero de elementos mecánicos, agujas, sondas, tallos de perejil, hasta tomar infusiones que pueden ser muy graves para la salud como el té de ruda", explicó.