El primer ministro británico, Boris Johnson, logró superar una moción de censura presentada contra él en el Parlamento por miembros de su propia fuerza política, el Partido Conservador, al obtener 211 votos sobre 148 contrarios en la Cámara de los Comunes. El premier necesitaba ser respaldado por 180 legisladores para poder mantener su puesto al frente del gobierno.
La moción fue impulsada luego de que varios miembros conservadores del Parlamento enviaran cartas a un comité del partido expresando su oposición a la continuidad de Johnson. Esto se dio en el marco del “Partygate”, como llaman los medios locales al escándalo dado tras la revelación de que hubo fiestas en diversas sedes del gobierno británico durante la pandemia de covid-19, en la que la propia administración Johnson abogó por una estricta cuarentena y fuertes sanciones contra quienes la quebrantasen.
Según se observa en fotos que han circulado en la prensa, el propio Johnson asistió a varias fiestas, algunas de las cuales se celebraron el Número 10 de Downing Street, residencia y sede de la oficina del premier. Johnson, su esposa Carrie y su ministro de Economía, Rishi Sunak fueron multados en abril por violar las normas durante el confinamiento.
Al conocerse la naturaleza de las fiestas, las grandes cantidades de alcohol y la nula distancia social que se mantenía en esos encuentros, varias voces dentro del gobierno y la oposición salieron a criticar la gestión de Johnson.
En la sesión del lunes, Johnson logró superar la moción, al alcanzar el 59 % del apoyo de los parlamentarios, pero obteniendo también una amplia oposición, un resultado peor que los que obtuvieron los primeros ministros conservadores Theresa May (2016-2019) y John Major (1990-1997) en sus respectivas mociones de censura.
Johnson pidió este martes “pasar página” y centrarse en la labor del gobierno, durante la primera reunión con su gabinete ministerial. Al iniciar el encuentro, el premier agradeció el apoyo a sus secretarios y dijo que “este es un gobierno que cumple con lo que más le importa a la gente de este país”.
"Hoy, me comprometo a continuar cumpliendo con estas prioridades. Estamos del lado de los británicos trabajadores, y vamos a seguir adelante con la tarea", afirmó.
Los analistas políticos coinciden en que la permanencia de Johnson esta a salvo, pero a un corto plazo, al no poder convocarse otra moción de censura en este año legislativo según lo establecido en el derecho británico. Sin embargo, también señalan que la imagen y la autoridad política del mandatario han recibido un golpe de gracia muy difícil de sobrelleva.
Andrew Mycock, experto de la Universidad de Huddersfield, dijo a EFE que la historia muestra que un descontento entre los diputados suele provocar un "cambio pragmático de liderazgo".
"La votación de anoche indica que el Partido Conservador está tan dividido como lo estuvo bajo el liderazgo de Theresa May. La diferencia es que las divisiones bajo May fueron impulsadas en gran medida por el Brexit, mientras que anoche el partido mostró una división por el desempeño de Johnson como líder", indicó.
Por su parte, el diputado conservador Tobías Ellwood, presidente del Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes, solicitó un cambio de ministros en el Gobierno y sostuvo que a Johnson le quedan “meses” en Downing Street, hasta el congreso anual del partido en octubre.
“Hay mucho trabajo por hacer. Ahora se requiere una reorganización, nuevos talentos y centrarse en los grandes problemas”, dijo el legislador en entrevista con Sky News.
El resultado de anoche mostró a un partido casi dividido por la mitad: por un lado los cercanos a Johnson, de perfil euroescéptico y con visibles aspiraciones de liderazgo, como Sunak, el titular de Economía o la de Exteriores, Liz Truss, frente a otros que han quedado relegados a un segundo plano, como el proeuropeo Jeremy Hunt, exministro de Exteriores y Sanidad, también con claras ambiciones de ser el nuevo líder.
"Ha polarizado a su partido y al país. Su camino hacia la supervivencia es cada vez más estrecho, pero al mismo tiempo solo un tonto subestimaría la capacidad de Boris Johnson" para sobrevivir, dijo a EFE el analista político Matthew Goodwin, académico de la Universidad de Kent, que agregó que Johnson “es ahora un primer ministro debilitado, vulnerable como nunca antes”.
Las mociones de censura han sido una constante en el Partido Conservador en los últimos 32 años, ya que casi todos los jefes de Gobierno “tories” se toparon, por distintas razones, con divisiones y complots internos que obstaculizaron la labor de Gobierno.
Por Montevideo Portal, con información de EFE.