La reina Isabel II le pidió este martes, por tercera vez en la historia, a una mujer que forme un gobierno en su nombre y ocupe el puesto de primera ministra del Reino Unido. Luego de su visita al Castillo de Balmoral, residencia de la monarca en Escocia, Elizabeth Liz Truss se convirtió en la sucesora del saliente Boris Johnson, que gobernó entre 2019 y 2022, y presentó su renuncia formal este lunes.
Nacida en la ciudad universitaria de Oxford y exalumna del famoso centro de estudios homónimo, Truss —de 47 años— dio sus primeros pasos en la política allí, como integrante de los Demócratas Liberales, partido minoritario de la escena británica. Alcanzó la presidencia de la delegación oxoniense de la fuerza y durante esos años militó por la legalización de la marihuana, y, según The Times, arremetió contra la monarquía, llegando a afirmar que no creía que la gente “nacía para gobernar” y pidiendo un referéndum para abolir la figura del monarca.
En 1996, Truss se une al Partido Conservador mientras trabajaba como contadora para la petrolera Shell. Tras años en las trastiendas de la política tory, durante el liderazgo de David Cameron al frente del partido, fue elegida en 2009 como integrante del Parlamento, representando a South West Norfolk en la Cámara de los Comunes.
Inició su carrera en el aparato gubernamental como subsecretaria parlamentaria de Estado para la Atención a la Infancia y Educación en el año 2012, para pasar a ser, en 2014, secretaria de Estado de Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales.
Tras la asunción de Theresa May, la segunda mujer en ocupar la jefatura de Gobierno, fue nombrada titular del Ministerio de Justicia, cargo que llevó adelante durante casi un año, para luego ser designada secretaria jefa del Tesoro (2017-2019) y secretaria de Comercio Internacional (2019-2021).
Johnson, su antecesor, la nombró en 2019 ministra de la Mujer e Igualdad y, en 2021, secretaria de Estado de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones, cargos que aún ejerce formalmente, hasta que defina su gabinete.
Tras heredar este domingo, en las elecciones de su partido, la mayoría absoluta de Johnson, Truss se convirtió oficialmente en la líder de los conservadores —tras ganarle a Rishi Sunak, ex ministro de Hacienda— lo que llevó a la monarca británica a hacer el pedido formal para que se convierta en la titular del gobierno de Su Majestad, la cuarta conservadora en hacerlo en los últimos seis años.
Bye bye Boris, hello Liz
Truss fue de los funcionarios de alto nivel que no renunciaron durante la masiva ola de dimisiones que precipitó la caída de Johnson, en protesta al escándalo que protagonizó Chris Pincher, un alto consejero del ex primer ministro, acusado de abusar sexualmente de dos hombres. En junio, el 41% de los parlamentarios conservadores votó contra Johnson en un voto de desconfianza, tras lo cual, el 7 de julio, anunció su renuncia.
Este martes, en su discurso final frente a la puerta azul con el número 10, Johnson pidió a sus correligionarios que respalden a su sucesora, su equipo y su agenda de gobierno durante el “tiempo difícil” que vive Reino Unido y el mundo.
En la alocusión, Johnson se comparó con Cincinato, el político del Imperio romano que fue nombrado dictador por el Senado en tiempos de guerra, y que se convirtió en el arquetipo de rectitud política al renunciar a su cargo ni bien la invasión terminó para volver a su granja. “Como Cinicinato, estoy volviendo a mi arado”, dijo antes de ir a Escocia a presentar su dimisión ante Isabel II.
Horas después de que volviera de Balmoral, frente a la misma puerta que hizo de fondo a los discursos más importantes de la historia reciente británica, Truss prometió acciones rápidas para paliar el aumento de los precios de la energía, así como cumplir con su compromiso de bajar los impuestos a los británicos.
“Tengo confianza en que todos juntos podemos capear la tormenta, reconstruir nuestra economía y convertirnos en el Reino Unido moderno y brillante que sabemos que podemos ser”, declaró la novel primera ministra, según consigna EFE.
La nueva administración deberá enfrentar una inflación por encima del 10%. Ante esto, Truss remarcó que su agenda se enfocará en “impulsar la economía por medio de recortes fiscales y reformas”.
Las polémicas de Truss
Durante su gestión al frente de Asuntos Exteriores debió llevar a cabo las negociaciones que siguieron a la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Previo al referéndum de 2016 —que tuvo como resultado la escisión del eurobloque—, Truss respaldó la campaña “Gran Bretaña más fuerte en Europa” (Britain Stronger in Europe, en inglés) para luego pasar a apoyar el Brexit impulsado por los gobiernos de May y Johnson.
“No quiero que mis hijas crezcan en un mundo donde necesiten una visa o un permiso para trabajar en Europa, o donde se les impida hacer crecer un negocio debido a los costos exorbitantes de las llamadas y las barreras al comercio. Todos los padres quieren que sus hijos crezcan en un ambiente saludable con agua limpia, aire fresco y maravillas naturales prósperas. Ser parte de la Unión Europea ayuda a proteger estos valiosos recursos y espacios”, sostuvo en 2016 Truss, entonces secretaria de Ambiente, consigna Evening Standard.
En diciembre de 2020, ya como ministra de Igualdad, Truss dio un discurso sobre políticas de equidad en el que afirmó que su país estaba muy enfocado en cuestiones “de moda” relativas a raza, sexualidad y género a expensas de la pobreza y la disparidad geográfica, según citó en su momento The Independent.
Sobre su visión como titular de esa cartera fue duramente criticada en más de una ocasión y tildada de “transfóbica”, al mostrarse contraria a la posibilidad de las personas trans de cambiar legalmente su género.
“No sería correcto tener una identificación propia sin controles y equilibrios en el sistema”, dijo en 2021 a The Telegraph, recalcando que igualmente tenía “total respeto por las personas transgénero”.
En otra ocasión, durante una conferencia del Partido Conservador el año pasado, la entonces ministra dijo que es “deshumanizante” que alguien sea “tratado como una mujer”, en lugar de como “persona”, como “una casilla a marcar, en lugar de como alguien con sus propios talentos e ideas y trabajo duro”, tal como informara The Independent.
“Eso es en lo que realmente necesitamos volver a enfocarnos, en lugar de ver a las personas como parte de un grupo de identidad, necesitamos verlas como seres humanos individuales”, sostuvo Truss.