Turquía y Armenia acordaron hoy dar pasos para normalizar sus tormentosas relaciones, lo que incluiría la próxima apertura de la frontera común cerrada desde hace treinta años, aprovechando la histórica visita a este país del ministro de Exteriores de Armenia, Ararat Mirzoyan.
“Hemos discutido los pasos que podrían conducir a la normalización de nuestras relaciones”, dijo Mevlüt Çavusoglu, ministro de Exteriores turco, durante una rueda de prensa en Ankara.
Destacó la contribución de los rescatistas armenios que ayudan en las labores de emergencia tras el devastador terremoto en Turquía y el norte de Siria, que ha dejado más de 40.000 víctimas mortales.
“Armenia nos envió 100 toneladas de asistencia humanitaria y adelantó su intención de suministrar ayuda adicional. Queremos darle las gracias por ello. Armenia se comporta como un país hermano al extender la mano en un momento de dificultad”, afirmó.
Çavusoglu subrayó que si turcos, armenios y azerbaiyanos —enfrentados estos dos últimos por Nagorno Karabaj— adoptan “medidas reales”, será posible implantar una paz duradera en la región del Cáucaso Sur.
Por su parte, Mirzoyán destacó que ambas partes discutieron hoy “ciertos detalles” relacionados con la normalización, ya que ambos países no tienen relaciones diplomáticas, y la apertura total de la frontera.
“También hay un acuerdo de realizar esfuerzos conjuntos para reparar el puente de Ani y también encargarse de las correspondientes infraestructuras en vísperas de la completa apertura de la frontera”, señaló.
Para agilizar el suministro de la asistencia humanitaria, desde el pasado sábado se ha abierto provisionalmente el puente de Margara, cerrado desde hace 30 años.
Armenia se ha mostrado dispuesta a abrir la frontera con Turquía en “cualquier momento” en el marco de los esfuerzos para normalizar las relaciones entre ambos países, pese a que Ankara es el principal aliado político y militar del mayor enemigo de Armenia, Azerbaiyán.
En 1993, debido a la falta de arreglo del conflicto en Nagorno Karabaj, Turquía cerró unilateralmente la frontera de cerca de 330 kilómetros con Armenia en solidaridad con Azerbaiyán, país derrotado entonces en la guerra por el control del territorio separatista.
A mediados de diciembre de 2021, un año después de que Bakú ganara con ayuda turca la segunda guerra de Karabaj, Ankara anunció que daría los primeros pasos para normalizar las relaciones con Armenia, como el nombramiento de representantes oficiales y el restablecimiento de vuelos directos.
EFE