Tras la polémica de las últimas semanas, la organización Uruguay Adelante llevó a cabo una asamblea en la que se resolvió la salida del cargo de su presidente, Santiago Pérez, dada la incompatibilidad estatutaria que representaba que, a su vez, recibiera un salario como empleado de la organización. También se resolvió la salida de su hermana. A partir de este viernes, tienen 30 días para presentar el acta asamblearia en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y ante la Dirección General Impositiva (DGI).
“Desde hoy no soy más el presidente de Uruguay Adelante. Soy director general y voy a seguir haciendo lo mismo. Lo único que cambiará es que no podré firmar los documentos que firmaba: los convenios con organismos públicos y rendiciones de cuentas. Lo privado lo seguiré firmando. Son cambios y detalles técnicos nomás”, indicó Pérez a Montevideo Portal.
La polémica se había instalado hace dos semanas, cuando salió a la luz el dato de que ambos hermanos cobraban salario como empleados de la oenegé, algo que es incompatible con cualquier cargo electivo dentro de esta, según establece el artículo 27 del Estatuto de Asociaciones Civiles.
“Cuando me enteré de que estaba mal —siguió Pérez— teníamos trámites en curso y, si hubiésemos ordenado esto antes, no habríamos seguido recibiendo el dinero, no habríamos podido abrir la cuenta del banco de la ONG y se habría visto afectada la operativa diaria. Eso nos ponía a decidir: seguimos en forma irregular hasta que se pudiera hacer, o regularizábamos y dejábamos por un mes a 60.000 personas sin la comida que sale de Uruguay Adelante. Para mí, la decisión era súper sencilla: si me toca comerme un garrón, me lo como, pero no podemos dejar a la gente sin un plato de comida”.
Pérez también advirtió: “Y si alguien quiere hacer una denuncia en el MEC el día de mañana, correrá por los carriles que corresponda. Me atendré a las consecuencias que se determinen, porque nunca le escapé a la responsabilidad y no lo voy a hacer ahora. Espero que se tome en cuenta lo que representaba la situación y quedaré a disposición de la pena que corresponda”.
El funcionamiento de Uruguay Adelante tiene dos vías de entrada. Por un lado, reciben dinero del Estado para la compra de alimentos que acopian y luego entregan a merenderos y ollas. Según los últimos datos a los que accedió este medio, la organización asistía, en setiembre de 2022, a 463 iniciativas entre ollas y merenderos. Esto supuso una disminución de casi 5%, dado que en 2021 abastecían a 486 iniciativas en total, y poco menos del 3% de reducción en la cantidad de personas asistidas semanalmente en promedio: pasaron de 58.218 a 56.698. Estos números se están ajustando actualmente conforme a lo declarado por los referentes y las visitas que está realizando el Mides tras las denuncias contra la Coordinadora Popular y Solidaria.
El otro ingreso, con el que se pagan los salarios de empleados —entre ellos el de Pérez— y todos los costos operativos de funcionamiento, sale de los aportes empresariales. El dinero del Estado, aseguró el antiguo presidente de Uruguay Adelante, va íntegramente a la compra de insumos distribuidos a las ollas y merenderos.
Esta mañana, por ejemplo, realizaron una nueva entrega con el apoyo del Ejército. En esta ocasión, según declaró Pérez, el reparto fue más ordenado que la semana pasada. De todos modos, explicó que evalúan reorganizarlo para que la semana próxima se haga la entrega en dos tandas: “Veremos de hacer jueves y viernes, para alivianar la carga que supone repartir sustento para 100 ollas”.