La decisión del presidente Javier Milei de retirar sus negociadores de la conferencia sobre cambio climático en Bakú rompe con la política exterior climática mantenida por sus antecesores y atiza temores sobre una salida de Argentina del Acuerdo de París, dijeron analistas a la AFP.

“Si el gobierno de Milei decide salir del Acuerdo de París, estaríamos frente a importantes implicancias legales y constitucionales. Pero, más allá de eso, estaríamos adentrándonos en un camino neblinoso de aislamiento y llevándonos a un lugar del mapa geopolítico donde solo nos esperan Irán, Libia y Yemen”, dijo el viernes Maximiliano Ferraro, diputado por la opositora Coalición Cívica.

Su partido repudió mediante un comunicado la decisión del gobierno de retirarse de la COP29 el miércoles.

“En Bakú se están discutiendo temas esenciales para la transición energética global y para las finanzas verdes, que representan oportunidades de inversión que Argentina no puede darse el lujo de ignorar”, alertó ese partido socialdemócrata.

A poco de cumplir su primer año de gobierno, el 10 de diciembre, la política del presidente ultraliberal ha representado una regresión ambiental.

“La naturaleza debe servir al ser humano y a su bienestar, no a la inversa”, dijo en junio, al considerar que “los problemas ambientales tienen que poner en el centro al individuo”.

“Por eso, el principal problema ambiental que tenemos es la pobreza extrema. Y esto solo se soluciona si aprovechamos nuestros recursos”, sostuvo Milei.

En línea con ese pensamiento, rebajó el Ministerio de Ambiente a una subsecretaría y redistribuyó sus competencias, además de eliminar el Fondo de Protección de Bosques Nativos.

La intempestiva retirada de la delegación argentina en Bakú fue atribuida por el gobierno argentino a una puesta bajo análisis de su propósito, por parte del canciller Gerardo Werthein.

Greenpeace Argentina consideró el hecho “una pésima señal”.

“Retirarse de la toma de decisiones sobre un tema tan sensible y crítico como el financiamiento (de ayudas a políticas ambientales) es una oportunidad perdida para quienes se pueden beneficiar de los acuerdos que se tomen en Bakú”, expresó en un comunicado.

En Dubái, en ocasión de la COP28 en diciembre pasado, Argentina manifestó su decisión de mantenerse dentro del Acuerdo de París. Pero casi un año después y en vista de lo sucedido hay dudas de que lo cumpla.

Listos para la batalla

“Existe una preocupación creciente sobre la posibilidad de que Argentina se vaya del Acuerdo de París”, dijo a la AFP Oscar Soria, director de The Common Initiative, una organización ambientalista con sede en Nueva York.

Sin embargo, una medida de esa naturaleza necesita del apoyo del Congreso. “No puede hacerlo con un simple decreto”, advirtió.

Argentina ratificó el Acuerdo de París en 2016 y por lo tanto tiene rango constitucional.

Una decisión en tal sentido representaría romper “una sólida legislación sobre acción climática”, dijo el ambientalista. “Si lo hace, estamos listos para una batalla legal”, agregó.

En su artículo 41 la Constitución argentina establece el derecho de los habitantes a gozar de un ambiente “sano” cuyas actividades productivas “satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras”.

Si Milei decide avanzar contra esos principios “estará violando el derecho de millones de argentinos a un ambiente sano y tal decisión irresponsable tendrá consecuencias negativas para la economía”, dijo Soria.

La acción, una esperanza

Para el biólogo Guillermo Folguera, del centro de investigaciones científicas Conicet, la esperanza está puesta en las organizaciones civiles cuya acción ponga un límite a presidentes “como Milei, que dice sin sonrojarse que el ambiente tiene que ser usado únicamente para generar bienes y no como un lugar de vida”.

En Argentina “hay cientos de asambleas y comunidades organizándose para enfrentar a estas corporaciones a las que Milei vino a seguir dándoles ventajas, y son la esperanza acerca de cómo pensar un proyecto latinoamericano para enfrentar el despojo ambiental”, dijo.

Para Soria, “la acción climática global continuará, con o sin Argentina. Esto quedó demostrado en el caso de Estados Unidos cuando Donald Trump tomó la decisión de abandonar el Acuerdo de París en 2017. Muchos líderes de extrema derecha han subestimado el Acuerdo de París antes”.

Ferraro sugirió que pudo ser un intento de Milei de congraciarse con Trump. “Me pregunto si no fue más que un espectáculo montado por el presidente Milei para ofrecerlo a modo de sacrificio ritual en su reunión con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Una decisión irresponsable, preocupante y fuertemente reprochable”, agregó.

AFP