El presidente Luis Lacalle Pou anunció este martes una batería de medidas para rebajar la movilidad de nuestro país tras un agravamiento de la situación sanitaria y la detección en siete departamentos de la variable P.1 de Brasil, también conocida como la variante Manaos. Los gimnasios y actividades deportivas tanto al aire libre o bajo techo fueron suspendidas hasta el próximo 12 de abril.
Esta medida fue reprochada por algunos internautas y por los propios dueños de los gimnasios, que se manifestaron este miércoles en automóviles frente a Torre Ejecutiva en Plaza Independencia.
La medida criticada aún más cuando se dio a conocer que los casinos se mantendrían abiertos y que solo se hará un ajuste en horarios y al personal imprescindible. No obstante, la Asociación Nacional de Funcionarios de Casinos del Estado (ANFUCE) emitió un comunicado donde realizó "algunas puntualizaciones".
En primer lugar, indicaron que "ninguna sala de casino en el país provocó focos de COVID-19". "Durante el transcurso de la Pandemia, ninguna sala del país provocó focos de la enfermedad. Eso se debe trabajamos con un estricto protocolo sanitario, que fue acordado por el Ministerio de Salud Pública (Msp) y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (Opp)", señala el comunicado.
Explicaron que el protocolo establece un aforo limitado en las saladas, además de las medidas que son controladas "de forma estricta", como, por ejemplo, el uso de tapabocas, control de temperatura, distanciamiento, higiene de manos y limpieza de las máquinas.
"Cerrar los diferentes Casinos del País implicaría enviar a sus casas a más de 1000 trabajadores públicos, al margen de los otros, tercerizados y/o contratados", informan los trabajadores en el comunicado.
"Algunos actores políticos mencionaron la posibilidad de reducir el horario, cosa que no nos parece pertinente. De esta manera provocaríamos en menor tiempo, concentrar más gente, acercándonos al tope máximo de aforo", agregan.
Finalmente, los trabajadores "aprovecharon la ocasión" para recordar que el juego no regulado, es decir, las maquinitas tragamonedas, siguen trabajando en diferentes lugares del Uruguay "sin protocolo".