Dos proyectos de ley se presentaron en la Cámara de Representantes en los últimos tiempos con el fin de abordar el problema al que se enfrentan miles de ciudadanos legales uruguayos a la hora de viajar fuera del país, ya que sus documentos, a diferencia de los uruguayos naturales y nacionales (hijos o nietos de uruguayos nacidos en el país), en vez de indicar que su nacionalidad es oriental, dice la del país donde nació.
Esta situación ha alcanzado situaciones tales como la de ciudadanos legales cuyos documentos indican que su nacionalidad es “soviética”, ya que nacieron en la extinta unión de repúblicas disuelta en 1991.
“No podés tener la nacionalidad de un país que no existe”, dijo a Montevideo Portal Alexis Ferrand, dirigente de Todos Somos Uruguayos, asociación civil que busca dar a conocer el problema al que se enfrentan los ciudadanos legales en Uruguay, quienes, a su entender, por el marco legal actual, no son tan uruguayos como los orientales naturales y nacionales.
“O tienen como nacionalidad 'ucraniana' cuando en realidad es rusa o viceversa, que son casos particularmente sensibles. Dentro de nuestro grupo, la gente que viene de esos países, muchos han venido porque quieren un país democrático, en paz, y no quieren tener nada que ver con la otra nacionalidad. Quieren ser uruguayos. También tienen miedo en el caso de sus hijos varones que no pueden renunciar a (la nacionalidad) rusa porque quedarían apátridas y no quieren que sus hijos vayan a tener que vivir una situación especial cuando viajen. No pueden volver a Rusia, por lo tanto no pueden ver familiares”, explicó.
Ferrand apuntó también al “otro tema”, el “de los pasaportes”, que comenzó a suceder luego del caso Astesiano y los descubrimientos sobre procedimientos irregulares para acceder al documento uruguayo desde Rusia. “He escuchado por lo menos un caso de una persona que es ciudadana legal uruguaya que le rechazaron un pedido de otro documento porque consideraban que su pasaporte quizás es falso”, comentó.
“Como tiene nacionalidad rusa, fue a hacer un trámite para un documento para su hijo, que también es ruso-uruguayo, o sea, ciudadano legal. No le quisieron dar el documento porque asumen que si naciste en Rusia y tenés un pasaporte o un documento uruguayo como ciudadano, quizás es falso y tienen que verificar que no”, denunció Ferrand.
“Pero es muy distinto el ciudadano legal. Es mucho más complejo tener ciudadanía legal falsa porque el proceso es mucho más complejo –y los controles lo son más– y es raro que, si sos ciudadano legal por el artículo 75 y si lo dicen tu cédula y tu pasaporte, te están discriminando simplemente por nacer en Rusia pues obviamente los ciudadanos legales no están en este grupo. Están discriminando contra los rusos. Obviamente no son todos los oficiales los que lo hacen. No lo hacen necesariamente por crueldad, pero como la información no está clara y hay, pues, asumo que bastante pánico, recibió una reacción pero en realidad es una discriminación. Solamente por su lugar de nacimiento, que figura en el documento. Se ve que el funcionario tenía miedo”, agregó.
Sobre el proyecto de ley de libre movilidad, Ferrand dijo: “Nuestro miedo es que se mezclen las cosas. Lo que está ocurriendo en este caso es que algunos individuos están vendiendo documentos fraudulentos, aprovechándose de una ley, la 19.362, que es la ley de nietos (norma que extendió la ciudadanía natural a nietos de los nacidos en Uruguay)”.
“Nuestra impresión y nuestra esperanza es que sabemos que como legisladores les va a tocar mirarlo más al detalle. Puede ser que demore un poco más. Son legisladores, son humanos, cuando hay todo este ruido, no voy a decir, 'ta, esto está bien, lo sigo'. Quizás es frustrante que van a pasar un par de semanas más estudiándolo como y como cualquier legislador, tienen diez mil cosas y obviamente nuestro rol es tratar de que se ponga arriba de la mesa y que no esté bajo la pila de otras cosas”, agregó.
“Pero no lo vemos esencialmente negativo que un legislador se tome un poco más de tiempo para estar seguro que esto implica hacer las cosas bien”, afirmó.
Si bien los dos proyectos presentados en el Parlamento buscan solucionar la problemática que refiere a la dificultad de los ciudadanos legales que viajan con un pasaporte uruguayo al exterior, uno de ellos –el de la coalición, impulsado por el diputado nacionalista Francisco Capandeguy– sería “más sencillo” de aprobar ya que busca solo una modificación del pasaporte, mientras que el proyecto presentado por la oposición, propuesto por la legisladora por el Espacio 1001 Verónica Mato, va más allá y quiere, por la vía de interpretación de la Constitución, establecer la nacionalidad como uruguaya para los ciudadanos tanto legales como naturales.
El proyecto de ley de Mato, titulado Derecho a la ciudadanía en igualdad, y tratado en la órbita de la Comisión de Derechos Humanos de Diputados, busca interpretar los artículos 77 y 81 de la Constitución de la República mediante cuatro artículos.
Capandeguy habló este jueves con Grupo R Multimedio y dijo que el caso de Alejandro Astesiano sirve para poner sobre el tapete la problemática de los pasaportes que busca solucionar con su iniciativa.
El diputado negó que el suceso afecte el desarrollo parlamentario de la norma propuesta: “Yo creo que nada tiene que ver. Eso sí, pone el tema pasaportes en la agenda. Ante una situación de estas hay que sentarse y analizar el tema documental”.