Estados Unidos y el Reino Unido bombardearon este jueves y viernes varias posiciones militares de los rebeldes hutíes en al menos seis provincias de Yemen, en respuesta a los ataques del grupo insurgente contra buques comerciales en el mar Rojo, que llevan perpetrando desde noviembre en respuesta a la guerra entre Israel y Hamás.
Respaldados por Irán y aliados de la milicia palestina que gobierna la Franja de Gaza, los hutíes declararon la guerra a Israel, a Estados Unidos y al Reino Unido.
El presidente estadounidense, Joe Biden, confirmó en un comunicado que, bajo su dirección, las fuerzas de Estados Unidos, junto con el Reino Unido y el apoyo de otros países, llevaron a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en el Yemen utilizados por los hutíes.
“La respuesta de la comunidad internacional a estos ataques imprudentes ha sido unida y decidida”, aseguró el mandatario estadounidense.
Testigos consultados por EFE apuntaron que los bombardeos impactaron contra al menos seis provincias en manos de los hutíes, la milicia chiita que controlan gran parte del noroeste del Yemen desde 2014, cuando estalló una sangrienta guerra aún en marcha que ha sumido al país árabe en la peor catástrofe humanitaria del planeta.
En un comunicado conjunto, los diez países firmantes (Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Baréin, Canadá, Países Bajos, Dinamarca, Alemania, Nueva Zelanda y Corea) apuntaron que su objetivo sigue siendo “reducir las tensiones y restaurar la estabilidad en el mar Rojo”.
“Pero dejemos que nuestro mensaje sea claro: no dudaremos en defender vidas y proteger el libre flujo del comercio en una de las vías marítimas más críticas del mundo frente a las continuas amenazas”, sostuvieron.
Objetivos militares
De acuerdo con los testigos, las zonas bombardeadas fueron la capital, Saná; la ciudad portuaria de Al Hudeidah, y las provincias de Saada, Dhamar, Taiz y Hajjah, todas ellas en el oeste del Yemen.
Dos de los bombardeos en Saná tuvieron como objetivo la base aérea de Al Dailami, ubicada en el aeropuerto capitalino, mientras que otros dos ataques aéreos en Taiz impactaron contra posiciones militares y también contra su aeródromo.
En la ciudad portuaria de Al Hudeida, desde donde los hutíes han lanzado gran parte de los ataques contra navíos mercantes, los bombardeos tuvieron como objetivo diferentes posiciones cercanas a su aeropuerto, mientras que unos cuarteles militares en la localidad de Saada también sufrieron el impacto de los ataques.
“Nuestro país ha sido objeto de una agresión masiva por parte de barcos, submarinos y aviones de combate estadounidenses y británicos, y no hay duda de que Estados Unidos y Gran Bretaña tendrán que estar preparados para pagar un alto precio”, dijo en Twitter el viceministro de Exteriores de los hutíes, Husein al Ezzi.
Asimismo, amenazó que tanto Washington como Londres “soportarán las terribles consecuencias de esta flagrante agresión”.
Según Washington, la acción militar se da en respuesta a los ataques “sin precedentes” de los rebeldes hutíes, que este jueves lanzaron un misil balístico con el objetivo de golpear las rutas de navegación del golfo de Adén, una vía estratégica para el transporte del petróleo proveniente del golfo Pérsico.
El Gobierno británico aseguró este viernes en una argumentación jurídica que el ataque contra posiciones de los hutíes en Yemen ha sido necesario y proporcionado, al tiempo que defendió que su respuesta armada está permitida por la legalidad internacional.
El Ejecutivo del Reino Unido publicó hoy un comunicado en el que resume su posición legal para dar respuesta a las “docenas de graves ataques” perpetrados durante un periodo de tiempo prolongado por hutíes en el mar Rojo contra barcos de bandera británica “y de otros muchos Estados”.
Londres adelantó que notificará al Consejo de Seguridad de la ONU sobre las acciones militares que ha adoptado contra los hutíes en virtud del artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas, que estipula el derecho de los Estados a la defensa propia.
De acuerdo con la legalidad internacional, prosiguió el comunicado, el Reino Unido está autorizado para recurrir a la fuerza en defensa propia, cuando esta es la “única manera de afrontar un ataque armado actual o inminente”. Antes de emitir este comunicado, el ministro de Defensa británico, James Heappey, indicó hoy que su Gobierno no prevé que vaya a haber más ataques “inmediatamente” contra los hutíes en Yemen.
Los hutíes declaran la guerra a Estados Unidos y al Reino Unido
Poco después de que se produjera la primera ronda de bombardeos, el miembro del buró político de los hutíes, Ali al Quhom, advirtió a través de su cuenta de Twitter que estas acciones han desencadenado una “guerra abierta” entre el movimiento respaldado por Irán y la coalición naval liderada por Estados Unidos.
“La batalla será más grande, y más allá de la imaginación y las expectativas de los estadounidenses y los británicos. Es una guerra abierta”, dijo el responsable insurgente, que aseguró que Estados Unidos y el Reino Unido “se arrepentirán de su agresión”.
Asimismo, Al Quhom confirmó que los hutíes “ahora están respondiendo enérgicamente a los acorazados estadounidenses y británicos en el mar Rojo”, donde aseguró que se está desarrollando “una guerra furiosa”.
“Se atacarán sitios y bases militares estadounidenses y británicos, y el siguiente [paso] es mayor”, amenazó el responsable.
Fuentes de los hutíes aseguraron a EFE que los rebeldes han lanzado una andanada de misiles crucero y balísticos contra buques de guerra de Estados Unidos y del Reino Unido en el mar Rojo en respuesta a los bombardeos aéreos contra el Yemen.
Proteger el comercio marítimo mundial
En su comunicado, Biden afirmó que los ataques de los hutíes en el mar Rojo “han puesto en peligro al personal estadounidense, a los marines civiles y a nuestros socios, han puesto en peligro el comercio y amenazado la libertad de navegación”.
En apoyo de los palestinos de la Franja de Gaza, los insurgentes han estado atacando en el mar Rojo desde el 19 de noviembre a embarcaciones supuestamente vinculadas a Israel, aunque aseguran que su intención no es hundir barcos sino ejercer presión económica sobre el Estado judío para que detenga la guerra.
Biden explicó que más de 50 naciones se han visto afectadas por estos ataques, mientras que más de 2.000 barcos se han visto obligados a desviarse para evitar el mar Rojo, lo que eleva los costes del transporte y puede causar semanas de retrasos en los tiempos de envío de productos.
“No dudaré en ordenar medidas adicionales para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario”, sentenció el mandatario estadounidense.
Las principales navieras a nivel mundial continúan ajustando sus rutas para evitar navegar por esta vía marítima, por donde transita casi el 15 % del comercio marítimo global, incluyendo el 8 % del comercio mundial de cereales, el 12 % del comercio de petróleo y el 8 % del comercio mundial de gas natural licuado.
Los ataques contra el Yemen se producen apenas unas horas después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, culminara una gira por Oriente Medio en la que advirtió que la coalición naval capitaneada por Estados Unidos en el mar Rojo respondería si los hutíes continúan lanzando ataques contra buques mercantes.
El mundo árabe reacciona
Varios países árabes condenaron hoy los bombardeos de Estados Unidos y del Reino Unido contra Yemen y expresaron su preocupación de que esta acción aboque a Oriente Medio en un conflicto regional, al tiempo que insistieron que para frenar la escalada es necesario poner fin a la guerra en Gaza.
Así lo transmitieron los Ministerios de Exteriores de Jordania, Omán, Kuwait e Irak, así como Arabia Saudí, país que pidió “moderación” para evitar un conflicto regional tras los ataques estadounidenses y británicos contra posiciones militares de los rebeldes hutíes del Yemen.
El Ministerio de Exteriores jordano dijo en un comunicado que sigue “con gran preocupación” la operación contra el Yemen, destinada a destruir las capacidades militares de los hutíes para poner fin a sus ataques contra navíos comerciales en el mar Rojo.
Asimismo, apuntó que la comunidad occidental tiene la responsabilidad de “frenar la agresión y la arrogancia israelí” contra la Franja de Gaza, o de lo contrario la región se verá abocada “al fuego de la guerra regional, que amenazará la seguridad y la paz internacionales”.
“Israel está llevando toda la zona a más conflicto, tensión y guerras mediante su agresión brutal contra Gaza y su intento de abrir nuevos frentes y arrastrar a Occidente para alargar la vida política del presidente del Gobierno [israelí, Benjamín Netanyahu]”, dijo el departamento jordano.
Por su parte, Exteriores de Omán lamentó que “no le queda otra que deplorar que se haya recurrido a este acto militar por parte de países amigos [Estados Unidos y el Reino Unido] mientras que Israel se extiende en su guerra brutal contra Gaza con total impunidad”.
Recordó que el país árabe ya advirtió de “la expansión del conflicto por la agresión israelí”, al tiempo que pidió a todas las partes que frenen la escalada y pongan fin a las operaciones militares para focalizarse “en los motivos reales de la crisis”.
En la misma línea, Kuwait también pidió reducir la escalada y “recurrir a la prudencia para prevenir cualquier peligro que amenace la libertad de navegación” en el mar Rojo, por donde transita alrededor del 15 % del comercio mundial.
Por su parte, Exteriores de Irak alertó de que seguir apoyando a Israel en la guerra en Gaza y que Occidente no asuma sus responsabilidades para presionar para un alto el fuego puede llevar a un aumento del “riesgo de guerra y la propagación de la violencia” en todo Oriente Medio.
En la senda opuesta, Arabia Saudita, uno de los principales aliados de Estados Unidos en Oriente Medio, pidió hoy “moderación” tras los bombardeos. “El reino de Arabia Saudita sigue con gran preocupación las operaciones militares que tienen lugar en la región del mar Rojo y los ataques aéreos contra varios lugares de la República del Yemen”, dijo el Ministerio de Exteriores saudí en un comunicado, en el que pidió “moderación y evitar una escalada”.
En la nota, el departamento apeló a la importancia de preservar la seguridad y la estabilidad en la región del mar Rojo, al tiempo que recordó que la libertad de navegación es “una exigencia internacional porque perjudica los intereses del mundo entero”, en condena a las acciones hutíes contra navíos mercantes.
Sin embargo, pidió “moderación” ante “los acontecimientos que están ocurriendo en la región”, en referencia a la guerra en la Franja de Gaza y a la apertura de nuevos frentes de la misma.
En el marco de su gira por Oriente Medio, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió el 8 de enero con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, para abordar los “esfuerzos” realizados para prevenir que la guerra en Gaza no se expanda.
Arabia Saudí, que interviene en la guerra del Yemen desde 2015 al mando de una coalición militar y que, además, hace frontera con el país árabe, ha alertado en numerosas ocasiones sobre la posible apertura de nuevos frentes de la guerra de Gaza, mientra que ha manifestado su preocupación por los ataques de los hutíes.
El principal adversario de los saudíes en la esfera árabe, Irán, advirtió este viernes que los bombardeos contra Yemen alimentan la inseguridad y la inestabilidad en la región y llamó a la comunidad internacional a que actúe para evitar la propagación del conflicto.
“Estos ataques arbitrarios no tendrán otro resultado que alimentar la inseguridad y la inestabilidad en la región”, afirmó en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, quien condenó duramente los ataques contra sus aliados hutíes del Yemen.
Kananí calificó los bombardeos como una “acción arbitraria, una clara violación de la soberanía e integridad territorial de Yemen y una violación de las leyes internacionales”.
Y los atribuyó al apoyó de Estados Unidos y Reino Unido a los “crímenes de guerra del régimen sionista contra el pueblo palestino durante los últimos cien días”.
En base a información de EFE